STI Apeiro cal. 9 mm Parabellum

Una obra maestra

Con sólo empuñarla ya nos damos cuenta de que es algo diferente a lo que ya habíamos visto. Llama poderosamente la atención la perfección de sus mecanizados como así su estética bicolor.

 

A cien años de la Colt 1911

En 2011 STI se gestó la integración de una tecnología patentada por esta empresa en la pistola más emblemática de todos los tiempos. Básicamente, nos hallamos ante un arma corta basada en la 1911 con cargador de doble columna en una empuñadura de polímero. Esto permite su utilización sin agrandar la circunferencia de aquella, pues se mantiene casi la misma, pero dotándola de una gran capacidad de almacenamiento de munición:

Un cómodo maletín alberga la pistola, manual de instrucciones y accesorios

Con lo dicho, más su cañón Schuemann “Island Bull Barrel” de 5 pulgadas montado sobre un armazón de acero con empuñadura de polímero introducen a la STI Apeiro en el siglo XXI. En este armazón encontramos todo lo necesario para hacer de esta pistola un arma bella, como el segrinado de la corredera, que el fabricante llama diente de sable y que cumple a la perfección su función específica. En cuanto a la operatividad de la pistola, detalles como el seguro ambidiestro y también el de empuñadura con la rabera prolongada la exaltan sobre otras competidoras.

El armazón con empuñadura de polímero mantiene los 17º con respecto al axis de cañón, es decir, como en la pistola Colt 1911. Por lo tanto, su asimiento no nos es extraño y la adquisición de miras es muy instintiva. Esto también se facilita por la elección del punto de mira de fibra óptica Dawson.

Al igual que en otros modelos de STI, en la Apeiro encontramos su martillo aligerado y de perfil rectangular. Lo mismo ocurre con el embudo o funnel de la empuñadura para facilitar el cambio de cargador. También la corredera de acero inoxidable que caza perfectamente con el acabado bicolor de la parte superior nos es conocida.

En su maletín encontramos que la Apeiro viene con un cargador de 126 mm., un candado para aquél, llave Allen y manual de instrucciones. Se fabrica en varios calibres, a saber: 9 mm. Parabellum; .40 Smith & Wesson y .45 ACP.

 

La prueba de tiro

El asimiento es perfecto, se siente cómo la mano queda soldada al arma, esto es realmente importante en el momento de repetir los disparos. Para que durante este proceso dinámico se realice de forma más agradable y así permitir una nueva adquisición de miras más rápida, se vale de su guía STI Recoil Master, también ayuda su peso apenas superior al kilo, 1.075 gr.

Un excelente grupo de cinco disparos a 25 metros

Su disparador STI es realmente bueno y nos aporta una sensibilidad muy adecuada, que en un arma de calibre recio, como es el caso del 9 mm. Parabellum y el .40 Smith and Wesson, debemos ser cautos en no dejarlo excesivamente ligero. El arco de guardamonte es amplio y su perfil serrado nos sirve para controlar mejor el arma.

El sistema de miras que trae de fábrica permite una regulación con clicks en altura y deriva como la que esperamos de un arma custom. Todo esto hace de esta pistola una referencia en el tiro de precisión e IPSC.

Durante al prueba utilizamos munición Union Metallic Cartridge de 115 grains blindada por entender que es muy precisa y económica, dos aspectos importantes. Dos tiradores competición de arma corta y yo nos adentramos en la agradable tarea de disparar con la STI Apeiro. Todos convinimos en que el retroceso es muy suave y permitía doblar los tiros con mucha rapidez y, gracias a su sistema de miras, con precisión. Disparamos tres cajas de munición Remington UMC sin interrupción alguna. La foto que publico es del mejor blanco obtenido a 25 metros, que creo que no deja lugar a dudas en cuanto a su precisión.

Particularmente me gustó su aspecto sobrio, de algo bien hecho, con un funcionamiento que se parece más al de un reloj suizo, la empuñadura y sensación de asimiento es perfecta, ya que transmite seguridad al tirador. Pero, pienso que lo mejor es que usted la pruebe y saque sus propias conclusiones, pues desde el momento en que tire de la corredera y la suelte, se dará cuenta de qué he querido decir al compararla con un reloj.

Saúl Braceras