Bergara en 6,5×55

Un B14 de excepción

El rifle B14 que traigo a estas páginas aporta una gran calidad a un precio muy asequible, ronda los 900 €. Dadas sus prestaciones y métodos de fabricación, no echaremos nada en falta si lo comparamos con otros extranjeros con precios superiores.

Un rifle de caza y tiro o de tiro y caza

Este juego de palabras obedece a que es difícil discernir de qué tipo de arma estamos hablando, ya que por sus altísimas prestaciones entra de lleno en un rifle de concurso.

El B-14 probado mantenía la conformación clásica de almacén para sus cartuchos, pero bajo pedido se puede conseguir un kit de cargador extraíble.

Pero, si lo analizamos por su agradable vista, buen acabado, un peso controlado, que nos hará “parar” bien el arma y transportarlo de forma fácil, no queda otra forma de definirlo que como un rifle de caza. Si a esto le sumamos que aporta la posibilidad de montar una culata GRS(bajo pedido), conjuntamos ambas disciplinas deportivas; pues obtenemos el asimiento más perfecto que se pueda tener, el que da más oportunidades de volver a colocar la cara en su sitio y repetir un disparo. Todo esto redunda en una mayor precisión final. Ya lo he dicho en otras oportunidades en que he tenido la suerte de probar estos rifles, desde el primer momento en que los asimos nos dan esa seguridad de arma bien construida, bien pensada.

 

Me gusta su acabado en general dado por el pavón mate, aunque, prefiero un azul profundo y brillante. Los gustos son el eterno tema.

 

El cerrojo

Obsérvese el asa sobredimensionada, como así también el arco guardamontes en este cerrojo modelo largo de Bergara.

Está desarrollado para facilitar cualquier adecuación del rifle, que al ser, en cierto sentido, un clon del Remington modelo 700 podemos acceder a todo tipo de accesorios (bases, monturas, disparadores, etc.) pensados para aquel americano y colocarlos en el nuestro vernáculo. Al igual que el Remington 700 aporta dos tetones con su extractor activo y botador en la cabeza; a modo de reaseguro tenemos un tercero en el asa de apertura.

Como ya hemos visto en otros reportajes sobre el Bergara B-14, podemos elegir según la longitud de nuestro cartucho tres tipos de cerrojos, así siempre usaremos el más afín con éste. Como sabemos, es primordial usar el cerrojo que mejor se acomode al cartucho elegido. Con ello ganaremos velocidad en la repetición del disparo y, sobre todo, economía de movimientos. Y si podemos repetir con mayor facilidad, la precisión se beneficiará al estar el tirador más distendido y bien encarado con su arma.

El disparador dio una tensión de 0,6 kg., aspecto que me pareció óptimo para el tiro y/o la caza.

El seguro está por detrás del asa de apertura y es muy fácil acceder a él con nuestro pulgar con solo adelantar un poco la mano tiradora.

El cerrojo tiene un ángulo de cierre o apertura de 90º y en sus tres longitudes nos aporta una gran variedad de cartuchos a elegir: corto (.243 Win., 6,5 Creedmore y .308 Winchester), largo (6,5×55 SE; .270 Win.; .30-06 Spring; 8×57 JS; 9,3×62) y mágnum (7mm. Rem. Mag; .300 Win. Mag; .375 H&H). Como es lógico, nuestro cerrojo en esta oportunidad fue el largo, ya que el rifle esta recamarado a uno de los mejores cartuchos estándar del mundo, me refiero al 6,5×55 mm. Mauser Sueco.

Las culatas GRS aportan una ergonomía única y es una facilidad para la caza. Es más, como ya dije, conjunta ambas disciplinas deportivas. Creo que el tema pasa más por la estética que otra cosa, pero si usted quiere un rifle de alta tecnología, es lógico aprovecharse de las bondades de una culata de madera laminada como la GRS. Además, éstas aportan un asimiento ideal gracias a su pistolete ortopédico, que coloca a nuestra mano en una posición más perpendicular al eje del arma.

Obsérvese el corto recorrido del percutor.

 

 

 

 

 

 

 

Carece de segrinados y para nada se echan en falta. De hecho, en algunos rifles con madera nobles de gran calidad no se le colocan.

Su cantonera de material sintético negro, aunque con solo 10 mm. de espesor absorbe bien el retroceso que, en el caso de un 6,5×55 Mauser Sueco, es irrelevante.

Como en todos los Bergara, el cañón trae una rosca de fábrica para poder montar diversos accesorios a éste.

El recorte en la parte inferior de la culata GRS es para enganchar la mano no tiradora cuando disparamos con apoyo delantero. Y que es donde hay que colocarla, nunca, NUNCA, jamás, debemos cogernos del visor. Quien lo hace no tiene ni idea del daño que produce al frenar parte del retroceso del arma desde el visor. Esto lo he dicho infinidad de veces y, cada vez que voy al polígono de tiro, tenemos a un noble ignorante haciéndolo. Y ya que estoy en tema de ignorancias y otras yerbas, otro craso error es tocar con el dedo índice de la mano no tiradora el cañón del arma. Pensemos un poco: los fabricantes de culatas, como la GRS, le hacen una vaciado o flotado muy amplio para que el cañón vibre libremente y resulta que no falta el torpe que va y lo toca en el momento del disparo.

El flotado de la chimaza con respecto al cañón es total.

Teniendo en cuenta la moda de llevar cargadores separables, el B14, a pedido, puede ser suministrado con un kit con cargador extraíble, pero en el caso del que traigo a estas páginas es uno clásico, es decir, con un almacén fijo. Yo soy partidario de éstos, pues se evita la posibilidad de extravío y quedarnos con un rifle monotiro.

Como entre mis rifles tengo algunos con cargador extraíble siempre me meto uno de repuesto en el bolsillo, lo que me obliga a comprar al menos uno. En nuestro B-14 el cañón es de 60,5 cm., una longitud idónea para el 6,5×55, su boca ha sido refrentada como los cañones de competición. Al igual que todos los Bergara, lleva grabado en el cañón el paso de estría, en este caso 1 vuelta en 8,66” (219,9 mm.). El paso original de este cartucho era 1 vuelta en 7,5” pues estaba pensado para proyectiles pesados como los de 160 grains de punta redonda de origen militar. No obstante, 1 en 8,5” nos da una variedad desde 100 grains a los cansabidos 160, siendo el peso de 129, desde mi punto de vista el mejor.

 

El 6,5×55 mm. Mauser Sueco

La chimaza es amplia y permite un apoyo y asimiento perfecto.

Este cartucho fue adoptado por el Ejército Sueco en 1894, siendo utilizado por fusiles, carabinas y mosquetones de aquel país en sus modelos 1894, 1896 y 1938. Los fusiles suecos adoptados fueron una modificación del Mauser modelo 1893 Español, al cual, entre otras cosas lo más llamativo fue la pestaña superior del percutor cuyo significado nunca me ha quedado muy claro, pues para montarlo a mano no es. Por su parte, Noruega también adoptó a este cartucho para su fusil Krag-Jorgensen modelos 1894 y 1912.

La culata GRS ofrece una regulación total para el tirador. El recorte en la parte inferior de la culata GRS es para enganchar la mano no tiradora cuando disparamos con apoyo delantero.

Es un cartucho de mayor capacidad que los militares de la época en calibre 6,5., ya que tiene una vaina más recta y gruesa que, por ejemplo, el 6,5×54 Mannlicher-Schoenauer. Este es un verdadero aprovechamiento al hacer una vaina más rechoncha, cuya figura recuerda al .243 Winchester. De hecho, en broma, suelo llamar al 6,5×55 el .243 Mágnum, pero en realidad no lo es, porque el cartucho norteamericano es calibre .243”, mientras que el sueco es un .264”. Pero, este último con proyectiles de 120 o, mejor aún, de 129 grains como los Hornady STT, tiene un rendimiento espectacular en precisión y en capacidad mortífera.

Mi recarga preferida durante muchos años fueron 42 grains de Tubal 5000 y la punta citada, con ésta obtenía una velocidad inicial de 850m/s (2.788 p/s) y es la que utilicé para probar al B-14.

Otra carga que hago para este cartucho es con proyectiles Hornady de 140 grains y 40 grains de RS52, obteniendo la misma velocidad inicial que con la anterior, pero con 11 grains más de peso de punta.

 

Ideal para cazar corzos… y algo más

Obsérvese, el pronunciado ángulo del pistolete.

Por asociación, todo el mundo cuando escucha el calibre 6,5 mm. piensa en el corzo, lo cual está bien. Pero, si detrás de la citada punta colocamos una vaina del cartucho Sueco, tendremos algo mucho más polivalente, con un rango dinámico que nos llevará desde pequeños mamíferos a los grandes venados, inclusive el alce. De hecho, según mi amigo noruego y escritor de armas y caza, Jorund Lien, con el 6,5×55 Sueco se han cazado más alces que con cualquier otro cartucho.

Lo dicho, se basa en que con éste podemos cargar una variedad muy amplia de proyectiles desde 100 grains hasta 160.

 

Prueba de tiro 

Lo primero que hice fue probar su encare con la culata GRS, que permite todo tipo de regulaciones para dar ese punto más que necesitamos para lograr nuestro cometido, ya sea una agrupación perfecta en una tirada de F-Class o abatir nuestro trofeo deseado.

El visor Delta Yitamium HD 2,5-10×56 es una opción para tener en cuenta a la hora de elegir uno para caza mayor, pues su rango dinámico va desde monterías a recechos, pasando por aguardos nocturnos. Las anillas son Bat para raíl Picatinny.

De fábrica ofrece la punta del cañón roscado para colocarle un freno de boca u otros elementos. El B14 en 6,5×55 Mauser Sueco tiene una capacidad de cargador de 4+1.

El disparador dio una tensión de 0,6 kg., aspecto que me pareció óptimo para el tiro y/o la caza. Su salida es totalmente limpia y sin arrastres. Ya lo he dicho en otros reportajes, pero su cortísimo recorrido del percutor es más que destacable.

Traía un visor Delta Titanium HD de 2,5-10×56, un verdadero portento en cuanto a luminosidad y practicidad, ya que su uso abarca desde las monterías al rececho.

Cinco disparos a cien metros en 18 mm.

 

 

Sus anillas son Bat para raíl Picatinny, lo que permite removerlas y volver a montarlas sin que varíe el punto de impacto.

Hice varias pruebas a 100 metros y publico un grupo de cinco disparos que hablan por sí solos, pues están en… ¡18 mm!

 

Nota: agradezco a cesión del material para este reportaje a Bergara Rifles, Dikar, S. Coop. Urarte 26, 20570, Guipúzcoa, tel. 943 769 893, www.bergararifles.com.

 

Saúl Braceras

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