Weihrauch Target Trophy Inox

Un revólver alemán para competir

Las armas de tiro olímpico tienen un atractivo especial, ya sea por diseño, calidad, ergonomía y, fundamentalmente, precisión. El Weihrauch Target Trophy Inox estoy seguro que encaja a la perfección con los parámetros citados, además de una relación precio/calidad muy alta. Éste es uno de los desarrollos más prestigiosos de una firma con mucha historia y una fama bien ganada.

 

La historia no miente

El armero Hermann Weihrauch fundó su compañía homónima en Zella-Mehlis, Alemania, en 1899. Esta población de Turingia es famosa por otras firmas armeras como Walther, Sauer & Sohn y Anschütz.

Weihrauch era muy conocido por sus rifles de caza, como drillings, billings y escopetas; pero decidió introducirse en el sector de las armas de competición, como así también, en las de entrenamiento. Tuvo tres hijos: Otto, Werner, y Hermann II, que pronto se unieron a la firma familiar.

Después de la Primera Guerra Mundial se introdujo el modelo HWZ 21 en calibre .22 LR, al que le cupo el honor de ser el primero en fabricarse bajo los sistemas de producción masiva y rápidamente supo ganar una excelente reputación olímpica. En 1928 abrió su producción a otros sectores, que muchos armeros ya trataban, como el de las bicicletas y el de los cerramientos mecánicos. Un dato anecdótico es que dada la calidad de sus “bicis” Weihrauch fue el único productor que las siguió fabricando durante la Segunda Guerra Mundial y como a su final a esta firma le tocó el lado soviético, en 1948 tuvieron que entregar su fábrica al estado.

De este modo Otto se convirtió en mecánico, aunque posteriormente volvió a Zella-Mehlis para trabajar como armero. Werner trabajó en la Jagdwaffenwerk (del alemán: fábrica de armas de caza) de Suhl, actual Merkel; Hermann II se mudó a Mellrichstadt, en Bavaria, Alemania Federal, y junto a su hijo Hans comenzó a reparar bicicletas. Finalmente, en 1950, se le permitió a Alemania Federal la fabricación de armas de aire comprimido y el rifle modelo HW 50V vio la luz. En su primera aparición tenía un cañón liso, hasta que unos años posteriores reapareció la Federación Alemana de Tiro (Deutscher Schützenbund) y se reinició la etapa de las armas estriadas, lo cual dio a la firma el potencial y la diversificación en la producción de armas de todo tipo que hoy tiene.

 

Un revólver para quienes quieren hacer puntos

En un maletín de material sintético de alto impacto encontramos a este revólver que por sus particularidades lo vamos a analizar por partes. Está acompañado de una llave Allen, baqueta y manual en varios idiomas, entre ellos español.

El Weihrauch Target Trophy Inox se produce en dos calibres de competición, como lo son: el .38 S&W Especial y el .32 S&W Long. El que traigo a las páginas de Armas y Municiones es este último, por entender que el cartucho .32 S&W Long es el más popular entre los tiradores de competición. Cabe destacar que ambos tienen la misma precisión intrínseca, pero claro está que el menor retroceso del .32 lo hace más apetecible, sobre todo en tiradas largas donde la suma de los disparos hace mella en la precisión del tirador.

Es interesante destacar que, según su distribuidor en España y Portugal, Suministros Ayala, este es un modelo que se hace especialmente para nuestro país, pues aventaja al modelo original.

Está fabricado en Alemania, con acero inoxidable y con acabado mate, con lo cual contrasta agradablemente con su sistema de puntería pavonado en negro. Y hablando de éste, como es de esperar en un arma de tiro, tiene corrección micrométrica en altura y deriva. Su punto de mira es de sección rectangular que deja unas buenas luces en su alza que redundan en la precisión final. Está montado sobre un cubre-cañón, que es en sí un contrapeso integrado y en él encontramos varios aspectos dignos de destacar, como: nicho que alberga la varilla extractora, estrías antireflantes paralelas al axis, dos agujeros roscados para asentar las bases de cualquier ayuda óptica u holográfica y también, para igual finalidad, unas escotaduras para bases de garras. Por último, en su parte inferior encontramos varios taladros roscados para sujetar contrapesos en diferentes puntos más próximos o lejanos del centro de gravedad del arma y así facilitar la “parada” y el equilibrio, que casi es tan personal como tiradores hay en nuestro sector. Su peso es de 1.160 gramos lo cual se agradece ya que se “tiene” con seguridad en la mano tiradora.

La longitud del cañón propiamente dicha, es de 6 pulgadas, con lo cual tenemos un buen radio de miras. Tiene seis estrías dextrógiras con un paso desarrollado especialmente para los proyectiles de tipo wadcutter. La empuñadura KNill es algo aparte, ya que en un arma de su costo, realmente destaca y por ello, comenté oportunamente la excelente relación precio-calidad del Weihrauch Target Trophy. Es anatómica y tiene un picado excelente, hay dos tipos de terminaciones: laminada bicolor o de madera integral de nogal y también podemos colocarle una de combate. Su tambor alberga seis alvéolos y como está pensado para dos cartuchos de diferente diámetro, en el del .32 queda realmente robusto. Su extractor, que hace las veces de cierre oscilobatiente contra el arco del armazón, es de acero pavonado.

La cola del disparador es sobredimensionada, particularmente a mí me gusta de esta guisa, sé que algunos tiradores prefieren una más fina; en definitiva, de ser así siempre se podrá adelgazar al gusto del consumidor. El arma viene de fábrica con el disparador afinado a 1.050 gramos; no obstante, podemos regular su tensión mediante un tornillo que está integrado en el armazón. El martillo lleva una teja sobredimensionada que facilita su armado con cualquier de las manos.

 

En el campo de tiro

Desde hace años utilizo una receta muy buena para las armas en calibre .32 S&W Long: proyectil Toro de 98 grains Wadcutter y 2,4 grains de AS con pistón CCI 500 SP, con esto obtengo una velocidad aproximada de 220 me (721 p/s). Dotado de buena cantidad de cartuchos me dirigí a Canto Blanco. Primeo hice unos tiros a brazo alzado y después varias pruebas con apoyo, para verificar el arma y no mis torpes manos. El blanco es más en que elocuente.

Saúl Braceras