Browning Maral  SF Fluted HC .30-06

Toda una tradición lo antecede  y a partir de él se creará una leyenda

La primera vez que vi uno de estos rifles fue en la feria IWA de 2013. Mi imaginación me llevó inmediatamente a las monterías, pues era evidentemente su sencillez y rapidez de manejo. Sin embargo, Browning siempre se ha especializado en hacer armas de gran precisión, por tanto, en el Maral podía esconderse una que valiera para muchas más cosas, como el rececho. Gran cantidad de personas creen que la velocidad de un cerrojo va en contra de su precisión, pero si éste se ha fabricado con esmero y calidad no tiene porqué ser así. En armas para batidas he tenido la oportunidad de utilizar muchas, desde rifles express, de palanca, de corredera, cerrojo manual rotativo y cerrojo rectilíneo.  Estos últimos han copado en cierta medida el mercado y no todos son precisos ni seguros. Su motivación es la de siempre, es más fácil limitarse a tirar para luego empujar un asa que además hacerla rotar para un lado y para otro. En la caza podríamos discutir si realmente se necesita dicha velocidad de recarga y hasta si es deportiva. Pero, para no prolongarnos en estos temas, los daremos por zanjados y por buenos.

 

Un poco de historia

Este rifle toma el nombre del cérvido asiático Maral (Cervus elaphus Maral) que pertenece a la misma familia que el Cervus elaphus europeo y que el canadiense o wapití. Es un animal de grandes proporciones y su hábitat es la taiga.

Este es el corazón del Maral, que gracias a su sistema Quick Reloading System se ha convertido en el rifle de repetición más rápido del mercado.

Como he dicho este rifle es un hijo directo del BAR, diseñado originalmente por Browning al cual se le ha quitado su sistema de semiautomatismo y colocado un asa curvada hacia atrás, para que quede a la altura de la mano derecha del tirador.

El Browning BAR (Browning Automatic Rifle) ha sido utilizado desde 1918 por el cuerpo de marines cuando fue enviado a combatir en Francia durante la Primera Guerra Mundial. En 1966 se lo presentó en sociedad en su versión deportiva y desde entonces si se habla de un rifle semiautomático de caza siempre se lo comparará con éste, pues ha sabido acaparar el mercado desde su introducción.

El primer intento de comercializar un rifle de cerrojo rectilíneo por parte de Browning fue el modelo Acera que utilizaba el sistema del BAR sin su semiautomatismo. Su funcionamiento dependía de que el usuario tirara hacia atrás el cerrojo para abrirlo y lo empujara para cerrarlo. Aquí encontramos la primera diferencia y la más importante entre el Acera y el Maral, ya que este dispone del Quick Reloading System, es decir, que no debemos empujar el cierre, este se abalanza hacia adelante por sí solo, gracias a que se le ha colocado un muelle de recuperación y es lo que realmente lo hace tan rápido en su respuesta de recarga.

Si es la primera vez que usted ve un rifle Maral, sobre todo si lo hace del lado izquierdo, pensará inmediatamente en el más famoso rifle semiautomático de caza, el Browning BAR. Esto no es una casualidad, pues dicho a bote pronto, el Maral es un BAR sin el sistema de semiautomatismo.

En 2014 fue presentado en España y desde entonces es un compañero habitual de las monterías. Cabe señalar que hasta el momento nunca escuché ninguna crítica fundamentada, pues algunos comentarios hechos en Internet por los “entendidos de turno” jamás fueron argumentados. Es que… ¡opinar es gratis! Y más en un medio como Internet donde nadie firma con su nombre, por tanto es un reducto ideal para muchos que tiran la piedra y esconden la mano.

El Maral tiene una capacidad de 4+1 cartuchos.

El Maral SF Fluted HC, debido a su cañón acanalado es denominado en inglés “flutted” y las siglas HC es de Hand Cocking, es decir, montaje de percusión manual, pues al percutor para el primer disparo de una serie debemos montarlo a través de la cresta o pulsador que se halla en la parte trasera de la carcasa. Como si de un Merkel o Krieghoff monotiro se tratase.

He visto en foros como algunos han hecho burla del trabajo de otros, como si ellos fuesen capaces de hacer algo parecido al Maral. En la actualidad no creo que haya ninguna arma mala, puede que ésta se preste más a lo que necesitamos que otra, pero el escarnio que leí en el foro de armas, es de mal gusto. Pienso que ninguno de estos señores sean capaces de enhebrar una aguja y, sin embargo, dan cátedra de cómo debe ser o hacerse un rifle. Creo que un poco más de respeto por lo que hacen otras personas no está de más.

 

Un arma diferente

La ventana de expulsión es muy amplia.

El Maral es mucho más rápido que un rifle de palanca y también que uno de corredera, pues en ambos la cara del tirador, sobre todo en el primero, tiende a levantarse perdiendo la línea de miras. En muchos rifles de corredera también ocurre lo mismo. En este Browning de cierre rectilíneo, no. Nuestros ojos siguen en línea con los aparatos de puntería que utilicemos, ya sean metálicos, ópticos, de punto rojo, etc. Y esto se debe a que el cerrojo no sale de la carcasa, al igual que el Acera y el Helix, pero con respecto a éstos no tenemos que empujarlo, solo nos limitaremos a soltarlo, que ya cierra solo, ganado velocidad en la manipulación.

Por tanto, la principal ventaja en el Maral no es su apertura sino su cierre, que es velocísimo debido al Quick Reloading System, el mecanismo que lo impele hacia delante. La primera vez que alguien coge un rifle de estos, lo abre y cierra a mano: error, se abre a mano, pero una vez llegado el cerrojo al final del recorrido se lo suelta como si fuera un arma automática.

Inmediatamente al momento del disparo, la mano derecha ya está cogiendo la bola del asa y en un pestañear el arma ha expulsado la vaina vacía, cogido la nueva –soltamos la bola del asa- y un cartucho nuevo acaba de recamararse, entonces, sin pensarlo, nuestra mano ha vuelto al pistolete. En este lapso el cerrojo ha recorrido 115 mm. de distancia entre una operación y otra.

El pulsador está en posición de armado. Con solo tocar el botón superior lo volveremos a situación de reposo.

El pulsador o cresta de armado de la percusión está en reposo.

 

 

 

 

 

 

 

Vaciar con precisión un cargador de 4+1 es solo cuestión de segundos. En los países civilizados existen cargadores de hasta 10 cartuchos, que de existir en España dicha posibilidad de uso, yo no los utilizaría, pero eso no quiere decir que no me moleste que cualquiera pueda opinar y quitarnos el mencionado derecho.

Su asa de unos 25 mm. de material sintético nos da un agarre correctísimo y, casi sin advertirlo, ya hemos accionado el rifle.

El cargador me recuerda un poco la forma de engarzar de los AK47, pues debemos colocarlo primero por la parte de adelante y luego pivotar para que encastre y quede asegurado. Su retenida está por delante del arco guardamonte. Es amplia y la podemos activar aun con guantes de abrigo y con cualquiera de las manos, aunque el rifle no es ambidiestro.

 

Su utilización

Una vez amunicionado el cargador, tiramos del asa del cerrojo y, como si de un semiautomático se tratase, la soltamos y ya está cargado con bala en recámara, pero para el primer disparo debemos montar el percutor. Mientras sigamos en la misma secuencia de tiro, solo tendremos que cerrojear el arma. Si en un momento debemos desmontar el percutor (solo apretar el botón de la cresta de montado); en el instante en que deseemos reanudar la secuencia de tiro tendremos que volver a armar el percutor a través de su cresta.

El cerrojo propiamente dicho es masivo, como los 7 tetones del BAR que lo verifican y, al igual que éstos, tienen un giro dextrógiro.

En conjunción con un cierre tenemos un disparador que está a la altura del arma, se trata de uno de dos tiempos y tiene en su primera etapa una tensión de 500 gramos y la segunda de 1.500. Sé que esto se debe a reglamentaciones, en general estadounidenses, lo cual prueba que la estupidez es universal. Un disparador debe ser seco y tener una salida limpia con la graduación que se quiera; básicamente no debe tener dos tiempos.

El punto de mira de fibra óptica lleva una regleta de regulación lateral.

El alza de fibra óptica tiene regulación en altura.

 

 

 

 

 

 

 

Esto viene de los tiempos de las armas militares donde todas tenían dos tiempos. La peor de todas en cuanto a disparador era Mosin-Nagant, que se iba endureciendo a medida que se acercaba el instante del disparo. Esto está bien o no para militares, que son gente que carece de adiestramiento en el uso de las armas, pero un cazador, que sabe lo que hace, necesita un disparador a su altura. Insisto, esto se debe a normativas absurdas. No obstante, el Maral con sus dos tiempos bien individualizados da muy buen juego.

Su cañón tiene un bello diseño acanalado, lo diré por enésima vez, el acanalado sirve para dar igual resistencia al (en este caso) cañón, como si fuese entero. Es lo mismo que ocurre con las hojas de las bayonetas, aunque no falta el memo que cree que la acanaladura es para que entre aire en la herida y la infecte. Como decía, el cañón acanalado es de 52 cm y, al igual que el Merkel Helix debido a que ambos cerrojos son largos, los cañones no pueden serlo. Pero para un .30-06 o un 9,3×62 esta longitud es correcta.

 

Culata y otras hierbas

Es de tipo bávara y por tanto encontramos un pequeño lomo de jabalí. Debido el sistema de cierre está formada por dos partes, culata propiamente dicha y chimaza. Al margen, sobre la carcasa del cerrojo hallamos una placa embellecedora (hay varias calidades y motivos) de la misma madera que el conjunto.

El pistolete asimétrico da una mayor seguridad de asimiento.

La calidad de esta parte noble del arma la podemos clasificar en un grado tres. Está rematada por una cantonera Inflex tan efectiva como discreta. Tiene un excelente equilibrio a la hora de encararse el arma.

Me gusta el pistolete, pues da un buen agarre gracias a su calidad de asimétrico. Es bueno recordar que este detalle complica bastante la ejecución de la culata y su correspondiente segrinado, por todo ello, siempre deberemos tomarlo como una particularidad del fabricante. La chimaza es un poco abultada para mi gusto, pero es la moda que se ha impuesto desde hace unos años. Por último, un schnabel remata el puntal.

Como era lógico hacia finales de 2017, la firma introdujo durante una presentación en Escocia dos rifles Maral con culatas sintéticas:

– El rifle Maral SF Composite Nordic HC.

– El rifle Maral SF Composite Brown HC.

Cabe destacar que en las versiones sintéticas hay culatas con lomo regulable en altura que mejoran el encare más allá del tipo de visor que utilicemos. Con esto la toma general del arma se ve beneficiada y por tanto, la precisión también.

 

Una anécdota histórica de  un arma desautomatizada

No es la primera vez que se le quita el sistema de automatismo o semiautomatismo a un arma. Cuando Bill Ruger fue de safari al África en la década de 1960 llevó varios rifles para cazar elefantes, no olvidemos que él era un gran coleccionista de armas clásicas. Pero decidió incluir uno bastante insólito: se trataba de una carabina semiautomática Ruger, calibre .44 Remington Magnum, que por la legislación imperante en dicho continente (que prohibía las armas de esta guisa) se le había quitado el sistema de automatismo y, por tanto, funcionaba tiro a tiro. Con esta carabina y munición blindada de gran penetración abatió un elefante.

No creo que haya sido una buena idea usar un arma de estas características para abatir un paquidermo, aunque el experimento salió bien, pues lo consiguió de un disparo.

 

La limpieza

El lomo de jabalí se esboza tenuemente en la culata.

Como el cañón y cerrojo es un todo, no podemos limpiar el arma por detrás como hacemos con cualquier rifle de cerrojo. Tenemos que hacerlo como si de uno de palanca o corredera se tratase.

Lo dicho, evidentemente, no evita que podamos hacerlo, pues existen baquetas de cable de acero o de nylon, que podemos introducir por la recámara, sacarla por la boca, colocar los elementos de limpieza y tirar a través de toda la longitud de cañón.

Evite por completo baquetearlo por la boca, pues con el tiempo dañará la corona de las estrías. No lo haga bajo ningún concepto.

 

Prueba de tiro

De su distribuidor Aguire y Cía, el Maral SF Flutted HCV vino con un visor de batida Kite 1-6x24i ideal para monterías. Se utilizó munición Winchester de 150 grains Power Point por entender que ésta es una de las más adecuadas para su uso cinegético en España. Sé que muchos cazadores dicen cosas, como: “para montería uso más peso”. Evidentemente, los animales de montería son otros que los que cazamos en un rececho, deben ser más grandes, pesados y duros. No, esto es un claro error, para definir el peso y conformación de un proyectil debemos tener en cuenta el tipo y peso del animal y el hábitat donde lo cazaremos. Por todo esto, para batir un jabalí en España en zona de bosque mediterráneo una punta de 150 grains blanda en un calibre .30” es ideal.

Con este cartucho se obtuvo una velocidad inicial de 2.860 p/s, lo cual está bien teniendo en cuenta la longitud de cañón.

El schnabel es pequeño y contrasta con las dimensiones de la chimaza.

Sin duda, estamos ante el cerrojo rectilíneo más rápido del momento porque no es necesario empujarlo hacia delante para introducir el cartucho en recámara: con soltarlo ya basta, dado que el muelle lo hará por nosotros.

Debido al diseño de la culata y su calibre el retroceso es mínimo.

Un detalle que hay que tener en cuenta para su uso correcto, como en todos los rectilíneos, es que debemos cerrojear con fuerza. Esto tiene una contrapartida para la caza y es el ruido que produce, por tanto, cuando ya nos vemos próximos a una situación cinegética, por ejemplo, al bajarnos del coche, conviene cargarlo sin montar el percutor. De este modo, al acercarnos a una pieza no haremos el menor ruido al montar el sistema de percusión. Además, no hay seguro más “seguro” (valga la redundancia) que un percutor desmontado.

Durante las pruebas de tiro, muchos se sumaron a éstas, pues querían vivir en primera persona la experiencia. A todos les llamó poderosamente la atención el hecho de no tener que empujar el cerrojo y, todo hay que decirlo, nos llevó un tiempo acostumbrarnos a, simplemente, soltar el asa de éste y que el cierre se verificase solo.

En especial un compañero demostró sus habilidades al disparar los cuatro tiros en menos de 4 segundos. Después nos explicó que él tenía un Maral y que lo venía usando desde su presentación en España en 2014.

Obtuvimos unos grupos promedio de precisión de tres disparos en 30 mm. a cien metros.

Por último diré que John Moses Browning estaría orgulloso de su rifle Maral.

Un excelente grupo a 100 metros con munición Winchester de 150 grains Power Point.

Datos técnicos

Longitud total:                  110cm.

Peso:                                    3.2kg

Capacidad de cargador: 4+1

Tensión del disparador:

1º tiempo 500 gr.

2º tiempo 1500gr

Longitud de cañón:        560mm.

 

Nota: Agradezco la cesión del material para este reportaje a Aguirre y Cía., S.A., Calle Trespaderne, 29, 4ª planta, 28042 Madrid. Tel. 91 435 57 40.

 

Saúl Braceras