Final Finish

Lo puede hacer cualquier usuario sin grandes conocimientos

David Tubb es un talentoso ingeniero americano con un curriculum impresionante en el terreno de las competiciones de Rifle de Alto Poder, ya que fue 11 veces Ganador en las de Rifles de Alta Potencia organizadas por la NRA (National Rifle Association) como así también 6 veces Campeón en las de Rifles de Alta Potencia en la especialidad de Largas Distancias.

Con su experiencia en el manejo de Rifles de Alta Potencia, en una entrevista a una revista especializada, comentó lo siguiente  haciendo una comparación entre los coches y los rifles: “Cuando Ud. compra un automóvil nuevo, un conductor prudente no se lanza a una autopista con el mismo a 200 kilómetros por hora con velocidades sostenidas para asentar su motor. Los manuales del vehículo sugieren que es prudente para asentarlo, variar las velocidades en los primeros 700 kilómetros. Comparándolo con los cañones de un rifle nuevo, tampoco se los debe disparar a lo loco, sino que hay que seguir un procedimiento para que el cañón se vaya asentando y puliendo algunas de las marcas que pudiesen haber dejado las herramientas cuando fueron estriados”.

 

Asentando el cañón de un rifle

Caja de municiones Remington del potente calibre .300 Remington Ultra Magnum, que fue empleada en la prueba

Los cañones de los rifles de Alta Perfomance estándar cuando son terminados en fábrica, pese a todos los cuidados puestos y aun con las herramientas más modernas, tienen imperfecciones como rayas, algunos puntos  altos  o marcas de herramientas. Esto sería corregido fácilmente por un posterior pulido o “hand lapped” que solucionaría quizás el 99% de las rayas o imperfecciones que dejan las maquinarias cuando producen las estrías. Es un proceso lento y tedioso mediante el cual un artesano manualmente pasa por el cañón, una varilla con una punta de plomo ajustado al diámetro del mismo, a la que se le agrega diversas granulaciones de abrasivos. Nunca se sabe de antemano cuantas pasadas hay que hacer, sólo el artesano con su experiencia “siente” cuando está pasando la varilla, que al cañón se le ha pulido correctamente.

Un trabajo perfecto, pero que no se le puede hacer a un rifle de producción a precios competitivos, su coste encarece el precio final del arma, sólo se puede en rifles custom cuyo coste final generalmente es alto pero quien lo compra, sabe lo que está pagando.

 

Soluciones convencionales

El kit Final Finish trae las puntas para pulir con un compuesto especial en una caja plástica con compartimientos separados y su manual de instrucciones

En general, cuando un usuario compra un rifle de alto poder, y por ello quiero decir de cartuchería de altas velocidades o presiones que van desde un simple .222 Remington hasta los hiperveloces como pueden ser un .300 Remington Ultra Magnum, o hasta algún desarrollo que aparezca en el futuro, debería saber que tiene ser asentado por lo menos mediante el tedioso proceso de  dispararlo, limpiarlo y dispararlo, limpiarlo y dispararlo. La idea de esto es que al pasar el proyectil por el cañón del arma y limpiándola frecuentemente con un buen producto, las imperfecciones que pueden haber dejado las marcas de herramientas se irán removiendo, aunque el proceso puede llevar un tiempo largo. De todas maneras, no es un método perfecto, ya que después de disparar cientos de veces, en muchos casos se ven rayas de herramientas durante el estriado.

El porqué de esta limpieza profunda a la que debemos someter a nuestros rifles magnum, es que dadas las altas velocidades que desarrollan y siendo disparados en cañones estándares, dejan los proyectiles parte de su envuelta de aleaciones de cobre. Si el cañón continúa usándose con estos restos de metal, se arruina notablemente la precisión del arma.

Una solución ingeniosa y mucho más fácil de hacer, es la que puede ser realizada por el mismo usuario, sería pasar por el cañón unos proyectiles especiales con un recubrimiento abrasivo que, a medida que disparemos varias veces, vayan puliendo el interior del cañón.

 

Final Finish

La caja del kit FF

Es un producto que desarrolló el mismo David Tubb para pulir cañones de rifles de alto poder sin tener que recurrir al tedioso “hand lapping” y que lo puede hacer cualquier usuario sin grandes conocimientos.

Para el pulido óptimo del cañón del rifle o arma corta también, se procede de la siguiente manera: primero hay que limpiar el cañón de cualquier suciedad, restos de cobre, etc., luego se procede a pulirlo disparando 40 proyectiles cargados manualmente consultando un Manual de Recarga, con la más baja recomendada, es decir, con la menor presión y velocidad.

Se utiliza en esta primera serie, los proyectiles provistos por el kit de Final Finish y codificados con los números Uno y Dos, los cuales harán el 70% del trabajo. Preparada la munición con la carga aceptable más baja, se dispara el rifle con los primeros 10 tiros y se limpia cuidadosamente el cañón, pero utilizando un cepillo más grande que el calibre que estamos usando, por ejemplo: usaremos un cepillo para un .243 Win en un cañón de .224, como así también debemos usar un removedor de cobre como el conocido solvente Sweet´s 7.62 ó similares. De esa manera, al mantener el cañón limpio de cobre, puede trabajar mejor el compuesto de las puntas especiales. Pero hay una excepción: en el caso de que el cañón del rifle, sea impecable, sería el caso de la mayoría de los rifles custom o de altos costes, como así también si se le hubiesen hecho el trabajo de “lapping”, bastará con utilizar solamente la serie de puntas numeradas desde la 3 a la 5. Ya cuando estamos en la etapa final del proceso, es decir, cuando nos toca trabajar desde las puntas codificadas como las número 3 en adelante, la granulación del compuesto es muy fina y ya no remueve tanto el metal, sino que lo pule y, lo que es más importante, en un solo sentido. Muchos comparan este último paso, con las plumas de un ave, de tal suavidad que le son de gran utilidad en su vuelo.

Esta última etapa ayuda a minimizar el encobrado cuando se dispara muchas veces un rifle, sobre todo en los mágnum de altísimas velocidades. De todas maneras, el cañón aunque esté perfectamente pulido, no nos libera de un mantenimiento común, es decir, limpiarlo con líquidos especiales desencobrantes y observando siempre para ver si aparecen signos de este metal adheridos al anima del cañón.

 

Una experiencia

Una punta del calibre .30 ya cubierta con un compuesto especial para pulir el cañón del rifle

Había visto publicidades en revistas especializadas de proyectiles especiales que pulen los cañones de los rifles, pero nunca había tenido la posibilidad de ver personalmente cómo trabajan.

Fue por pura casualidad que cuando llegué a la finca de un amigo, donde practico no sólo el ritual de la caza del jabalí a la espera, sino que la primera noche tengo la “obligación moral” de matar uno de tamaño parrillero con un disparo a la cabeza, para comerlo al día siguiente con los amigos. Cumplido el ritual, ya estoy autorizado a buscar un macho en los días siguientes, pero la jornada es larga hasta que llega el atardecer para apostarse, así que, charlando con el dueño de la finca, me comentó que le habían mandado desde EE.UU. un producto nuevo para pulir los cañones de los rifles, ya que tenía un rifle nuevo que había mandado a hacer. Se trataba de un Mauser armado con una acción Voere, que resultó ser una fabricada por esta casa alemana al mejor estilo 98, a la que se le roscó un cañón custom fabricado en EE.UU. por un armero de Montana, un tal Donnelly para el calibre .30 que posteriormente mi amigo Peter Koeck lo había hecho recamarar para el potente .300 Remington Ultra Magnum o, como se lo suele llamar frecuentemente, .300 RUM. Éste es un cartucho basado en el viejo .404 Jeffery, el cual es más ancho que el .375H&H, por lo que admite mayor cantidad de pólvora y, por supuesto, su cuello agolletado para montar un proyectil de .30 con el objeto de conseguir altas velocidades. De hecho, en la parte trasera de las municiones podemos ver que las velocidades con puntas de 150 grains alcanzan 3.450 pie/seg y con las de 180 grains, 3.250 pie/seg.

El cañón si bien se veía bien pulido, tenía algunas rebabas de las herramientas de estriado y por ese motivo se lo iba a pulir. Siguiendo las instrucciones del manual que viene con el kit de Final Finish, se recargaron manualmente las municiones con las cargas más bajas y seguras.

 

En el banco

Características técnicas de la munición Remington .300 RUM que aparecen en la parte posterior de la caja

Con un firme apoyo, su propietario comenzó con la serie de disparos a un chapón de acero colocado a la distancia de 100 metros. El sonido del .300 RUM es fuerte, pero el peso del rifle y el diseño de su culata lo hacía tolerable.

Fueron pasando los proyectiles con diferentes tipos de granulación de pulido hasta que al final, luego de limpiarlo bien y dejarlo enfriar totalmente y como control, Peter hizo la última ronda de cinco disparos. El resultado está a la vista en la foto: un solo impacto para los cinco disparos, y el cañón totalmente libre del odiado encobramiento.

Esto no nos libera de un mantenimiento correcto, limpiándolo periódicamente, ya que estos magnum hiperveloces tienden a dejar mucho cobre en el cañón.

Los calibres que ofrece la marca para arma corta, son: .38/9mm.; .40/10mm.; .44 y .45.

Para arma larga: .204; .22/5,56mm.; .243/6mm.; .25; .264/6,5mm.; .270; .308/7,62; .303; .323/8mm. ; .338; .358; .375 y .45/70.

 

Carlos Coto