Rifle Kimber modelo Montana en calibre .300 WSM

Buenas prestaciones y construcción cuidada

Cuando pensamos  en armas de caza de origen norteamericano inmediatamente nos vienen a la mente las producidas por las grandes marcas como Winchester, Remington, Ruger, etc., pero en ese gran país, también existen otras de producción limitadas que ofrecen al público rifles de excelentes prestaciones.

Son fábricas que podríamos definir como de fabricación semi-custom, que ofrecen soluciones técnicas difíciles encontrar en aquellas producidas en masa, tal es el caso de los rifles Kimber.

Aunque este nombre evoca, aun para los conocidos en el mundillo de las armas, a las pistolas semiautomáticas derivadas de  la clásica Colt modelo 1911, es un nombre casi desconocido en materia de rifles de caza.

 

¿Quién es Kimber?

Esta marca poco conocida en Europa, fue fundada en el año 1979 con el nombre de “Kimber of Oregon” por Jack Warne y su hijo Greg en una pequeña ciudad llamada Clackamas, del estado de Oregon, EE.UU. Greg Warne era un hombre que venía de la industria deL armamento ya que fue presidente de Omark, un conglomerado de productos relacionados con armas y recargas de municiones, pero él tenía en mente la producción de armas especiales deportivas y por ese motivo, con la colaboración de su hijo, fundaron la nueva firma Kimber. La producción en un principio se basó principalmente en la fabricación de carabinas de calibre .22 Long Rifle que se ganaron una buena reputación por su precisión, siendo tal el éxito, que pronto compraron una segunda planta de producción en la cercana ciudad de Colton. Pero en 1980 la situación cambió radicalmente ya que la compañía comenzó una lucha para no caer en la quiebra.

Después de la venta a un inversor del mismo estado, quien no supo manejarla bien, cayó definitivamente en bancarrota, pasando por varias manos hasta que nuevamente fue adquirida por Greg Warne, quien junto a otro inversor, recompró la maquinaria que se había vendido durante la quiebra. El posterior éxito de la firma se cimentó en la producción de clones y de modelos mejorados de la clásica pistola Colt 1911 cuando expiraron las patentes de esa firma, ganándose una sólida reputación, aunque las instalaciones de la fábrica se trasladaron a una nueva planta en Nueva York, finalizando la presencia de esta firma en Oregon.

Pero si bien el nombre de Kimber es sinónimo de pistolas semiautomáticas de fina terminación, últimamente incursionó en el mercado de los rifles de caza mayor como así también en el de las escopetas y armas no letales para el sector de la seguridad.

Encuentro con un Kimber 8400

Nunca había tenido en mis manos un ejemplar de estos rifles de caza, solamente los conocía por las notas y promociones que aparecían en las revistas especializadas. Por ese motivo cuando Don José Calbelo, un conocido guía de caza mayor argentino me invitó durante la última Convención del SCI realizada en Reno, EE.UU., a cazar en su provincia con un Kimber 8400 modelo Montana que se había comprado, no dudé un instante.

Sería una buena oportunidad de ver el rifle al mismo tiempo que llevar a cabo una cacería durante la berrea.

Ya en tierra sudamericana cuando visité a José, pude tomar contacto con su Kimber recamarado en el nuevo .300 WSM, un arma larga muy comentada pero a la vez tan difícil de ver en España. El rifle me impresionó de entrada, tanto por su ligereza como por su buena terminación aunque para hablar de él y compartirlo con los lectores, pasaré a describirlo en sus zonas esenciales.

 

El conjunto acción-cañón

Sin duda alguna, es el corazón de éste o de cualquier rifle, por lo que comenzaré a describir su acción.

La misma está fabricada totalmente en acero inoxidable, que es más resistente a los elementos de la naturaleza que las de acero al carbono. El método de fabricación es por fresados mediante modernas herramientas CN, es decir, de control numérico, lo cual no sólo permite reducir los costos, sino que garantiza la exactitud de las piezas. El diseño de las mismas está  inspirado en las Winchester Pre-64 que fue un mito americano, pues si bien eran excelentes, con los métodos de producción antiguos, eran de muy alto coste. En su parte superior lleva agujeros roscados para la colocación de un visor y en la parte inferior encontramos una apertura donde se comunica con el almacén de las municiones. En este caso el fabricante ha adoptado el sistema de cargador ciego, es decir, que no lleva tapa por donde descargar las municiones del almacén por debajo, solo lleva en su interior la tecla elevadora y su correspondiente muelle.

De esta manera, se asegura que en forma involuntaria se abra la tapa en algún momento crítico, pero además quita peso al arma. Como parte integrante de la acción, encontramos un cerrojo del mismo metal inoxidable, con dos tetones muy fuertes; la cabeza del mismo cubre la mayor parte del culote del cartucho. El fabricante adoptó las soluciones mecánicas similares a la del Mauser 98, tal como podemos ver al visualizar también su extractor y su eyector pasivo, por lo cual la alimentación es totalmente controlada.

En la parte trasera del cerrojo, encontramos la manivela del seguro que es de tres posiciones a la manera de los Winchester, es decir, cuando se encuentra en su posición trasera, el arma está asegurada y no puede abrir el cerrojo. En la posición intermedia, también se encuentra asegurada pero podemos accionar la manivela del cerrojo, por lo que el usuario puede descargar la capacidad de su almacén, haciendo pasar las municiones por la recámara y eyectarla sin el peligro que el arma se dispare.

Finalmente, cuando pasamos a la posición delantera de la palanca del seguro, el rifle está en condiciones de ser disparado. Este es un sistema muy caro para los americanos y que se ha difundido mucho en la actualidad.

El asa del cerrojo es del tipo clásico, la cual podemos encontrar en los rifles de este tipo de accionamiento.

 

El cañón

Está construido por el método de button rifled, es decir, que para construir el cañón se parte de un tubo de acero inoxidable por donde posteriormente se pasa a presión una varilla de acero extra duro en todo su recorrido, dejando impreso el estriado de una manera muy suave.

El paso de las estrías es de 1/10, lo cual significa que el proyectil dentro del cañón da un giro completo en diez pulgadas; ésta es una medida clásica que le permite estabilizar proyectiles que van de los 150 a los 180 grains con buena precisión. Un detalle de mucha importancia en cuanto la precisión buscada por el fabricante, es que se le ha puesto especial cuidado al hacerle la recámara, empleándose herramientas de alta precisión para lograr una calidad Match, es decir, similar a los rifles que se hacen para competiciones.

Muchos usuarios ignoran, que en algunas armas de producción masiva se arruina su precisión en el momento de hacerles la recámara al cañón, pues si la misma no queda perfectamente alineada, por más que el cañón fuese de la mejor calidad, aquella se resiente.  El contorno del cañón es del tipo más delgado para los estándares americanos, lo cual redunda en un peso menor al de los contornos convencionales para los magnum del  calibre .30 de pulgada. En un extremo del cañón, donde se encuentra la recámara, lleva una rosca mediante la cual va sujeta en forma firme al frente de la acción, mientras que por el otro extremo, la boca del cañón, se encuentra terminada en una corona del tipo semi-competicion.

El cañón no lleva agregados sistemas de puntería convencionales de hierro, solo, como hemos dicho anteriormente, agujeros roscados para la colocación de un montaje de un visor.

 

Disparador y otros detalles

El sistema del disparador es del tipo de los Timney americanos, el cual posee una completa regulación; se entrega de fábrica con una tensión de 1,5 kilos pero se puede reducir. De todas maneras cuando probamos el arma, encontramos que la tensión del disparador es excelente para un rifle de caza:  sin arrastres, a la manera de las armas de competición.

También merece destacarse el detalle de que los tornillos maestros que mantienen sujeto el conjunto acción-cañón, poseen cabezas de tipo hexagonal. Una solución importante, pues si el fabricante le colocase tornillos de cabeza convencional de ranura, por lo que el usuario que desee remover la culata, por regla general utilizan destornilladores que no son los adecuados, estropeando la cabeza de los mismos, por lo que al usar cabezas exagonales, no queda otra que usar la herramienta adecuada.

 

Culata

Como es de esperar, para realizar un arma de este tipo moderno como son las Hi-Tech o todoterreno, su culata está fabricada con materiales sintéticos; para ello se utilizaron fibras del super estable Kevlar y de carbono. El resultado es que, además de ser muy ligera, asegura una gran rusticidad: inalterable a los cambios de temperatura u otros inconvenientes que encontramos los cazadores que estamos expuestos permanentemente a los rigores de la Naturaleza. La misma contiene un par de pillar bedding, como le dicen los americanos, es decir, que llevan dos cilindros pegados a la culata por donde pasan los respectivos tornillos maestros. La finalidad de esta solución es hacer tope cuando se los ajusta, evitando que el usuario que los ajuste se pase de las especificaciones de fábrica.

Además de adoptar pillar bedding, trae en su interior un encame de resinas sintéticas para que el asentamiento del conjunto acción-cañón sea perfecto en la culata sintética.

De esta manera, Kimber demuestra su filosofía de ofrecer al cazador no solamente un rifle de gran rusticidad, sino que también sea lo más preciso posible.

El color de la culata está integrado al material, siendo en este modelo de un gris mate que hace juego con las partes metálicas del arma. La misma va rematada en su zona posterior por una generosa cantonera de un material denominado elastómero por su fabricante, la conocida firma americana Pachmayr modelo Decelerator, quien asegura que es la que mayor retroceso absorbe.

 

El cartucho

Como el rifle estaba recamarado para el reciente calibre compacto .300 Winchester Short Magnum, de unas prestaciones similares a las del .300 Winchester Magnum, pero de un largo más corto, el recorrido del cerrojo es mucho más reducido. Esta cartuchería compacta se logró tomando como base las vainas del antiguo .404 Jeffery, cuyo cuerpo es más ancho que la de los magnum derivados del .375 H&H siendo acortadas en su largo total y agrietadas para montar una punta de calibre .30 de pulgada.

La ventaja de estos calibres compactos, según los fabricantes que adoptaron esta cartuchería moderna, es que las acciones son más compactas y al adoptar una vaina sin zunchos, se traduce en una  alimentación más suave. De todas maneras, si bien estamos presentando el modelo 8400 en este cartucho, se ofrecen otras opciones de calibres, como los difundidos .308Win., .30-06, .270Win hasta la mayoría de los magnum africanos, con el objeto de cubrir un mercado amplio.

También podemos escoger entre otras versiones con culatas de buena madera, tanto de estilo americano clásico, como tácticos, africanos,  etc.

 

Terminación y balance

El Kimber modelo Montana 8400 posee una terminación más que adecuada para el propósito que fue fabricado, un arma de caza mayor Hi-Tech, siendo sus áreas metálicas de acero inoxidable sometidas a un tratamiento que se lo conoce como blastinado, es decir, que sus superficies han sido bombardeadas a presión con micro esferas de vidrio. El motivo de ello es lograr una superficie mate de manera tal que el metal desnudo no sea reflejante.

Pero su culata de materiales sintéticos, que como dijimos es una combinación de fibras de Kevlar y carbono, no reciben tratamiento alguno, ya que su color está  integrado en sus materiales. De todas maneras, podemos afirmar que la totalidad del arma posee una terminación muy buena y no encontramos marcas de herramientas o defectos de fabricación.

En cuanto a su balance, pese a tener colocado un visor americano de marca Leupold de aumentos variables, el modelo VariX III, cuyos aumentos van del 4,5 al 14x, con corrector de paralaje, con un peso más unido al sus montajes, tendría que desbalancear el arma. Sin embargo gracias al escaso peso del modelo Montana y sus proporciones correctas, hacen muy fácil la toma de puntería y aun su transporte cuando caminamos en el campo.

 

Prueba de campo 

Ya en el campo,  hicimos unos disparos  utilizando para ello munición comercial fabricada por Winchester; si bien la Fail Safe de 180 grains se portó de forma impecable en la diana, me interesaba más su comportamiento en el campo. Salimos una tarde en busca de algún venado, ya que estábamos en la temporada de berrea, pero aunque el tiempo todavía era templado, ya habían comenzado ese concierto anual, durante el cual los machos se disputan las hembras.

Los sonidos y silencios del monte en esta temporada se acentúan, los cuales unidos a una vegetación todavía muy verde por las últimas lluvias, hacían fácil caminar por los senderos, ya que no hacíamos ruidos. Solo nos guiábamos por ese sonido de los venados, mezcla de bramido de toro y rugido de león, si hemos de compararlo, nos recordaba a los bajos de las óperas.

Con el viento en la cara y confiados en la humedad del suelo que amortiguaba nuestro andar, avanzábamos en silencio. Cuando llegamos a una apertura siguiendo la voz bien templada de un macho, de repente otro venado se hizo escuchar. Nos quedamos como congelados, José solo me miró y levantó los brazos imitando una gran cornamenta al tiempo que hacía un gesto con la cabeza; de inmediato cambiamos de rumbos, pues la gravedad de la voz nos hacia pensar en que era un ciervo capital. Mi amigo iba adelante, pues habíamos tirado una moneda y le correspondió a él disparar, por lo que dejé mi rifle colgando de mi hombro al tiempo que mi amigo preparaba el Kimber, comprobando que hubiese un cartucho en la recámara y poniéndole  el seguro. No sé cuánto tiempo transcurrió, cuando uno anda tras un venado que promete se olvida del reloj, solo veía que el sol se estaba poniendo y ya comenzaba el monte a teñirse de luz dorada.

De pronto, al cruzar con cuidado un árbol caído, quedamos como congelados, el gran venado que se había callado un tiempo, comenzó nuevamente su bramido, teniéndolo a la vista en toda su magnificencia; sin dudar un segundo, José levantó el Kimber y disparó tan rápido, que el estampido me volvió a la realidad.  El comportamiento de la FailSafe de 180 grains hizo su trabajo, entrándole por el pecho al animal y alojándose en los cuartos  traseros, casi saliendo del venado.

Creo que su rendimiento es más apropiado para la dureza de los animales africanos que para los americanos o españoles; de todas maneras, en esta oportunidad nos vino bien, ya que el venado estaba enfrentado. Un magnífico ejemplar había caído y según José, el disparo tan rápido, instintivo y certero fue posible gracias al buen balance de su nuevo rifle.

 

Para finalizar

Si bien no soy uno de esos fanáticos de los nuevos rifles Hi-Tech, ya que prefiero los materiales clásicos, reconozco que para el profesional o para cazar en lugares inhóspitos, éstos ofrecen grandes ventajas: una inalterabilidad de sus materiales que los hace prácticamente indestructibles y por ende confiables. Pero si además tienen tan buenas prestaciones y una construcción tan cuidada como los Kimber, debería necesitar otro rifle y más lugar en mi armero.

 

Carlos Coto