SIG-SAUER MPX

Una generación de subfusiles

Nacido en la planta que el grupo SIG Sauer tiene en los Estados Unidos, ubicada en la ciudad de Exeter, este interesante subfusil ha sido pensado inicialmente para cubrir las necesidades del mercado norteamericano sin descuidar los requerimientos de otros mercados.

Desde esta factoría se lanzaron igualmente productos muy relevantes, altamente competitivos y de elevada capacidad de transformación como seríian en su momento la gama de pistolas semiautomáticas P-250. Sobre esta semiautomática, la gama P-250, con la cual comparte algunos rasgos característicos como serían: modularidad, capacidad de transformación, estilo e incluso la geometría de su empuñadura; les habamos desde estas páginas en el momento de su lanzamiento. De otros modelos igualmente interesantes, destacaremos los estándares relacionados con el entorno M4 definidos en la marca SIG como SIGM400, junto con su evolución natural hacia el SIG516 también en calibre 5,56×45 mm y el SIG716 preparado para disparar la munición 7,62×51 mm; todos ellos, antecesores del modelo que hoy nos concierne.

Probado en condiciones extremas de congelación, agua o barro, según el fabricante, después de cada una de ellas ha demostrado un comportamiento normal en condiciones de disparo

Regresando a la familia MPX, este nuevo modelo, rompe los moldes del concepto básico de los subfusiles, tanto en lo concerniente a su modo operativo como a la combinación de opciones, calibres y posibilidades de desarrollo. Hasta ahora, las diferentes marcas fabricantes de este tipo de arma introducían una llamémosla base y sobre la cual, con el tiempo, se desarrollaban y constituían otras opciones; mientras que en esta ocasión SIG Sauer aborda el problema de una manera integral, combinando a un modo operativo con la combinación de tres calibres esenciales: 9 mm. Parabellum, .40 S&W y el siempre interesante .357 SIG. El lanzamiento de cuatro variantes determinantes es otro aspecto claramente diferenciador, comenzando con la más compacta conocida como K, pasando por la P, evolucionando hacia la versión silenciada de manera integral SD, llegando después a la más generosa en dimensiones denominada variante carabina o C; todas ellas incorporan opciones propias y definidas.

Otros aspectos nada desdeñables son la combinación de nuevos materiales, entre estos hallamos los ligeros guardamanos fabricados en fibra de carbono; las culatas plegables como alternativa a las versiones estándar retráctiles, o los cargadores fabricados en material plástico.

La ergonomía, junto al acceso a los mecanismos operativos del arma son otros de los valores relevantes de este concepto. Sin descuidar la facilidad y rapidez con la que puede efectuarse el mantenimiento, transformación de calibre o adecuación a los requerimientos de la misión; en este último aspecto debemos contar igualmente con los raíles estándar picatinny, sobre los cuales puede incorporarse con facilidad cualquier elemento de puntería o complemento útil para la misión.

 

Sistema operativo, versiones y calibres

Uno de los aspectos realmente interesantes del MPX, es sin lugar a dudas su modo de operar completamente innovador en el sector de los subfusiles; de todas maneras, es bien conocido en otro tipo de armas como son las semiautomáticas de calibres más potentes, entre las que se hallarían los fusiles de asalto u otros como muchos modelos destinados  a otros menesteres cono pueden ser la caza.  De esta manera, es el primer subfusil que opera mediante el innovador sistema de acerrojamiento giratorio bloqueado y completamente cerrado. Igualmente, su accionamiento semiautomático se ejecuta mediante toma de gases en una parte del cañón; para ello, trabaja con una carrera corta del pistón, el cual actúa directamente sobre la cabeza del cierre giratorio. Según el fabricante, el modo de disparo desde una posición completamente cerrada y bloqueada, le confiere gran seguridad operativa y le proporciona un buen comportamiento en el terreno de la precisión.

Una de las versiones más llamativas del modelo es, sin lugar a dudas, la MPX-K. Sus compactas dimensiones y peso reducido hacen de él un arma muy adecuada para variados tipos de misiones

Entre las facultades más destacables de este sistema de armas, recalcaremos su disponibilidad en tres diferentes calibres. Normalmente el cartucho estándar más utilizado en los subfusiles suele ser el 9×19 mm ó 9 Parabellum, una munición muy utilizada en todo el mundo. Pero en los últimos tiempos ha tomado cierta importancia, sobre todo en los Estados Unidos y en el apartado de las pistolas semiautomáticas e incluso en los subfusiles,  una munición con mayor energía como es el .40 S&W. En ese sentido el MPX cuenta con esta alternativa, así como la posible adquisición en el calibre .357 Sig, un cartucho relativamente moderno y que de alguna manera pretende combinar las cualidades de los dos anteriores. La facilidad de transformación entre los diferentes calibres, es otro de los argumentos de éxito que esgrime la marca; sobre la carcasa y mecanismos operativos del armazón, sustituyendo: el cañón mecanismos del sistema de cierre y cargadores, se puede cambiar en pocos minutos el calibre del arma, eligiendo con ello aquella  que el usuario considere más adecuada en cada momento.

Otro de los referentes de esta arma semiautomática es la cadencia de fuego, según el fabricante nos hallaríamos en un valor medio de 850 disparos por minuto, bastante normal para en el apartado de subfusiles.

En otros muchos aspectos prácticos y operativos, toma igualmente referencia del concepto M16/M4/AR15 ó lo que es lo mismo los modelos propios como son los SIG516/SIGM400; en ese sentido destacaremos las palancas y sistemas externos destinados a ejecutar la alimentación del primer cartucho contra la recamara. Similar es el sistema de cierre de la ventana destinada a la extracción de las vainas, en el bien entendido que ha sido dimensionado en tamaño para facilitar la expulsión de las vainas utilizadas por el subfusil. Otros elementos, sin embargo, acentúan las diferencias con sus antecesores; en ese apartado, nombraremos la culata retráctil estándar, muy en línea con alguno de sus futuros competidores como sería el MP5 de la alemana Heckler und Koch; entendiendo que aquí se adapta a requerimientos muy propios en cuanto a dimensiones y formas.

Otros motivos que nos recuerdan la inspiración en el M16 son, el botón destinado a liberar la retención del cargador, la palanca de la retenida del cierre; e incluso guarda un elevado parecido el selector de seguro y modo de disparo. En este apartado, además de la posición de seguro, el mencionado selector permite optar por la posibilidad de disparo tiro a tiro o la de ráfaga (full auto), a excepción de la versión C en la que restringe a las posiciónes de tiro a tiro y seguridad. La geometría exterior, define ya una figura compacta, materializada en una elegante y ergonómica empuñadura de pistolete que toma formas y estándares de  otros conceptos de armas de la marca. El armazón integra de igual manera el estilizado guardamonte, allí donde se halla comprendida la acción del disparador; abundando al igual que los nombrados referentes en las ambidiestras características para los elementos externos destinados a operar el arma. En la parte adelantada, encontramos el alojamiento o entrada par el cargador, de generosas y estudiadas dimensiones, con una configuración semicónica o de embudo, pensada para hacer más fácil la entrada del cargador. Desde la posición de arma empuñada, debemos hacer notar que el acceso a todos los elementos operativos y de seguridad es extremadamente fácil y cómoda para el operador, en buena medida una derivada de su ya nombrada concepción ergonómica.

El supresor integral es lo más destacable del MPX-SD, en lo demás comparte la mayoría de los componentes con los otros miembros de la gama

Repasando las versiones y opciones, sobre la base de un estándar básico configurable, nos encontramos con cuatro posibilidades diferentes y bien definidas por características de longitudes y pesos, e independientes del calibre elegido. El MPX estándar tendría un peso sin cargador de 2,1 kilogramos, una longitud máxima total de 610 mm con culata desplegada, en la versión compacta se reduce a 425 mm cuando se opta por el retractilado; montando para ello el cañón de 165 mm de longitud. La versión más corta, conocida como MPX-K, montaría un cañón de 114 mm de longitud incluido en el peso total sin cargador de 2 kilos, en la versión más reducida supondría una longitud de 374 mm, alargándose hasta los 559 mm cuando la culata está desplegada. La alternativa MPX-P, también conocida como pistola sería a su vez la de menor peso, en buena medida debido a que en lugar de los railes Picatinny metálicos montaría un guardamanos mucho más ligero fabricado en fibra de carbono; entonces el peso se reduce a 1,9 kilos (reduciéndose 100 gramos) respecto a la versión K, la longitud total sería entonces de tan sólo 338 mm. al no incorporar la culata.

La alternativa silenciada integral es conocida como MPX-SD, pasando así a ser la más pesada con 2,9 kilos; la longitud con culata recogida será de 653 mm y desplegada se situará en los 838 mm, incorporando su vez un cañón silenciado de 165 mm.

En el último puesto hemos dejado la MPX-C, que en realidad es una carabina que toma la mayoría de los componentes de la plataforma base del subfusil; con un peso también sin cargador de 2,7 kilos y montando el cañón de 165 mm; añadiendo los anillos de prolongación nos queda una longitud de 678 mm si la culata esta recogida, y de 864 es su máxima longitud.

La versión C o carabina difiere de las anteriores también por su selector de tiro; al considerarse una versión civil, solamente dispone de las posiciones de seguro y tiro a tiro, sin contar con la opción a ráfaga completa como los demás modelos. Todas estas magnitudes, nos dan una idea general de los aspectos estándar esenciales y definitorios de este sistema de armas,  entendiendo que sus posibilidades de desarrollo le permiten una transformación evolutiva circunscrita a las ideas y requerimientos de cada usuario.

En el aspecto práctico, como viene siendo habitual en las armas modernas, la firma SIG Sauer ha sometido a este subfusil a toda suerte de exigentes ensayos, a fin de evaluar y comprobar que cumple con los requerimientos de diseño. Probado así en condiciones extremas de congelación, arena, agua o barro; siempre según el fabricante, después de cada una de ellas ha demostrado un comportamiento normal en todas sus condiciones de disparo. Sometida igualmente a las pruebas de disparo o fuego continuado, lo que en algunos casos se denomina saturación, allí también ha corroborado excelentes resultados.

 

La modularidad en el centro de su diseño

Visto que nos hallamos ante el primer y de momento el único subfusil que permite al operador cambiar la longitud del cañón, calibre y configuración en el campo; pensado todo ello para adaptarse mejor a los requerimientos de la misión. Es entonces adecuado que analicemos con mayor profundidad otros factores que inciden de manera igualmente decisiva en valores esenciales como son la flexibilidad y por ende su concepción como plataforma modular.

Las capacidades de evolución, transformación o crecimiento se hallan entre sus virtudes más notables

En la concepción de este completo y conceptual sistema de armas, intervienen varios factores clave que complementan la ya renombrada modularidad, de una parte; de una parte el uso de materiales clásicos como es el acero o aluminio en las puntos indispensables, de la otra la opción de la fibra de carbono u otros materiales sintéticos destinados a reducir sus pesos totales. Como base de partida, el subfusil ha sido desarrollado en el entorno de un armazón, empuñadura y la embocadura de cargador estandarizado; completado todo ello mediante las carcasas envolventes, en cuyo interior y de manera concéntrica se ubican los diferentes tipos y tamaño de cañón flotado. Esta última estructura exterior se complementa mediante las opciones de guardamano existentes; allí la adaptabilidad añade valor a la configuración elegida por el usuario. Como guardamano estándar, en la mayoría de los casos, sería en de aluminio, el cual aporta los raíles picatinny que siguen el estándar M1913 y sobre los cuales podrán fijarse toda suerte de accesorios o complementos deseados por el usuario. La alternativa al anterior sería el guardamano fabricado en fibra de carbono, mucho más ligero pero menos agresivo y capaz de incorporar elementos externos. Esencialmente, la fibra de carbono suele venir asociada a los modelos carabina o C y  a las alternativas P considerado como pistola; dejando para las versiones  K o SD más tácticas, la alternativa metálica.

En la parte superior y recorriendo todo el monolítico cajón de mecanismos y carenado del cañón, incorpora un raíl integral picatinny siguiendo igualmente el estándar M1913; en su porción más avanzada se ve prolongado por la conjunción con la empuñadura. Sobre este carril corrido pueden instalarse toda suerte de elementos de puntería; las miras mecánicas abatibles son en nuestro tiempo una moda muy apreciada, pero éstas no condicionan tampoco el empleo de otras alternativas como pueden ser los visores holográficos o de punto rojo. La firma SIG ofrece alternativas propias como son las “Reflex Sight” o miras reflex, un elemento muy compacto que pudimos ver montado en el mismo subfusil. Retornando al raíl superior, el montaje de las miras mecánicas abatibles en los extremos más alejados, nos daría el radio de miras y con ello las longitudes máximas de aplicación; mientas para la versión C o carabina así como la silenciada o SD tenemos un radio de 371 mm, la alternativa compacta estaría en los 218 mm y P se situaría en los 270 mm totales.

La culata retráctil es un elemento normal de todos los modelos a excepción de la versión P, dicha culata dentro de su recorrido telescópico tiene tres posiciones, lo cual permite buscar la mejor utilidad para cada momento. La anterior puede igualmente sustituirse por una opción plegable lateralmente y disponible en el catálogo de la marca. Otro accesorio disponible es la posibilidad de sustituir la bocacha apagallamas situada en el extremo de la boca de fuego, por un supresor sónico denominado SD-9 para el calibre 9 mm; el cual puede colocarse en todos los modelos a excepción lógicamente de la versión SD o silenciada. Los cargadores, fabricados en plástico transparente, están disponibles en tres diferentes capacidades de carga, 10, 20 y 30 cartuchos; debiéndose elegir en cada caso según e tipo de munición en que ha sido confeccionada el arma.

Como conclusión podemos decir que se trata de un sistema de armas completamente nuevo e innovador; tanto en el modo y sistema operativo, dimensionado del conjunto y empleo de materiales, estructura de calibres, ergonomía o en su modularidad integral. Ahora, su puesta en el mercado, junto a las evaluaciones de los profesionales deberán darle prestigio y fama a este segmento; algo que es muy habitual en otros productos de esta reconocida marca suiza.

 

Antonio Ros Pau