Dorleac 9,3×62
Un rifle eminentemente europeo
No es nueva mi admiración por las armas que salen del taller de Joêl Dorleac, me gusta su excelsa terminación y gusto por lo clásico. Sin dudas, es el mejor armero de Francia y eso es mucho, muchísimo.
Lo primero que despierta nuestro interés es su presentación en un estuche de piel con todos los accesorios. Asimismo, al abrir el mismo encontramos un arma cuyo acabado nos retrotrae a los rifles de Holland and Holland de los años 30 del pasado siglo.
Un cerrojo Mauser 98 y mucho más
Como no podía ser de otra forma, este nuevo rifle de Dorleac & Dorleac lleva un cerrojo de esta firma, fabricado en Oberndorf en 1912, totalmente reacondicionado, rectificado y con un seguro de tres posiciones. Como incorpora un cargador tipo Holland and Holland permite la introducción de seis cartuchos en él. Por otra parte, incorpora un montaje de esta firma para el visor, que es un Zeiss «Victory» HT 1.1-4X24 T* con retícula iluminada. Me gusta mucho que el montaje del visor sea lo más bajo posible, pues facilita el encare y la rapidez de respuesta por parte del tirador, sobre todo en un blanco móvil como una pieza de montería o batida. Y si lo queremos usar en este tipo de modalidad cinegética, podemos contar con la inestimable ayuda del visor ortóptico Lyman.
El sistema de disparo corre a cargo de la versión modificada de Dorleac & Dorleac de un Reck Nagel. Dicho cambio incluye una posición más retrasada, dejando más lugar para el dedo de disparar en caso de que éste lleve un guante sin no modifica la estética del arma.
Su cañón es un Lothar Walther de 25” (63,5 cm.) y sobre él encontramos alzas de express (una hoja fija regulada a 100 yardas y dos para 150 y 250) y como complemento de clasicismo, una ortóptica sobre el percutor para aportar una mayor distancia entre miras.
En algunas partes metálicas encontramos grabados florales realizados por Florent Viale. También por sus manos han corrido los pequeños detalles en oro. Dichos grabados y algunas otras piezas, como las bases de la montura y la cola del disparador, han sido jaspeados.
La culata está realizada con un escalaborne del mejor nogal francés (juglans regia) y tiene una filosofía totalmente británica, como suelen ser los rifles de Dorleac & Dorleac de “plains game”. Su cantonera de goma ha sido recubierta de piel y la chimaza está acabada con un inserto de ébano, como el mejor tributo a los grandes armeros ingleses.
La prueba
Como es más que lógico este rifle agrupa sus disparos en unos trebolillos constantes con proyectiles de 285 grains. Gracias a su culata recta se disminuye mucho el retroceso, que en un arma ligera en calibre 9,3×62 suele ser recio. Sobre este cartucho creado por Otto Bock, de Berlín, a comienzos del siglo XX, debo decir que me parece el más idóneo para monterías y batidas en un rifle de cerrojo, ya que las armas en otros como el venerable .375 Holland and Holland Mágnum (llevo más de 40 años utilizándolo y lejos está en mí de decir algo en su contra), tienen el inconveniente al ser más pesados. Por todo esto encuentro que este Dorleac & Dorleac en 9,3×62 es ideal para la caza de animales grandes en Europa; de hecho, no debemos olvidar que en África fue uno de los más usados por los coloniales franceses, belgas y alemanes.
¡Buena caza!
Nota: Agradezco la cesión del material para este reportaje a Dorleac&Dorleac, 44 Boulevard Clemenceau, 66000 Perpignan, Francia, tel: 0033 468 354 747, www.dorleac-dorleac.com