Rifle Krico con culata sintética

Con una de las mejores relaciones calidad-precio

Antes que nada, me gustaría aclarar un error, en Internet he leído que todos los que han escrito sobre este rifle lo asocian con la firma alemana del mismo nombre comercial derivado de Kriegeskorte GmbH, fundada en 1878, por Robert Kriegeskorte y que al menos puedo decir que hasta 2007 funcionaba. En la actualidad, no lo sé a ciencia cierta, y no quiero dar una información errónea, a la que Internet es tan asidua.

En esta plataforma conocida como Internet, ya lo he dicho en varias ocasiones escribe cualquiera, las cosas que se dicen no se corresponden con la realidad, ya que este Krico es un rifle italiano y nada tiene que ver con Alemania. Sí, tienen o tenían, si es que Krico alemana no está más en el mercado, una cosa en común: ambas empresas (la actual italiana y la conocida alemana) fabrican o fabricaron armas de buena calidad y por ello traigo a estas páginas a este nuevo Krico nacido en el país de Dante.

 

Un arma de caza y algo más

Me gusta su diseño. Es elegante, permite un encare perfecto y me atrevería a decir que nada tiene que envidiar a otros de mayor precio.

La tapa del pistolete es de acero a juego con el pavonado mate del rifle.

Como sabemos, es un rifle económico y para asegurar su buen funcionamiento y hasta su estética, utiliza una culata sintética con apariencia de madera que le hace justicia. Creo que siempre conviene en armas de precios ajustados la opción de las culatas sintéticas, ya que cuando éstos están tan comprimidos, las buenas maderas son caras y las que se pueden poner dentro de estas cotas suelen ser anodinas. Al margen de esto, debemos tomar en consideración que las culatas sintéticas son inamovibles y suelen dar unos resultados en cuanto a precisión muy por encima de las de madera.

 

El corazón del rifle

Su cerrojo recuerda a otro excelente y muy robusto, me refiero al Remington 700. Para cumplir su tarea se vale de dos tetones en la cabeza, a la que han retranqueado mediante un fresado y así cubrir la totalidad del culote, evitando cualquier riesgo para el tirador en caso de rotura de la vaina del cartucho. También allí encontramos la uña extractora y el botador activo.

El asa hace de tercer cierre al adentrarse en el cajón de mecanismo. Allí vemos que el seguro lateral actúa directamente sobre el disparador y, además, traba al completo el accionamiento del cierre.

El glass bedding y su cajeado que, al ser por impresión, es perfecto.

 

 

 

 

 

 

 

El disparador es regulable y nos permite dejarlo muy afinado, aunque en un arma de caza no conviene dejarlo “al pelo”, como muchos “manitas” suelen hacer para facilitar los disparos de precisión, olvidándose que también facilitan los accidentales.

Es llamativa la retenida del cerrojo por su buena disposición y funcionamiento. Otro aspecto, que en la actualidad se sigue discutiendo, es la ventaja o no de los cargadores extraíbles contra los que no lo son. Particularmente, me dan más seguridad aquellos que no lo son, por ejemplo, el del Mauser 1898. Los extraíbles aportan velocidad de carga, si tenemos dos, pero ante esta supuesta ventaja, puedo decir, que yo no la veo como tal, ya que, en la caza no necesitamos esa velocidad de recarga como en un rifle militar. Y tienen el inconveniente del posible extravío. Por tanto, me parece una buena idea que este Krico tenga un cargador tipo Mauser.

El alza tiene regulación en deriva.

El cerrojo está basado en el universal Remington 700.

 

 

 

 

 

 

Para poder lograr un peso excelente, 3 kg., para un arma que debe ser cómoda al portarse hay partes metálicas que se han hecho en material ligero como el guardamonte, curiosamente la tapa del cargador es de acero.

El cañón tiene una longitud de 56 cm., que al relacionarlo con el cartucho que dispara, el .30-06, le saca un buen rendimiento balístico, un compromiso entre la comodidad y facilidad de manejo. No ocurre lo mismo con los cartuchos mágnum que mantienen esta longitud de cañón con lo cual no le sacan el rendimiento debido. Por tanto, en todos los rifles recamarados a cartuchos estándar y mágnum la longitud es de 108 cm. Y hablando de cartuchería, su cargador tiene capacidad para cinco cartuchos estándar o tres mágnum. Para descargarlo presenta una tecla de apertura de cargador muy similar a los Mauser deportivos originales o a los militares como el modelo 1909 Argentino.

El cañón ha sido pavonado en negro mate y forjado en frío por el método de martilleado, aspecto que lo predispone para que tenga una precisión llamativa, como más adelante veremos. Sobre éste se encuentran las miras de hierro, con un alza con regulación en deriva y un punto que lo hace en altura. Llamativamente, estos elementos están hechos en acero, lo cual se contradice con su filosofía de hacerlo más ligero, ya que bien podrían haber sido de aluminio.

La retenida del cerrojo está a la altura de rifles de mayor precio.

 

 

 

 

 

 

Para acrecentar su precisión le montamos un visor  Dall Sheep de 3-18×50 IR con retícula iluminada en dos tonos: verde y rojo. Además, en vez de clics utiliza un reóstato con lo cual se gana más precisión en la luz necesitada y no como en los que saltan de un clic a otro. Además, aporta en su torreta izquierda, junto al reóstato de la retícula iluminada, un corrector de paralaje lateral. Esto último es un acierto, ya que podemos usarlo como un range finder a grosso modo.

Las torretas de corrección lo hacen de a un cuarto de pulgada a 100 yardas; es decir, que corrigen 6,35 mm. a dicha distancia, lo cual para un rifle de caza está muy bien.

Para montarlo utilicé un rail Picatiny y unas anillas Bat de 30 mm.

 

La culata

Nuestro Krico tiene dos acabados en cuanto a este elemento constituyente del arma: una versión de madera y la otra sintética que simula serlo. Como ya he dicho, en estos casos de precios muy ajustados siempre conviene la opción de las culatas sintéticas, ya sea por estética o por rendimiento, pues éstas dan mejores resultados en cuanto a precisión muy por encima de las de madera y tienen una resistencia a los factores meteorológicos muy superior.

Obsérvese el buen pulido y el perfil de los planos.

El disparador es totalmente regulable.

 

 

 

 

 

 

 

En su diseño se ha mantenido un esbozo de lomo de jabalí que, al ser tan ligero, no incrementa durante el retroceso el relevamiento del arma. Ésta va rematada con una cantonera de goma negra. Lleva una carrillera y tanto en el pistolete como en la chimaza encontramos un picado muy adherente. En esta última, su filosofía es bastante americana en cuanto a sus dimensiones, los rifles europeos suelen llevar unas culatas más ligeras. Pero, debo decir, que se empuña bien y, nuevamente, recalco el buen asimiento del picado.

El pistolete es asimétrico, un detalle que me encanta pues llena bien la mano tiradora y nos da un punto más de seguridad al encararlo. Su ángulo es agradable y refuerza su asimiento.

 

La prueba

Para este estadio de mi análisis sobre el Krico utilicé munición Winchester Silvertip de 180 grains, que aunque me parece un poco pesada para la fauna ibérica es, por otro lado, muy estable y consistente en precisión.

Utilizando un cartucho dummy o alivia-muelles probé el disparador, ya que nunca me ha gustado hacerlo en seco, es decir, sin munición. Éste viene de fábrica a 2 kg., pero lo podemos regular a satisfacción, no dejándolo nunca por debajo del kilo por razones de seguridad.

Una correcta y eficiente cantonera de goma negra.

 

 

 

 

 

 

 

Debo agregar que tiene una salida limpia y sin arrastres y, a pesar de estar a 2 kilos, pude hacer unos disparos muy precisos con la munición Winchester. También me gustó mucho su manejabilidad, tal vez porque estoy acostumbrado a rifles más pesados y tener en mis manos uno de 3 kilos fue más que agradable.

El cerrojear el arma me pareció un poco recio, sobre todo a la hora de montar el percutor, quizás un repaso y un pulido más acabado no estaría de más. Pero en todas estas cosas siempre debemos tener en cuenta su precio más que ajustado.

La chimaza es amplia.

La prueba la realicé a 50 metros, que en realidad no es distancia para un arma como ésta, pero es lo que hay. Hice cuatro grupos de tres disparos y publico el que entiendo ha sido el que más se acerca al promedio con 18 mm. entre centros.

 

A modo de despedida

Tres disparos con 18 mm. entre centros

 

El rifle Krico italiano ha demostrado su buena factura y excelente rendimiento sin tener que pensar en mayores emolumentos de dinero para conseguir un rifle práctico y preciso. Todo un acierto.

Nota: agradezco la cesión del material para este reportaje a Sport Jagd, Avda. Príncipe, 57, 30820 Alcantarilla, Murcia, tel.: 968 89 46 85, sportjagd@teleline.es

José Cid