Daga Fairbairn-Sykes

Una leyenda que transcendió su propia historia

Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial y los éxitos conseguido por los Comandos alemanes, Gran Bretaña y más aún su Primer Ministro, Winston Churchill, vieron la necesidad imperiosa de dar el mejor armamento a los Comandos británicos. Por esta razón, en 1939 los capitanes William Edward Fairbairn y Eric Antony Sykes regresaron a su país después de haber estado destinados en la Policía Internacional en Shanghái.

A mediados de 1940 ambos oficiales estaban destinados al Centro de Entrenamiento de Comandos. Para entonces habían diseñado un cuchillo muy especial, por tanto, se dirigieron al Sr. John Wilkinson-Latham de la empresa Wilkinson Sword Limited, para la puesta en fabricación del mismo. Se trataba de un arma de doble filo, con una empuñadura elegante, larga y cuadrillada, hoja muy triangular, gran recazo y una defensa en “S” de latón niquelado. Con dicho material Wilkinson fabricó unos 50 ejemplares que fueron enviados para su estudio. Estos se entregaron el 14 de enero de 1941 al capitán L.G.C. Wood. Acto seguido el primer pedido fue de 1.250 dagas. Las mismas llevaban en el recazo grabado al ácido la marca Wilkinson y en la cara opuesta “The F-S Fighting knife”, como referencia a sus creadores.

La continuación de la guerra hizo que se pensara en formas de disminuir el precio final de cada daga.

 

Los diferentes modelos y tipos

El Primer Modelo o First Pattern tenía un doble filo con una empuñadura elegante, larga y cuadrillada a mano, que ocultaba una larga espiga, hoja muy triangular, gran recazo y una defensa en “S” de 75 mm.

Dagas conmemorativas que utilizan el Tercer Modelo de la Fairbairn-Sykes

La longitud total del arma era de 325 mm. y su hoja de 175 estaba pulida. Se los entregaba con una funda de piel de color marrón con una puntera de latón niquelado que actuaba de refuerzo para evitar que su puntiaguda hoja rompiera la vaina y dañara al usuario.

De estos se cree que se fabricaron unos 300 ejemplares y se los conoce como Tipo1, siendo los más valorados por los coleccionistas. El Tipo 2 del Primer Modelo llegó con una defensa acortada a 51 mm. En el Tipo 3, el cuadrillado de su empuñadura era de peor calidad y la “S” de la defensa no tan pronunciada.

El 29 de abril de 1941, apareció el Segundo Modelo con la defensa recta, aunque mantenía la empuñadura cuadrillada, pero carecía de recazo. La hoja era más lanceolada y no tan triangular como en el Primer Modelo. De esta serie, Wilkinson habría fabricado unos 2.500 ejemplares.

Estos primeros modelos eran igual que los del Primer Modelo con empuñadura niquelada y hoja pulida. Posteriormente se los produjo con acabado en negro para ambas partes.

Hacia finales de 1942, Wilkinson produjo unas 56.000 dagas, pero la necesidad de mayor cantidad hizo que se diese a unos 40 productores de Shefield su fabricación y estos son los que no llevan ningún marcaje de fabricante, pero sí un “B2” y el cuño de aprobación reglamentario o “broad arrow” (del inglés flecha ancha). Se cree que entre los demás contratistas superaron ampliamente a Wilkinson en su producción de estas armas blancas.

Daga Fairbairn-Sykes Tercer Modelo, defensa recta y sin recazo

El 6 de febrero de 1943, el gobierno encargó 10.000 dagas más, que debían ser más económicas en su producción. Y así nació el Tercer Modelo con una empuñadura de una aleación de zinc, tipo zamac, con anillos concéntricos que ya salían del proceso de fundición y no de torneado. De este modo se dejó el cuadrillado de lado.

También se redujo la longitud de la empuñadura, haciendo una daga no tan confortable de usar. Las mismas fueron fabricadas en su mayoría por Wolverhampton Die Casting LTD.

De este Tercer Modelo el gobierno encargó a Wilkinson 150.000 dagas, razón por la cual es el menos valorado por los coleccionistas de los fabricados durante la guerra.

Al igual que el cuchillo Ka-bar de los Marines estadounidenses la daga Fairbairn-Sykes ha sido copiada por muchos, muchísimos fabricantes de armas blancas de todo el mundo.

Pedro Beristarain