Hartmann & Weiss  Take-down en  9,3×64 Brenneke

De Hamburgo al mundo

Los lectores de esta revista ya conocen los productos de quienes, quizás, sean los mejores armeros de Alemania. Hartmann & Weiss es una empresa contemporánea, que produce armas de gran calidad, tanto, rifles de cerrojo, monotiros como express. Gerhard Hartmann y su socio, Otto Weiss la fundaron a mediados de la década de 1960 en Hamburgo. El primero inició su aprendizaje en Ferlach, Austria, y Otto Weiss en Merkel, para después pasar por James Purdey & Sons, en Londres, hasta la citada asociación con Hartmann.

El estuche de presentación y transporte está forrado en piel de elefante y el interior es de roble.

Sus rifles express yuxtapuestos están desarrollados en base al cierre Beesley/Purdey y en este caso, han utilizado un cerrojo Argentino Modelo 1909 para nuestro 9,3×64 Brenneke.

 

Un arma para cazar

Teniendo en consideración que lleva un cañón de 65 cm. estamos ante un rifle largo y contundente. Su longitud total es de 120 cm. y tiene un peso de 4,9 k. con su visor Zeiss 1,5-6×42 T* con retícula 11, su sujeción es mediante raíl. Antes de proseguir haré un inciso en cuanto a los visores dotados de este elemento en vez de utilizar anillas. El uso del raíl es positivo, ya que nos permite realizar montajes muy bajos, es decir, que la línea de mira del visor queda pegada al arma, con lo cual no se modifica el encare de la misma.

Su perfil es longilíneo.

Por contrapartida, es algo muy europeo y cuando salimos de este continente no hay repuestos, pues la gran industria americana no los contempla. Estoy seguro que en algún momento, alguien los “inventará” en los EE.UU. y entonces veremos las ventajas de los mismos.

La montura del visor es una Steyr giratoria que, con su simplicidad, asegura un buen funcionamiento.

Lo primero que llama la atención en este rifle es su capacidad de dividirse en dos para mejorar el transporte. Esta característica, conocida con el anglicismo de take-down, debido a su sistema no varía su punto de impacto en cuanto lo armamos y desarmamos. Quiero agregar que La Armería de Madrid en sus rifles de cerrojo también ofrece esta particularidad.

En el que traemos a estas páginas han utilizado un sistema de anclaje que se libera mediante un botón que se ubica en la parte inferior de la chimaza. Tengamos en consideración que cuando se usa este tipo de sistema, los tetones del cerrojo se encastran en las mortajas del cañón, y no como en todos los Mauser basados en el modelo 1898, que lo hacían en la carcasa del cerrojo.

La única mejora que le han hecho al cerrojo Mauser modelo 1909 Argentino es la nuez tipo Winchester 70 de tres posiciones y un disparador regulable tipo Jewel.

La culata es de nogal, como cabía esperar y está rematada en cuerno de búfalo.

 

 

 

 

 

Para accionar el sistema de desarme o take-down debemos pulsar el botón que se halla en la parte inferior de la chimaza y retirarla. Acto seguido, abrimos el cerrojo (no olvidemos que éste se verifica sobre las mortajas del cañón) y tiramos hacia delante del cañón. Para montarlo es el proceso inverso.

Tiene un cerrojo Mauser modelo 1909 Argentino, que es el que en general todos los armeros finos del mundo utilizan, dadas sus bondades que lo destacan entre sus hermanos. Esto no es capricho sino que ya en aquella temprana época este cerrojo aportaba características de aceros casi inoxidables y un acabado fuera de lo común para un arma militar.

La única mejora que le han hecho al cerrojo es la nuez tipo Winchester 70 de tres posiciones y un disparador regulable tipo Jewel. Es destacable que a un sistema desarrollado hace 118 años solo podamos hacerles éstas.

Su largo cañón de 65 cm. tiene aparatos de puntería metálicos, compuesto por un alza con dos librillos abatibles para 100 y 200 metros. El punto de mira es doble, ya que lleva uno más grueso y con un inserto de marfil para usar bajo malas condiciones de luz. Hacia la mitad lleva el típico encastre británico para la anilla porta-correas.

El punto de mira es doble, ya que lleva uno más grueso y con un inserto de marfil para usar bajo malas condiciones de luz.

Hacia la mitad del cañón lleva el típico encastre británico para la anilla porta-correas.

La culata es de nogal, como cabe esperar, y está rematada en cuerno de búfalo. Su filosofía es totalmente británica, como suelen ser en estos rifles que, curiosamente, representan lo mejor de Alemania. Está rematada por una cantonera de goma negra.

El pistolete, tipo Príncipe de Gales, está rematado por un colotro que porta en su interior un punto de mira más alto que permite regular el alza a 50 y 100 metros. Al igual que la carcasa del cerrojo y la tapa del cargador lleva un grabado floral o english scroll y una terminación jaspeada.

Su chimaza es elegante; sin menoscabo de un buen agarre. Como es lógico en las culatas que utilizan este sistema de desarme, la misma se compone de dos partes que, cuando entran en contacto, lo hacen con boquillas o embocaduras metálicas.

Hartmann & Weiss ha utilizado un sistema de take-down cuyo anclaje se libera mediante un botón ubicado en la parte inferior de la chimaza.

El grabado floral y su acabado en jaspe denotan la exquisitez del arma.

El estuche de presentación y transporte está forrado en piel de elefante y el interior es de roble. Una aclaración: el concepto de estuche de transporte, jamás implica el viajar en avión; pues si a mi maleta de acero inoxidable los funcionarios del aeropuerto la rompieron, me imagino que con ésta tostarían el pan del bocadillo. Dentro podemos hallar todos los elementos necesarios para la limpieza y conservación del arma, como es lo lógico en un arma que nueva ha costado más de 65.000 euros.

 

El cartucho

El 9,3×64 Brenneke fue el más potente que diseñó Wilhem Brenneke, uno de los diseñadores de proyectiles y cartuchos más prolíficos de la Alemania de principios del siglo XX. Su potencia es comparable a la del .375 Holland and Holland Mágnum, aunque los defensores de uno y de otro dicen que el suyo es más potente.

El único inconveniente de este cartucho, que fue muy utilizado en África, es que cuando la mayoría de los países decidieron que el calibre mínimo para la caza de elefantes debía tener un diámetro de 9,5 (.375”), el 9,3 quedó fuera. Pero esto nada tiene que ver con su potencial, es algo de índole legal y sabemos que cuando alguien hace reglamentaciones, en general, no suele tener mucha idea sobre lo que regula.

El colotro guarda un punto de mira más alto que regula la puntería a 50 y 100 metros.

La pieza de cierre de la tapa del cargador es la típica del cerrojo Mauser Modelo 1909 Argentino.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De este modo, tanto el 9,3×64 Brenneke como el 9,3×62 de Otto Bock o el 9,3×74 R quedaron prohibidos para la caza peligrosa. Claro está, que aunque el 9,3×62 y el 9,3×74 R eran los cartuchos más populares en las colonias belgas, francesas y alemanas de África para la caza del elefante, eran marginales en cuanto a potencia, pero un disparo puesto en su sitio siempre suele hacer lo que se espera de él. De hecho, hasta hace relativamente poco RWS fabricaba munición con proyectiles blindados para estos cartuchos con ese fin.

En el caso del 9,3×64 Brenneke estamos ante un cartucho que coloca a 2.830 p/s. un proyectil de 286 grains y a 2.605 p/s uno de 293 grains, es decir, lo mismo que un .375 Holland and Holland Mágnum.

 

Pegando tiros

Aprovechando una visita a la finca de su dueño, pudimos apreciar las bondades en cuanto a la precisión del Hartmann & Weiss en 9,3×64. Con un apoyo de fortuna logramos hacer varios grupos cuyo diámetro no superaba los 24 mm. a cien metros.

Tres disparos con munición recargada por su dueño a 100 metros.

Como en todos los rifles de estos fabricantes, accionar su cerrojo es súper suave y su equilibrio nos permite manejarlo con total comodidad a pesar de sus casi 5 kilos.

Tiene, como es de esperar, un retroceso como el de un .375 Holland y que es el cartucho que más he utilizado en mi vida, además al 9,3×64 lo he usado en tres o cuatro oportunidades y es agradable de tirar. Tiene el inconveniente que si salimos de Europa y nos pierden la munición, se acabó, y tendremos que usar un rifle que nos presten.

Dicho esto, el rifle es un sueño y bien vale el dinero que Hartmann & Weiss pide por él, sólo debemos romper la hucha, si es que aún nos queda algo.

 

Saúl Braceras