ARobert Schüler Calibre 8×60

La calidad de las armas clásicas

Es altamente llamativo que las armas clásicas e inclusive las antiguas (siglos XV en adelante) nos hayan llegado en perfectas condiciones a nuestro presente. Cabe pensar si todas las actuales, en las que los materiales sintéticos campan, las podrán heredar nuestros hijos… Y no me atrevo a pensar en los nietos.

Un armero de Colonia

Robert Schüler fue un armero de hondas raíces en Turingia y sobre todo en Suhl, pero después de la Primera Guerra Mundial se radicó en la ciudad de Colonia. La antigua ciudad romana conocida como Colonia Claudia Ara Agrippinensium en alusión a la emperatriz Agripina, esposa del emperador Claudio y madre de Nerón, ganó fama como la mayor de Alemania en la Edad Media y fue desarrollándose con los años como un gran complejo industrial a orillas del Rin hasta nuestros días.

Una adecuación a la modernidad ha sido el disparador tipo francés.

Durante el periodo de entre guerras, la ciudad vivió un gran esplendor debido a sus industrias, dentro de la pobreza en la que estaba sumida el resto de Alemania dado el resultado de la Primera Guerra mundial.  Sobre este tema volveremos cuando analicemos el cartucho que utiliza el rifle en cuestión.

La ruina en que se sumió el Imperio Alemán después del Tratado de Versalles en 1919 fue la clave para que armeros como Schüler se radicasen en Colonia en un intento de escapar de tal suerte adversa.

Antes de proseguir con este artículo a vuelapluma quiero advertir que Robert Schüler nada tenía que ver con August Schüler, el creador de cartuchos como el 8×68 S o el 12,7 homónimo más conocido como .500 Jeffery. Con respecto a este último y potente cartucho, Schüler se adelantó por unos meses a la firma británica en patentarlo. Las dimensiones son casi idénticas y, de hecho, hace unos años escribimos con mi querido y ya desaparecido amigo, Don Jesús Sud, un artículo sobre estos dos cartuchos.

Con punta Sierra de 175 grains se obtenía una velocidad promedio en boca de 833 m/s, con una diferencia de 20 cm. en tres disparos. Cabe destacar que nunca había visto una regularidad tal en un rifle. La otra munición utilizada fue la Privi Partisan con punta Grom que supo mantener la misma velocidad (833,8 m/s) con 185 grains, como vemos en la pantalla del Chrony.

Robert Schüler trabajó en Suhl para varios armeros y fue fundamental para su aprendizaje. Éstos fabricaban armas para estamentos más modestos de la población, la cual estaba totalmente empobrecidas y por tanto, sólo le quedaba la otra parte de ésta, como posible clientela: la aristocracia, la clase industrial y el mercado extranjero. Por todo esto, fue más conocido por sus armas basculantes de gran acabado, como rifles express y drillings que por sus rifles de cerrojo, lo cual hace que el que traemos a estas páginas tenga una mayor rareza.

Su actividad se desarrolló a comienzos de la década de 1920 y se incrementó hacia 1930, posteriormente contribuyó al esfuerzo bélico, no se sabe a ciencia cierta, nolens volens, si por afinidad con el régimen nazi u obligado a ello por las circunstancias.

En torno a este armero alemán hay bastante falta de conocimientos sobre su vida, pero sí se encuentran armas con cierta asiduidad, que salieron de sus talleres, sobre todo de la última época. Éstas eran en general muy ornamentadas y, excepcionalmente también hizo rifles de caza de cerrojo más sobrios como el que traigo a estas páginas. De todas formas, sus armas son bien cotizadas en el mercado internacional por entenderse que gozaban y gozan de gran calidad.

Factiblemente cerró sus puertas hacia fines de 1944 o comienzos de 1945.

 

El rifle

El punto de mira es del tipo torpedo y corona un rampón.

Estamos ante uno de cerrojo Mauser 1898 al que se le colocado un cañón de 63 cm hecho por la firma Krupp de Essen de acero fluido y sobre éste encontramos la firma, Robert Schüler Köln.

El cañón es de sección redonda, sobre el mismo hallamos un alza de un librillo y una hoja fija. El punto de mira es del tipo torpedo y corona un rampón. Su longitud es óptima para un cartucho como el 8×60 S, que es comparable en toda regla a un .30-06.

Otra adecuación muy criteriosa a nuestros tiempos es el seguro tipo Winchester 70.

Sobre el cerrojo y con un montaje Akah se le ha colocado un visor Swarovski Habicht Nova de 2,2-9×42, con retícula 4. Cabe agregar que la cruz era fina con lo cual se podía apuntar muy bien.

El cerrojo es un Mauser Oberndorf al cual se lo ha actualizado a lo largo de los años con varias adecuaciones. Una muy criteriosa para nuestros tiempos ha sido el seguro tipo Winchester 70 y la otra es el disparador de pelo francés. Ambas modernizaciones son excelentes por su funcionabilidad, también nos habla del cariño de sus dueños hacia este rifle de caza mayor anterior a la Segunda Guerra Mundial.

La culata es recta y su pequeña carrillera la introduce dentro de la filosofía británica en cuenta a éstas.

La culata es de un bello escalaborne de nogal rojizo y está rematada por un puntal de cuerno de búfalo. Es destacable el segrinado en punta de diamante que corre por la misma y por el pistolete. Este último tiene un buen grado de inclinación, lo cual redunda en un asimiento firme.

La parte noble de este rifle es de filosofía británica, lo cual también nos esboza la posibilidad de haber sido hecho con la idea de exportarlo al imperio de Albión. De ahí su pequeña carrillera y su corte recto. En la pala de la culata hallamos una cantonera roja que enaltece el conjunto.

 

El cartucho

Versalles fue un tratado de paz que se firmó en la ciudad homónima al final de la Primera Guerra Mundial por más de 50 países. Éste acabó de forma oficial con el estado de guerra entre los Imperios Centrales y los Aliados durante la Primera Guerra Mundial. Fue firmado el 28 de junio de 1919 en la Galería de los Espejos del Palacio de Versalles, donde exactamente había nacido el Imperio Alemán (18 de enero de 1871) después de la Guerra Franco-Prusiana (es famosa la pintura de Anton von Werner al respecto).

Volviendo al cartucho 8×60, fue una consecuencia más del Tratado de Versalles que prohibía a los alemanes los rifles en calibre 8×57 JS y J, entonces, con una pequeña y barata transformación se los convirtió al 8×60 S; es decir, alargando la recámara  3 mm. Los primeros en usar esta solución fueron los que utilizaban el cartucho 8×57 JS y JRS (calibre .323”), posteriormente los 8×57 J y JR (.318”) también fueron convertidos.

Asimismo, se hizo una carga más fuerte que se denominó 8×60 Magnum y Magnum Bombe que elevaba su potencia a casi un .300 Holland and Holland Mágnum.

En el campo de la recarga, que su dueño actual maneja con tanta soltura y exactitud, con 48 grains de Tubal 5000 y 175 de Sierra Prohunter en tres disparos logró la siguiente velocidad inicial: 833,1; 832,9 y 832,8 m/s. Como vemos, la diferencia de velocidad es mínima, nunca había visto tal regularidad en una recarga. Y con esta receta a 100 metros de distancias se logró un grupo de 17 mm.

El alza es de un librillo y una hoja fija. Obsérvese el puntal de cuerno de búfalo.

Para finalizar con la recarga, para aquellos que tengan un 8×60 S y no sepan cómo empezar, pueden hacerlo con las tablas del 8×57 JS y JRS, pues al ser la vaina mayor en 3 mm., ésto mantiene un límite más que adecuado de seguridad.

También utilizamos la munición  Privi Grom de 185 grains. Ésta nos dio una velocidad inicial de 833,1 m/s; es decir, la misma pero con 10 grains más de peso de punta. Evidentemente más cargada, aproximándose más a la 8×60 Magnum Bombe e igual de eficiente.

Como podemos observar el rendimiento final del 8×60 S es idéntico a un .30-06. Para aquellos que no tengan vainas o munición que sepan que Privi Partisan carga el 8×60 S y que la armería Izquierdo, C/Muñoz Grandes, nº6, 13630 Socuéllamos (Ciudad Real), tel.: 926 53 11 46, dispone de ellas.

Sobre el cañón de este express superpuesto también podemos leer el nombre de
Robert Schüler.

Para aquellos lectores que no vivan en territorio español y carezcan de vainas del 8×60 S, las pueden hacer recortando las del .30-06. Pero, deberán tener la precaución de medir el espesor del cuello, pues en algunas marcas que utilizan más material en sus vainas, al recortarlas puede que esta medida sea muy gruesa y al colocar el proyectil ya no puedan recamarar el cartucho cargado. En dicho caso, se debe escarear el cuello internamente a la medida pertinente o usar los diferentes elementos que hay en el mercado que hacen este trabajo por fuera.

 

La prueba

Con la munición recargada con 48 grains de Tubal 5000 y 175 de Sierra Prohunter iniciamos una prueba a cien metros de distancia. El rifle tenía su visor Swarovski Habicht Nova de 2,2-9×42 perfectamente regulado, con lo cual los disparos iban al centro de la diana internacional desde el primer momento.

Express calibre 8×57 JRS fue hecho por Robert Schüler en plena época nazi como lo demuestra el águila y la letra N del banco de pruebas de Suhl. El montaje que utiliza el visor Zeiss es una adecuación de este armero al conocido como Vienés.

La precisión fue excelente lográndose un grupo de 17 mm.; también usamos la Privi Partisan con punta Grom de 185, que demostró su buena calidad y contundencia. Y con esto creo que poco más se puede agregar, sólo decir que estos rifles clásicos siguen dando lo mejor de sí más allá de los años.

¡Buena caza!

Saúl Braceras