Beretta BU9 “Nano”

Una pistola de defensa, de fácil ocultamiento y que se puede llevar con facilidad

Una pistola realmente destinada a ser portada de forma oculta, aun con ropa formal, con una munición adecuada y algunas características muy interesantes, que cambia completamente el panorama mundial de las destinadas a defensa.

Por mucho tiempo se ha pensado que una pistola, para ser adecuada a su rol, debía venir ya de fábrica con un determinado número de accesorios, entre los que se encontraba el raíl Picatinny. Así, me esperaba que cualquier año, entre los accesorios apareciera una máquina para el café, pero la tendencia ha cambiado y en la actualidad los fabricantes se han decantado por los modelos pequeños, de fácil ocultamiento y que se pudiesen llevar con facilidad.

En el disparador está presente el seguro automático que lo bloquea aunque no se haya presionado deliberadamente

La reducción de las dimensiones había  llegado hasta el redescubrimiento del calibre 9 Corto, o .380 Auto en la denominación estadounidense. Parecía que esta tendencia, con el 9 Corto en sustitución del 7,65 Browning de las viejas  Walther PPK se había consolidado cuando Beretta presentó esta Nano en 9 Parabellum, declinado en 9×21 en el mercado italiano. Una pistola que sigue naturalmente a la Px4 Subcompact, la cual ya había adoptado la tecnología del polímero, pero incluyendo un martillo externo y seguro ambidiestro. Aquí tenemos una aproximación diferente a la estructura del arma, que utiliza una percutora lanzada, armada con la presión del disparador, según el afamado sistema Karel Krnka inaugurado por la Roth-Steyr M1907.

La Nano, aunque su nombre oficial es BU9, es una pistola pequeña, que se oculta con facilidad y con un calibre de 9 milímetros absolutamente respetable, visto que es lo mismo que aquella 92/98 de la cual se fabricaron cuatro millones de ejemplares. Por otro lado, parece que el proyecto se había parado en pos del más potente .40 S&W y sólo más tarde se decidió realizarlo en 9 Parabellum; el arma, en los Estados Unidos, se habilita para la munición +P.

Es totalmente ambidiestra, dado que el único mando externo, expresamente diseñado con la función de anti enganche, es el botón del cargador. Sobre el lado izquierdo, sobre una rendija del armazón en tecnopolímero con fibra de vidrio, aparece el número de serie del arma. Uno de los primeros, en este caso, ya que el ejemplar que probamos aún no estaba a la venta.

El pulsador para desenganchar el cargador

Sobre el lado anterior y el posterior de la empuñadura se encuentra el particular segrinado a escama de pez, ya presente en la Px4. No fue una casualidad en aquella pistola, sino el fruto de un largo estudio sobre la ergonomía que lo manifestó como el más adecuado, incluso en este arma tan pequeña y que manifestará su validez durante la prueba de fuego, permitiendo un agarre sólido sin irritar la mano.

El hecho de que el número de serie se haya impreso en la parte interior hace pensar en la posibilidad de armazones de diferentes dimensiones destinados a los usuarios de manos grandes y que deja espacio suficiente para múltiples personalizaciones.  Por el momento, la única customizacion se da en el mercado estadounidense y aunque el arma está en el mismo desde hace poco tiempo, la fantasía de los productores americanos de accesorios es infinita, y ya le han instalado las mirasTrijicon de tritio para una buena visibilidad aún en casos de luz escasa. Continuando con el examen del exterior, podemos ver sobre el lado izquierdo el botón del cargador, reversible. Sobre el lado derecho se nota el filo del armazón que parece la cabeza de un grueso tornillo que sirve para de desmontaje y un pulsador especial puesto sobre el ápice. Éste mantiene la línea curva que últimamente destaca en las empuñaruras de las pistolas Beretta y sobre las que hablaremos más adelante.

Las miras se caracterizan por dos puntos blancos al lado de la ventana del alza y por otro sobre punto de mira, que es sustituible por otros de diferente altura. El alza, que se ha insertado a cola de milano, está fijada por dos tornillos y con una llave Allen de un milímetro y medio es posible aflojarlos y así soltar el alza y corregir.

El interior de la corredera. Se puede ver la percutora lanzada y el especial muelle de recuperación

La corredera tiene un tratamiento superficial que la empresa llama Pronox y que define como durísimo y de larga duración.

Entre los comandos externos falta el de corredera. Una elección precisa que se corresponde con el deseo de una ausencia de salientes, lo cual no significa que este dispositivo no exista, simplemente, cuando la pistola está abierta, hay que deslizar parcialmente el cargador y retirar un poco la corredera hacia atrás.

Llegados a este punto tenemos que hablar de otro mando sobre el lado derecho. Sirve para desactivar el arma con total seguridad, una opción importante porque permite desmontar la pistola sin tener que tirar del disparador.

De todos modos, no me gusta mucho tener que para presionar ese mando sea necesaria la utilización de un accesorio, así fuera la punta de un bolígrafo. Pero, presionar el disparador, me gusta aún menos, y supongo que un pulsador lo suficientemente grande, o lo suficientemente saliente que pueda ser utilizado sin otro elemento, pueda ser sujeto de un accionamiento involuntario que sería peligroso en un arma destinada a la defensa.

Presionando el mando con el auxilio de un boli, para desmontar el arma es suficiente rotar un cuarto de giro hacia la izquierda sobre lo que parece la cabeza de un grueso tornillo y que es la leva de desmontaje. El tornillo/leva puede ser rotado con el culote de un cartucho o con una pequeña moneda. Así se desliza hacia adelante el grupo cañón-corredera-muelle de recuperación.

La inscripción hace evidente que la pistola se construyó en Maryland

El interior de la corredera evidencia un elemento que bloquea la aguja percutora y que felizmente constituye una especie de “segundo tiempo” del disparador y que, junto con el seguro automático, permite portar el arma sin problemas incluso con el cartucho en la recámara, aumentando así la capacidad de 6 a 7 disparos.

El cañón presenta dos apéndices inferiores para el funcionamiento de acuerdo con el sistema Colt-Browning. Aquí, lo interesante es el muelle de recuperación, en acero tratado con zinc, que consiste en dos muelles de distinto diámetro,  uno de los cuales interviene después de que el primero fue comprimido. Para obtener este comportamiento, la guía está en dos sesiones que discurren una dentro de la otra.

El resultado es que la corredera no va a golpear contra el armazón al final del recorrido, evitando así esas vibraciones de alta frecuencia que tanto molestan al tirador. Es cierto que esta no es una pistola destinada a largas sesiones en el polígono, pero en cada caso, cuando se porta un arma es abasolutamente necesario haber ejercitado con la misma.

 

La prueba de fuego

El recorrido de la corredera es bastante largo

Se desarrolló en el polígono de Beretta-2, en Gardone Valtrompia, con un cielo nublado que dificultaba la visión, aunque fue mejor que teniendo el sol directamente sobre los blancos. Estos estaban a 10 metros, distancia coherente para el empleo de un arma de defensa personal del arma, quizás excesiva si se considera la reducida longitud de la línea de mira; de hecho, siete metros hubiesen sido más adecuados.

En pistolas siempre cargo cinco cartuchos, independientemente del arma, porque quiero saber siempre en qué punto estoy y cuánto me falta para tener el arma descargada.

La reacción al disparo es sensiblemente más suave de cuanto se pudiera esperar de un arma tan ligera, visto el calibre. En la foto del disparo se verá un consistente relevamiento, de hecho inevitable, el arma es perfectamente doninable debido al segrinado que no irrita la mano. La quinta y última diana obtenida está enteramente en 65 mm. y cuatro disparos en 40 mm.; mi impresión personal es que con un mejor tirador seguramente el arma habría hecho una mejor prueba.

Roberto Allara