Maxim, una saga que hizo época

Con esta ametralladora nace el concepto del arma de pelotón moderna

Hiram Maxim con su modelo de 1884 en calibre .577/.450 demostrando su escaso peso de 8,8 kg

Hiram Stevens Maxim fue un ingeniero y gran inventor en el campo de las armas de fuego. Su trabajo incluye un panorama muy amplio, desde la primera ametralladora de diseño moderno a una trampa para ratones que se autoarmaba. Nació el 5 de febrero de 1840 en Massachusetts, EE.UU., en el seno de una familia de origen francés. En su juventud realizó muchas mejoras en todo tipo de maquinarias desde carros hasta tornos. Durante un tiempo estuvo radicado en Canadá, aunque con posterioridad se mudó a Boston, donde trabajó para su tío en una compañía de iluminación a gas, para después fundar la Maxim Gas Company, que tuvo escasa duración. Entonces decidió dar el salto y cruzar el Atlántico hacia Gran Bretaña, donde tuvo un negocio de maquinarias en Hatton Garden, Londres. Aquí comenzaría, durante el período de 1882 a 1885, a desarrollar varios sistemas de automatismos para armas de fuego. Y en asociación con Albert Vickers de la firma homónima, nació la Compañía Maxim. En 1888 compró la firma Nordenfelt y se transformó comercialmente en Maxim Nordenfelt.

La primera ametralladora Maxim recamaraba el cartucho .577/.450 Martini Henry reglamentario del Ejército inglés. Con una  cadencia de fuego 500 disparos por minuto. Este primer modelo no llevaba refrigeración por agua.

Su funcionamiento era perfecto, pero y a pesar de la gran calidad de la pólvora negra usada en esa época, a la larga se entorpecía por la suciedad de ésta. Tras el advenimiento de la pólvora nitro, Hiram Maxim vio el cielo abierto para sus armas.

Vickers-Maxim modelo 1895, calibre .303 British

Con la adopción por parte de las Fuerzas Armadas británicas, en 1891, de la ametralladora Maxim, calibre .303 British, este industrial pudo absorber a la Vickers, lo que era más que lógico, dado que esta compañía era la que fabricaba la Maxim. El primer bautismo de fuego de la ametralladora Maxim en manos británicas fue la batalla de Ondurman, el 2 de septiembre de 1898, donde un ejército anglo-egipcio comandado por el general británico, Horatio Kitchener, venció a las tropas de Abdallahi ibn Muhammad, sucesor del autoproclamado “Mahdi” (el Esperado) Muhammad Ahmad. De este modo, recuperaban el control de Sudán y vengaban la muerte del General, Charles George Gordon, en enero de 1885 en Jartum.

El estreno de la Maxim no pudo ser mejor, ya que las bajas anglo-británicas no llegaron a 500 efectivos y los derviches perdieron no menos de 15.000 hombres. En Ondurman también se probó el cartucho .303 British Dum-Dum y las heridas que causaban hicieron que los observadores alemanes interpusieron una queja ante su uso. Gran Bretaña argumentó que éstas eran similares a las producidas por sus viejos fusiles Snider calibre .577 de pólvora negra.

Teniendo en consideración que las ametralladoras Maxim funcionaban del mismo modo y eran muy similares, salvo algunos cambios estéticos, comentaré dos de ellas.

 

Maxim modelo Argentino 1895

Ametralladora Maxim modelo 1895 Argentina, en calibre 7,65×53 Mauser. Ésta pertenece a los primeros 180 ejemplares, porque su tanque de agua y otros elementos son de latón, mientras que los últimos 30, que completaron el pedido de 200, lo llevaban en acero

Gracias a la adopción del Mauser 1891, las Fuerzas Armadas argentinas entraron de lleno en el mundo de las armas cuya cartuchería estaba basada en la pólvora nitro. De este modo, dejaban de lado un gran fusil de un tiempo ya pasado, el Remington Rolling Block modelo 1871 calibre 11 mm. Español.

Con el Mauser 1891 adoptaron un nuevo cartucho, el 7,65×53 Belga, que en su momento tuvo mucho éxito al ser adoptado por otros ejércitos. De hecho, el primero en hacerlo fue el belga con su modelo 1890, pero dada la importancia del contrato argentino, en la actualidad conocemos al 7,65×53 como Argentino en vez de Belga.

El ejército de este país sudamericano ya había adoptado ametralladoras como las Gatling y Nordenfelt en varias versiones y calibres, las que fueron utilizadas en su Campaña del Desierto a cargo del General Julio Argentino Roca, contra los indios.

Con la compra en 1888 de la firma Nordenfelt por parte de Hiram Maxim, ésta se transformó en Maxim Nordenfelt. Y gracias a que las FF.AA. argentinas ya tenían material y trato con la firma Nordenfelt, le fue muy sencillo introducir sus nuevas armas automáticas en dicho país.

La primera compra en 1895 fue de 50 ejemplares numerados del 1 al 50. La segunda en 1898 fue de 150, pero se la encargó a la Deutsche Waffen und Munitions Fabriken (DWM) licenciataria de Maxim, con las que tenía trato más próximo a través de Ludwig Loewe gracias a la fabricación del fusil Mauser modelo 1891. De estas 150 ametralladoras, 180 llevaban el tanque de agua y otros elementos fabricados en latón, pero las numeradas entre 181 y 200 ya lo llevaron de acero.

En 1889 se modificaron los cargadores rígidos y se pasó a utilizar cintas de ametralladora como las que conocemos hoy en día. Teniendo en cuenta su largo alcance, los militares argentinos ya tuvieron la visión, nunca mejor dicho, de comprar visores telescópicos Carl Zeiss de 2×12. Alemania siguió este ejemplo en 1911, lo cual nos da una idea de la anticipación de esta república sudamericana.

Todas las armas fueron dotadas de un trípode Acland manufacturado por Vickers, cuando ya esta empresa era Vickers, Sons & Maxim.

El funcionamiento de estas ametralladoras estaba basado en el corto-retroceso. Cuando se montaba el arma con su asa rotativa hacia adelante, un extractor en forma de T cogía al primer cartucho del cargador rígido o de la posterior cinta. En esta posición se decía que estaba medio cargada, se volvía a accionar dicha asa y ya quedaba lista para hacer fuego.

El disparador eran dos botones que se empujaban con los pulgares una vez liberado el seguro. Éste era una teja superior que inhabilitaba el paso del disparador.

Tenía una longitud total de 1.107 mm. con un cañón de 721 mm. Su peso era de 23,3 kg. Su de alimentación era por cinta de 250 cartuchos. Tenía una cadencia de fuego de 500 d/m.

Obviamente, las 200 Maxim estaban recamaradas al cartucho 7,65×53 Argentino modelo 1891, mas cuando esta república adopta el Mauser modelo 1909 con un cartucho de igual calibre, pero con un proyectil Spitzer en vez del redondo, todas recibieron sus nuevos cañones.

 

Maxim ligera modelo 1915

Ametralladora Maxim Ligera MG08/15, cal. 8×57 Mauser, utilizada en la aviación alemana

También conocida como Maschinengewehr 08/15, se trata de una adecuación de la ametralladora Maxim a los requerimientos de un fusil ametrallador, aunque mantiene la refrigeración por agua y la alimentación de la munición por cinta de cartuchos. Fue poco operativo debido a su peso total y al uso de la cinta de munición que venía en una caja que se adosaba en el costado derecho. No obstante, fue muy utilizado en los aviones de combate alemanes al tener menos peso. Para ello se lo montó en diversos afustes y fue de los primeros en ser utilizados con el dispositivo de que el disparo pasaba por entre las palas de la hélice al estar acompasado con ésta.

Tenía una longitud total de 1.398 mm. con un cañón de 610 mm. Su peso era de 17,7 k. y su calibre el 8×57 mm Mauser. Su de alimentación era por cinta de 250 cartuchos. Para hacerlo más controlable como fusil ametrallador, tenía una cadencia de fuego de 400 d/m.

 

Su éxito en la guerra

Si bien su estreno fue, como dije, en la batalla de Ondurman a manos del Ejército anglo-egipcio y, posteriormente contra los Boers. Su verdadero triunfo lo logra en la contienda Ruso-Japonesa de 1904. Allí quedó claro, para quienes quisieron verlo que la ametralladora era un arma terrible y que originaba bajas a miles.

El empleo masivo de ametralladoras y alambradas de espino fue demoledor para la infantería durante la Primera Guerra Mundial, más allá del bando donde combatiera

Desgraciadamente, los militares británicos, franceses y rusos de la Primera Guerra Mundial no tomaron en consideración que la ametralladora era un arma de devastación total ante el avance de la infantería o caballería a campo abierto. Los alemanes se dieron cuenta que si las ametralladoras enfrentaban perpendicularmente a sus enemigos avanzados, había muchos huecos entre soldado y soldado. Por ello desarrollaron tácticas como el “Triángulo de la muerte” al colocar las ametralladoras en las puntas de las trincheras en una posición avanzada con respecto a ésta. Así, ponían bajo fuego cruzado al enemigo que avanzaba.

La vieja fórmula de cerrar filas para avanzar contra una posición costó cientos de miles de vidas.

 

El éxito de una idea

En 1901, Hiram Maxim fue nombrado caballero del Imperio Británico por el diseño y fabricación de su arma automática.  Nació en 1840 y falleció en 1915, cuando el uso de sus armas se había impuesto en el mundo entero.

José Cid