Mauser 66

Por delante de su tiempo

Si algo tiene la firma Mauser es que siempre supo ganarle de mano al tiempo. Desde su primer fusil monotiro de pólvora negra el modelo 1871, las pistolas semiautomáticas 1896 y su máxima creación el cerrojo modelo 1898, pudo demostrarlo. Y el ingenio de los hermanos Mauser o los Feederle siguió presente en esta compañía a pesar de dos guerras mundiales que devastaron el país. Pero, al igual que el ave Fénix los alemanes saben cómo levantarse desde las mismas cenizas y volver a ser una verdadera potencia económica. De hecho, nuevamente lo estamos viendo con la actual crisis.

 

Un nombre mítico en Alemania

La primer arma que encastraba los tetones del cerrojo en unas mortajas en la ante-recámara fue la carabina japonesa tipo 0/12 de paracaidista modelo 1942

El armero alemán Walter Gehmann, en la temprana fecha de 1937, desarrolló el primer armazón de gafas con lentes y diafragmas intercambiables e hizo conocer su nombre en las competiciones de tiro a nivel nacional. En la década convulsa de 1940, diseñó la primera chaqueta con su distintivo hombro antideslizante, botas, pantalones y correas de tiro. En 1949 fundó su empresa homónima, en 1953 patentó la primera mira ortóptica con diafragma variable y en 1956 hizo otro tanto con el punto de mira de túnel intercambiable.

Como tirador fue campeón mundial de carabina y siete veces de Alemania. Como armero diseñó el cerrojo del Anschutz Match 54 y colaboró en el desarrollo del Feinwerkbau modelos 65, 150 y 300, como así con la firma Morini. Pero, desde mi punto particular de vista, lo más importante fue la creación del Mauser modelo 66, que aportaba la posibilidad de cambio de cañón de forma rápida y efectiva, como así también el primer cerrojo telescópico corto. Walter Gehmann consiguió más de 100 patentes, lo cual habla de su genio creador, pero nunca produjo ningún arma, siempre las dio a terceros para su fabricación y comercialización.

Desde hace unos diez años, su hijo, Marcus Gehmann, se ha hecho cargo de la dirección de la empresa en Kalruhe, Alemania.

 

Un rifle revolucionario

Detalle del seguro de percutor

El Mauser 66 fue tan novedoso como el 1898 en su época, el único problema que tuvo fue el costo de producción y, a pesar de su alto precio, en su momento fue un éxito en ventas. Aún hoy en día se los tiene en alta consideración y su valor no ha bajado como ha ocurrido con otros rifles.

La principal ventaja del Modelo 66 era su facilidad para el cambio de cañones, algo insólito en 1965, cuando fue presentado al mercado internacional. El principio se basaba en que los tetones acerrojaban en unas mortajas que se hallaban directamente talladas en la ante-recámara del cañón, no como en el Mauser 1898, en la acción. Esto lo catapultó al estrellato de forma inmediata.

En algunas publicaciones no muy puntillosas, cosas que también suele ocurrir en los foros de Internet donde cualquiera escribe cualquier cosa, ya que ni siquiera firman con su nombre y apellido, pues se escudan en un sobrenombre o “nick” (del inglés nickname) he leído que fue el primer cerrojo que verificaba el cierre en el cañón y no en la acción, esto no es verdad; ya que la primera que lo hizo fue la carabina japonesa tipo 0/12 de paracaidista modelo 1942, que utilizaba un cerrojo tipo 99 cuyos tetones delanteros se encastraban en unas mortajas talladas en la ante-recámara, como posteriormente lo haría el Mauser 66, mientras que el asa lo hacía en la acción, redundado en la fortaleza del cerrojo nipón. Otro detalle muy interesante del Mauser 66 era que se podía cambiar el cuerpo del cerrojo y así utilizar culotes mágnum o estándares. Siguiendo con éste, vemos que se trata de uno telescópico, con lo cual se acorta su longitud permitiendo un rifle más compacto si lo comparamos con otro con igual largo de cañón o que permita usar cañones más largos, y aún se mantiene en cotas de tamaño reducidas. Esto último es ideal para la cartuchería magnum.

Detalle del encame metálico en la ante-recamara y el de sujeción del cañón

En pocas palabras, es el primer rifle deportivo que pretende convertirse de una plataforma de armas y lo logra.

Como he dicho, supo dejar atónito al mercado internacional de armas cuando apareció en 1965 y se fabricaron diferentes modelos, a saber:

1) Mauser Modelo 66S. Rifle de cerrojo telescópico y de cañones intercambiables, calibres: .243 W; 6,5×57; .270 Winchester; 7×64; 7 mm. Remington Magnum; .308 W. y .30-06 Springfield. Longitud de cañón: 60 cm. Peso: 3,4 k. Introducido en 1965.

2) Mauser Modelo 66S Deluxe. Similar al anterior,  pero con grabados en oro y plata.

3) Mauser Modelo 66S Ultra. Similar a los anteriores, pero con cañón de 53 cm. Peso: 3 k.

4) Mauser Modelo 66SG. Similar a los anteriores, calibres: .375 Holland and Holland Mágnum y .458 Winchester Mágnum. Longitud de cañón: 65 cm. Peso: 4,2 k.

5) Mauser Modelo 66SH. Similar a los anteriores, pero con cañón de 65 cm. Calibres: 6,5×68; 7 mm. Rem. Mag.; 7 mm. S.E. vom Hofe; .300 Winchester Mágnum ; 8×68 y 9,3×64. Peso: 3,4 k.

6) Mauser Modelo 66SM. Similar a los anteriores, pero con culata más ligera y anilla porta-correas en el cañón. Calibres: 6,5×68; 7 mm. Rem. Mag.; 7 mm. S.E. vom Hofe; .300 Winchester Mágnum ; 8×68 y 9,3×64. Peso: 3,3 k.

7) Mauser Modelo 66SP Super Match. Similar a los anteriores, pero diseñado para Tiro, pero con cañón de 70 cm. con freno de boca. Calibre: .308 Winchester. Peso: 5,4 k. Disparador ajustable. Capacidad del cargador: 3 cartuchos. Culata ortopédica.

8) Mauser Modelo 66ST Carabina. Rifle similar al modelo 66S. Cerrojo telescópico y de cañones intercambiables, calibres: .243 W; 6,5×57; .270 Winchester; 7×64; 7 mm. Remington Magnum; .308 W. y .30-06 Springfield. Longitud de cañón: 53 cm. Peso: 3,1 k. Culata Stutzen.

 

La anécdota

La primera vez que vi un rifle Mauser 66 fue, aproximadamente, hacia 1970, en el Tiro Federal de Núñez, Buenos Aires, República Argentina; yo tenía catorce años de edad y estaba con mi padre, como era habitual, entonces apareció un señor español que era ¡torero!, lo cual causó sensación. El motivo de su visita era la caza mayor en la pre-cordillera de los Andes. Como estaba, el entonces presidente del club, salió a recibirlo e invitó a papá a que se uniera al grupo. Este cazador era Don Luis Miguel González Lucas, mejor conocido como Luis Miguel «Domin-guín», y llevaba un rifle rarísimo, que podía cambiar los cañones y tenía un cerrojo telescópico y, para más, usaba un cartucho potentísimo el 7×66 Super Express vom Hofe. Entonces, un señor “muy entendido” cuando escuchó el nombre del cartucho dijo: “ya no saben qué inventar, estando el 7,65 ahora hacen un 7,66”. Él colocaba una coma donde había un “por”. Más allá de este recuerdo, el Mauser modelo 66 se forjó una reputación envidiable, que aún la mantiene.

Saúl Braceras