Smith & Wesson M&P Compact, Walther PPS y Walther P99c AS

La defensa como prioridad

Teniendo en cuenta que el terrorismo/narcotráfico se ha profesionalizado a punto tal de ser la principal causa contra la que se tiene que defender la sociedad, la defensa de las Fuerzas de Seguridad y civiles no puede seguir siendo la misma que hace décadas.

Sabemos que los ataques se realizan por delincuentes entrenados y que suelen utilizar armas cortas y largas de gran potencia. Por todo ello, quienes que se juegan la vida para salvaguardarnos deben utilizar lo mejor que la tecnología actual aporta en los campos de defensa activa y pasiva, como así también en tareas de Inteligencia para advertir y/o prevenir las actuaciones de los “malos”.

Por todo lo dicho, además de las armas reglamentarias que suelen utilizar las FFSS a título particular, sus miembros deben adquirir y practicar con armas de back-up. Se entiende por éstas a aquellas que se usarán en el último momento, cuando las reglamentarias estén fuera de combate (falta de munición, etc.) o porque ni siquiera estén al alcance; es entonces cuando las de back-up pasan a primera fila de combate. Por todo esto debemos saber elegir bien.

 

La génesis

A comienzos del siglo pasado nacieron las pistolas semiautomáticas, pero la Primera Guerra Mundial sirvió de campo de ensayo para las de defensa. Claro está que durante este conflicto los calibres más usuales, que hoy los damos por anémicos, fueron el 6,35 mm. y 7,65 Browning. Hemos dejado que la potencia nos controle, a tal punto ocurre lo dicho, que cuando se habla de armas de defensa, o de su paso ulterior, back-up, se da por entendido, ya que ni hablamos del 9 mm Browning Corto, sino del Parabellum. Para no extenderme en el tema, que daría para hablar largo y tendido, vamos a dar por buena esta aseveración, cuando no… moda.

Otro aspecto común en las armas de esta guisa es el uso de los materiales sintéticos en su armazón para aligerarlas y en la miniaturización en tamaño de las normales, recortándoles el cañón y la empuñadura.

Cuando se adoptaron los materiales sintéticos, recuerdo que en general no gustó, pues se daba por hecho que lo mejor era el acero, pero gente más sabia se dio cuenta que no existía un mejor elemento para todo, sino que para cada ocasión y uso, hay uno mejor que otro.

 

Los inconvenientes

Todas estas pistolas, y más al estar recamaradas al potentísimo 9 mm. Parabellum, adolecen de su escaso asimiento, lo cual redunda en un menor control del fuego y también de la precisión. Todo esto hace que sea difícil doblar con acierto los disparos. Pero, si se practica todo puede mejorar.

Al ser tan compactas nuevamente se ve perjudicada la precisión por el poco radio de miras y también por el uso extensivo de los disparadores tipo DAO; aunque en las tres pistolas (Smith & Wesson M&P Compact, Walther PPS y Walther P99c AS)

que hoy traemos estos sistemas están muy desarrollados.

Como vemos la precisión suele ser el punto más atacado, al menos en abstracto, pues si lo vemos dentro de su contexto no es muy importante dada la distancia donde suelen ocurrir estos hechos, por lo general, menos de 10 metros, pero para dar un poco más de margen y las pruebas se realizaron a 15. También es común entre otros autores que al tener cañones tan cortos no aprovechan las posibilidades que ofrece el cartucho, esto lo he puesto al final, pues si partimos con que usamos un cartucho muy potente como el Parabellum, no pasa nada si éste pierde un poco de energía. Y, sin más, pasamos al estudio pormenorizado de sus partes constituyentes.

 

Las armas

Para nuestro trabajo he tomado las siguientes: Smith & Wesson M&P Compact, Walther PPS y Walther P99c AS. Todas ellas destacan por su buen funcionamiento, ligereza y pequeñas peculiaridades que las hace únicas. A través de la lectura de este artículo usted podrá sacar sus propias conclusiones, aunque, como es lógico, yo también daré mi opinión.

Estas armas tiene entre sí varios puntos en común, no sólo el polímero usado en su armazón, la apertura del cierre que se logra tras el basculamiento del cañón se consigue mediante una proyección en rampa de su parte trasera inferior, y que por el otro lado sirve para que los cartuchos accedan a la recámara,  que resbala o desliza en el travesaño de la retenida de la corredera. Como es casi lógico en armas tan pequeñas,  el manguito de ajuste de la parte delantera de la corredera y el cañón o bushing está integrado a la corredera. Debido a la poca longitud de las correderas y la potente cartuchería utilizada, el muelle recuperador ha tenido que ser doble o compuesto para frenar el desplazamiento de éstas y, en el caso de la S&W, las espiras no son de sección circular sino planas para darles mayor recorrido y elasticidad. Por tanto el acerrojamiento en las tres pistolas es del tipo Browning mejorado (sistema Sig-Peter, de plano inclinado de la base de la recámara y bloqueo de la misma con la ventana de expulsión de la corredera), hoy en día tal vez el más empleado en pistolas semiautomáticas.

El sistema de percusión en las tres es de aguja lanzada auxiliándose con dos muelles contrapuestos para garantizar al cien por cien el disparo, que igualmente es en la actualidad uno de los más difundidos, si no el que más.

La seguridad corre a cargo de varios sistemas automáticos; aunque en la S&W, tiene la opción de uno manual añadido, del tipo aleta de seguro, como así también de cargador, si éste no se encuentra colocado el disparador no transferirá la orden al desconector. Siguiendo con esta pistola, a pedido del usuario, puede traer de fábrica el dispositivo interno de bloqueo del sistema de disparo, mediante una llave, que está en la parte posterior izquierda del armazón, como en su variante estándar, para impedir el manejo del arma por personal no autorizado. Las tres pistolas cumplen con la distancia entre miras con los más de 130 mm reglamentarios.

La PPS es la más esbelta de las tres y esto facilita su portación

En la S&W y la Walther PPS llevan disparadores articulados, no así la W-P99c AS. En la S&W se llama Striker Fire Action (del inglés: acción de disparo por percutor); que el fabricante viene utilizando con éxito desde su modelo Sigma. El diseño es para evitar disparos accidentales y cuenta con un tope de recorrido para sortear los gatillazos. Aunque, bajo pedido se puede solicitar que se anule esta posibilidad. En este caso el fabricante graba en el costado derecho de la corredera que el arma no posee seguro de cargador.

El mecanismo de disparo de la S&W Compact cuenta con un émbolo (movido por un muelle pequeño), debajo del fiador, para que levante a éste y retenga la aguja percutora en su posición de prearmado. La Walther PPS sólo dispara si se hace a través del disparador articulado y utiliza el sistema QuickSafe, y para evitar el manipulado por personas no autorizadas con sólo quitar el lomo de la empuñadura inhibimos la capacidad de disparo del arma.

En todas encuentro que la seguridad ha sido un objetivo primordial, pues de utilizarse se hará bajo estrés. Para ello se valen de seguros automáticos o cosas simples como en la S&W Compact, un pequeño agujero en la parte superior y posterior de la recámara del cañón, para ver si hay un cartucho en recámara. Las Walther PPS y P99C AS tienen indicador de cartucho en recámara y también nos muestra el estado del percutor.

 

Manejo y accesibilidad de las armas

La Walther P99-c AS tiene uno de los mejores sistema de disparo

Todas estas pistolas están preparadas para un uso inmediato y ergonómico con ambas manos.

En S&W Compact, W-PPS y W-99c-AS la retenida del cargador es ambidiestra, en las últimas se dispone de dos asas a cada lado del guardamonte. Igual que la de la corredera que es doble, esto tiene una doble vertiente ya que mejora la retenida de aquella. Algo muy destacable de estas pistolas es su sencillez, que en gran parte se debe a la falta de seguro manual gracias a la inclusión de otros automáticos, gatillos articulados o dotados de frenos o trinquetes que impiden el disparo si no se los acciona debidamente y que permiten llevarlas cargadas en todo momento.

 

Cargadores

En las tres son similares, por no decir que prácticamente iguales, al menos en concepto y todas traen dos diferentes, con la variación en cuanto al talón o espolón o base plana. Los de la W-99c-AS y de la S&W Compact son de doble hilera y con capacidad de 10 y 12 respectivamente, su organización es en doble columna para que a pesar de su escasa longitud contengan tal cantidad de munición. Las tres pistolas los traen con y sin espolón.

La diferente en este aspecto es la W-PPS que los lleva en simple hilera y viene con dos cargadores de diferente capacidad: 6 y 7 cartuchos. En el caso de las dos primeras las empuñaduras son gruesas, por tanto, valoro mucho la W-PPS con su delgado cargador, pues ayuda a su portación. En cuanto a evitar la disminución de capacidad siempre será mejor hacerlos más largos, que nos da más asimiento, que más gordos.

 

Empuñaduras 

La S&W Compact.

Desde el punto de vista ergonómico habría que calificarlas de pobres, pues son escasas, debido a que los dos fabricantes en sus tres modelos se han fijado la meta de achicarlas al máximo, pero con, valga la redundancia, mayor capacidad de cartuchos y esto lo logran ampliamente, a excepción de la Walther PPS que sólo porta 6 ó 7 u 8 cartuchos, según el cargador.

Al igual que otros modelos, la M&P Compact aporta de serie tres lomos intercambiables, mientras que las pistolas Walther aportan dos para adaptarla a cualquier tamaño de mano.

Desde mi punto de vista, creo que los cargadores de doble hilera en armas tan pequeñas complican el asimiento, pues convierten a las empuñaduras en formas difíciles de asir. Por tanto, para mí la mejor de las tres es la Walther PPS, a pesar de reducir el número de cartuchos disponibles en un momento determinado. Además, contar con seis, siete u ocho cartuchos para una defensa inmediata me parece más que suficiente.

 

Las miras

A todas las he hallado muy buenas, pues permiten una rápida y certera adquisición del blanco, es como enfocar con una linterna, totalmente natural. Se trata del ya clásico conjunto de tres puntos, dos en los laterales de la ranura del alza y otro en la parte posterior del punto, con lo cual, resulta muy fácil de asimilar por la vista para hacer puntería, pero es un tanto desconcertante cuando se está acostumbrado a perfiles más clásicos; no obstante, siempre debemos tener en cuenta que estas armas son para disparar a corta distancia y no para ganar un concurso de precisión a 25 m. Las miras de la S&W Compact son de acero Novak regulables sólo en deriva; pero como opcional podemos colocarle unas Lo-Mount Carry de visión nocturna.

Las tres pistolas, de una forma u otra y a pesar de su pequeño tamaño, llevan en la parte delantera del armazón un raíl táctico Picatinny, para así acoplar elementos auxiliares de puntería y/o iluminación.

 

Desarme

En el caso de las dos Walther esto se consigue, una vez retirado el cargador, bajando simultáneamente dos piezas situadas en los laterales de la empuñadura por delante del guardamonte, mientras que se echa ligeramente hacia atrás la corredera con lo que se consigue retirar el grupo constituido por la corredera, el cañón y el muelle recuperador con su guía. En la S&W es de manera más clásica, desplazando hacia atrás la corredera hasta que se pueda extraer la retenida de la misma con su travesaño.

 

En el campo de tiro

La S&W Compact a 15 metros con una secuencia de disparo rápida logró meter los tiros en una cuadrado de 5,6×3 cm

En la prueba de precisión con el blanco, como ya advertí a quince metros, las tres pistolas se comportaron bien, con resultados similares y, me atrevería a decir, que las posibles diferencias se deben más al conjunto tirador-arma, en función de ergonomía y aceptación de uno y otra, que a las pistolas en sí.

Siempre utilicé la munición Remington UMC de 115 grains Metal Case, para, al disminuir el peso del proyectil hacer otro tanto con el retroceso y relevación, ya que en todas las armas esta última era la principal causa de ralentizar el tiro, y en caso de querer realizar un double tap ambos impactos se distanciaban bastante, quizás 20 cm. como promedio. Esto tienen solución: practicar y practicar. A modo de conclusión puedo decir que la S&W Compact me pareció más fácil de utilizar; no obstante, si usted está acostumbrado a las Walther no tendrá muy inconveniente, pero, de no ser así y debido a la forma y funcionamiento del mando de retenida de éstas deberemos practicar y mentalizarnos al respecto para lograr un cambio de cargador rápido y efectivo. Insisto, me gustó la Walther PPS, creo que es la más portable y por ende, la que mejor se dispone para su función, pues a la falta de capacidad en el cargador debemos anteponer estudios serios, como los del FBI, que nos advierten que el noventa y tantos por ciento de los enfrentamientos se resuelven con un intercambio de dos o tres disparos.

 

Cuadro comparativo

 

Saúl Braceras