Winchester XP3 Elite
Transforma su escopeta en un poderoso rifle de gran precisión y poder de parada
Este cartucho, que ya lleva entre nosotros unos cuantos años, ha demostrado ser una opción de valor inigualable para el uso de la escopeta en la caza mayor. Los cartuchos Winchester XP3 Elite aúnan muchas virtudes, ya que su precisión está fuera de discusión, como así su energía y penetración. Para ello se valen de un sabot de material sintético y un proyectil sub-calibrado, lo que permite dispararlos en muchas escopetas. El sabot de material sintético es una envuelta que facilita el paso del proyectil a través del choke, asegurando un cierre perfecto y una gran velocidad inicial.
Este proyectil está patentado y se trata de uno con núcleo de estaño calibre .50, de punta hueca y en la misma encontramos un expansor o penetrador de polímero que mejora su aerodinamia. Existen dos versiones para diferentes calibres: 12/70 y 12/76 Mágnum.
Su peso es de 300 grains en ambos casos y en el 12/70 tiene una velocidad inicial en el largo cañón de 71 cm. de la Benelli Pasión de 610 m/s (2.000 p/s); mientras que el 12/76 es de 640 m/s (2.099 p/s.).
Estos cartuchos Winchester SP3 Elite, están pensados para ser usados en escopetas con cañón totalmente rayado o en aquellas con choke estriado, pero en mi caso utilicé una de cañón liso con su choke liso de cinco estrellas y obtuve un rendimiento altísimo, como ya veremos.
Prueba de tiro y de caza
Elegí para esta prueba la escopeta Benelli Pasión en calibre 12/70 y 12/76 Mágnum, por ser un arma fuerte y bien equilibrada. En el campo de tiro disparé con ambos, 12/70 y 12/76, pero en la cacería solo llevé los del 12/70, por entender que para una montería no necesitaba la potencia del 12 Mágnum.
Lo primero que uno siente al disparar esta munición Winchester SP3 Elite con la escopeta es que el sonido y el retroceso son más de rifle que de arma de ánima lisa. La sensación es de inmediatez en cuanto sale el disparo y llega a su objetivo.
El retroceso en el campo de tiro es recio, no así en la caza que ni se percibe. Insisto, llama la atención la velocidad que tiene y la instantaneidad del impacto, como así la de recarga de munición.
La prueba fue hecha a 70 metros, que creo es la distancia que más o menos uno maneja en una montería. Como vemos en la imagen, los cuatro disparos están en unos 45 mm., pero los tres primeros están en 30. Creo que si hubiese contado con un visor de punto rojo, el grupo entero hubiese estado en menos de 30, pues al carecer la escopeta de alza el error en altura se nota.
He observado que el sabot se abre por completo y deja al proyectil que siga su trayectoria a unos cincuenta y tantos metros, pues a esa distancia encontré varios sabots y tacos en el campo de tiro.
Siguiendo con la caza, me gustaría ahondar en un criterio que se suele escuchar que dice que las balas de escopeta no matan bien. No entraré en la discusión si tienen o no razón unos u otros, pero sí debo decir que las Winchester XP3 Elite crean su propio canon. Una vez que el animal ha sido alcanzado es como si una caja fuerte le hubiese impactado, se derrumba inmediatamente. Los efectos son devastadores, como se puede ver en la imagen. La mejor descripción de lo que le ocurre al animal es como si le hubiesen cortado la electricidad. Es shock en toda regla y esto hace que el animal ni se entere que ha pasado a mejor vida.
Con esta munición de Winchester de alta velocidad para escopeta ganamos un aspecto positivísimo y es que apenas hay que correr la mano, ya que el proyectil tiene una velocidad inicial de 610 m/s. Esto lo pude observar en la montería donde disparaba a unos sesenta metros de distancia aproximada y que corría la mano como casi si fuese mi rifle del .375 Holland and Holland Mágnum.
¡Buena Caza!
Nota: Agradezco la cesión del material para este reportaje a Aguirre y Cía., S.A., Calle Trespaderne, 29, 4ª planta, 28042 Madrid. Tel. 91 435 57 40.