Tanfoglio Force cal. 22 LR

La sostenible levedad del ser

La idea de las versiones de fuego anular de pistolas de mayor calibre siempre ha interesado a productores de armas y a los apasionados; lo mismo se puede decir sobre los convertidores de calibres, que permiten divertirse y entrenar sin gastar demasiado. La idea es en sí misma óptima, pero no siempre ha tenido éxito comercial; recuerdo las conversiones Colt de recámara flotante como las Service Model Ace, aquellas para la SIG P210 o para las P38. Posiblemente han sido muchos los factores que en algunos casos no les han permitido un triunfo en los mercados, entre los cuales es razonable pensar en el coste de algunas de ellas.

Prueba de esta suposición es la proliferación en Estados Unidos de conversiones de fuego anular para derivados de la 1911. La cantidad de muchas de las 22LR, incluso de las más potentes, son verdaderamente poca cosa y pretender hacer funcionar pistolas de percusión anular de gruesas dimensiones con corredera en acero es algo posible, pero sólo al precio de virtuosísimos técnicos que las dejan fuera del mercado. He aquí el huevo de Colón, constituido del uso de aleación ligera para la corredera, como encontramos en todas las conversiones de última generación y sus versiones 22 LR de pistolas full-size.

 

Caballo de tiro

Una corredera en aleación cuesta menos que una en acero, y no solo porque una corredera en acero de una pistola derivada de una .45 o de una 9 requiere de esos grandes técnicos a que nos referíamos. Gracias al uso de la aleación no solo han proliferado las conversiones para armas tipo Government, visto que conversiones de fuego anular son hoy propuestas por muchas de las pistolas de mayor éxito como por ejemplo Glock, Beretta 98/98 y Tanfoglio.

El armazón en polímero ha sido una verdadera revolución que trajo, entre otras cosas, una drástica reducción de costes respecto a los modelos que lo tenían en aleación o en acero. Tanfoglio, con la línea Force propuso modelos con armazón en tecnopolímero en los años 90 del siglo pasado y ya finalizando el segundo milenio nació la Force 22 L, en la cual se conjugan las correderas de las conversiones al 22 para las pistolas Tanfoglio con los armazones de la Force. Desde su nacimiento, las Force han tenido una evolución continuada basada en el incremento del know-how de la firma así como en su feed-back de la utilización, lo cual la llevó a la eliminación de defectos, ya sea en una mejora estética como en prestaciones complejas. También las Force 22 L han seguido este recorrido evolutivo y las armas actuales son más bellas, más fiables y con mejor rendimiento. Realmente, en cuanto a seguridad y duración, una vez eliminados los defectos, la serie Force ha demostrado su saber hacer y aún más en la 22 L en particular; aunque no es tan “sexy” como una 9 mm., lo cual explica el relativo interés en la misma, pero se ha vendido y se vende (también en Estados Unidos) con continuidad, consiguiendo cifras cada vez más consistentes. Dispara bien, es divertida, duradera y fiable…, pero creo que estoy adelantando conclusiones antes de hablar del arma…

 

Solo en simple acción

La Force 22 L es una pistola de bloque abierto; su desmontaje sigue el mismo procedimiento que el de sus hermanas, lo cual hace posible por el hecho de que el cañón fijo se vincula al armazón. Si queremos bloquear la corredera en apertura, debemos hacerlo manualmente. Dado que tiene el armazón de las Force de fuego central, también la de fuego anular mantiene el seguro automático a la percutora (presente en todas las Force) como así también el seguro selectivo que bloquea el disparador, con un mando sobre el costado izquierdo. Mientras sobre las armas “mayores” la sistema de disparo es de simple y doble acción, en ésta encontramos sólo simple y hallamos un disparador más recto, con un tornillo prisionero que regula su recorrido. Éste, aunque un poco largo, no es un hándicap relevante, ya sea por la tipología de la pistola (y por tanto de su uso), ya por el hecho de que con un poco de entrenamiento no es difícil de modificar, en caso de querer aumentar la velocidad del tiro; si bien un recorrido largo puede ser de ayuda para evitar tiros involuntarios, sobre todo si nos detenemos a pensar que armas como la 22 L son generalmente utilizadas por novatos.

El cañón es bastante macizo para una 22, el ánima tiene seis estrías y la boca bien acabada, es decir, que tiene todas las premisas que necesita una pistola para disparar bien. El ejemplar probado consiguió blancos verdaderamente notables (a 20 metros y con apoyo).

Algún tirador podrá acusar a la 22 L de golpear bastante para ser una de fuego anular, pero se trata de una imputación sin mucho sentido, ya que hablamos de una pistola que pesa 690 gramos y no tiene sentido compararla con otras que tienen entre 200 y 400 gramos más. Esta Tanfoglio pretende ser ante todo una pistola para la diversión y el entrenamiento, cuya característica principal es su ligereza: el cañón pesa 150 gramos, mientras que la corredera 170. Cuando disparamos el cañón se mantiene firme y sólo la corredera retrocede, consiguiendo que en ese momento el centro de gravedad del arma se desplace un poco. Si consideramos que su peso en vacío es de 690 gramos, del cual 170 pertenecen a la corredera, vemos que la masa en movimiento es contenida respecto a la total. Como dije al iniciar este artículo, la sostenible levedad del ser.

V.B.