Snider-Enfield modelo 1867 Mark III

Un arma de transición

Con la experiencia de la Guerra Civil estadounidense, durante la cual las armas de retrocarga se habían impuesto a las de avancarga, todos los gobiernos del mundo “civilizado” se pusieron manos a la obra para el cambio. Los motivos eran harto evidentes, con el nuevo armamento un soldado podía mantener un fuego casi constante y cuerpo a tierra, sobre todo esto fue fundamental; ya que para las armas de cargar por la boca era casi imprescindible estar de pie. Y digo casi, pues aunque varios ejércitos, como el francés, desarrollaron técnicas para hacerlo acostado en el suelo y boca arriba, esto dilataba en el tiempo la operación y hacía que el soldado sólo estuviera atento al procedimiento de carga. Por el contrario, con un arma de retrocarga, el soldado podía cargarla instintivamente desde el suelo o en una trinchera y mantenerse alerta.

 

Una década de prodigios

Hacia 1860 se diseñaron cientos de cierres para armas de retrocarga, sólo citaré algunos: Ballard (EE.UU. en 1862), Berdan (EE.UU. – 1865), Braendlin-Albini (Gran Bretaña – 1867) Chassepot (Francia – 1866), Henry (EE.UU. 1860), Martini (Suiza – 1860-62), Maynard (EE.UU. – 1859-60), Remington-Rider (EE.UU. – 1863), Remington-Rolling-Block (EE.UU. – 1869), Soper (Gran Bretaña – 1868), Starr (EE.UU.- 1858-67), Wanzel (Austria – 1864-65), Werder (Baviera – 1869), Werndl (Austria – 1866), Winchester (EE.UU. – 1866), etc.

Como en todos los demás ejércitos se partió de lo que ya había, es decir, transformar un fusil existente de avancarga a retrocarga, para ello los británicos contaban con uno muy bueno, el Enfield modelo 1853 calibre .577 de percusión. Es notable, pero el sistema de percusión fue el que menos vida tuvo entre las armas militares de reglamento, pues, en general, estuvo desde mediados de la década de 1840 hasta la mitad de la del 60.

 

Un arma de transición

El martillo ha sido ligeramente rebajado en su faldón, pues ya no había explosión alguna que proteger al tirador

A mediados de la década de 1860 los británicos vieron que su armamento estaba obsoleto y en agosto de 1864 conminaron a los armeros a desarrollar el nuevo; cerca de 50 armas se presentaron a las pruebas, entre ellos son destacables: Westley Richards, Greene, Wilson, Mont-Strom, Soper y Snider.

La elección recayó en este último en mayo de 1866, cosa que molestó a los nacionalistas británicos, pues Jacob Snider era de origen neoyorquino, aunque también se dice que había nacido en Baltimore y/o Filadelfia. También en algunas publicaciones lo he leído como Joseph Snider. De todas formas, estadounidense al fin,  fue el inventor de la transformación que lleva su nombre en 1859. De hecho, hacia finales de la Guerra de Secesión fue probado sin éxito por el ejército de la Unión en 1865.

En 1867 obtuvo la patente británica (nº 69.941), desgraciadamente falleció a poco de haber sido adoptado su sistema de retrocarga para las armas del mayor imperio de su época. Después de su muerte, Angeline Snider fue nombrada administradora de las propiedades del Jacob y los beneficios de los royalties del contrato británico fueron asignados a John Vauhn Snider. Como dicha adopción se venía gestando desde 1864, se toma como fecha final y de denominación del modelo 1867.

La modificación era mucho más complicada que la Berdan nº5 utilizada en España, porque en vez de realizar un único movimiento de charnela hacia arriba pivotando se abría la recámara y expulsaba el cartucho simultáneamente, lo hacia girando hacia la derecha y para extraer la vaina servida había que realizar otro movimiento de traslación rectilínea hacia el tirador. No obstante, era más fuerte que el Berdan y junto con el Werndl, de acción rotativa en sentido axial, se los tuvo por los más fuertes de su momento.

 

El mecanismo

Básicamente constaba de un cassette (al igual que el Berdan nº 5)  que se atornillaba al cañón del arma en cuestión al que se le había cortado la recámara unos 75 mm. desde el tapón. En dicho artilugio se hallaba una puerta trampa o cierre que rotaba en sentido colateral hacia la derecha descubriendo la recámara entallada al nuevo cartucho de fuego central .577 homónimo.

El percutor atraviesa en escorzo desde arriba a la derecha hasta el centro del cierre colocándose en contacto con el pistón del cartucho

En dicha trampilla se hallaba el percutor que lo atravesaba en escorzo desde arriba a la derecha hasta el centro del cierre colocándolo en contacto con el pistón del cartucho. La sujeción de la aguja percutora corría a cargo de una pieza similar a una chimenea y, de hecho, en los primeros modelos lo era. Cuando no estaba apretado por la tensión del martillo, el percutor se retraía gracias a la acción de un muelle.

El martillo fue ligeramente rebajado en su faldón, pues ya no había explosión alguna que proteger, aunque verificaba la obturación con su peso o tensión sobre el percutor.

Para extraer el cartucho, una vez abierto el cierre había que tirar hacia atrás y girar el arma hacia abajo para que cayera. El Berdan nº 5 Español lo expulsaba con fuerza en un solo movimiento.

Esta conversión fue utilizada para fusiles, carabinas de caballería y mosquetones de artillería y al fusil corto naval modelo 1858. Por supuesto, como no podía ser de otra forma, los británicos hicieron varias transformaciones mínimas a la conversión Snider, creando los modelos Mark II* y Mark II**. Otra variante es que, además, se transformaron fusiles Lancaster modelo 1855 de estriado oval con lo cual se los denominó Snider-Lancaster.

También fue utilizado en Dinamarca en la conversión de su fusil corto modelo 1848 y rebautizado Modelo 1848-65. El fusil francés Tabatière usaba un sistema muy parecido.

En España se fabricó un híbrido con sistema Snider, pero en calibre 11 mm. Remington Español durante las Guerras Carlistas, que fueron marcados “La Azpeitiana”, pero como aquí somos tan “buenos” conservadores de nuestro patrimonio histórico, simplemente con ver los reglamentos de armas, es dificilísimo encontrar alguno… Tal vez en un museo extranjero, sí. Quien tenga ojos que lea.

Con el Springfield modelo 1873 estadounidense “Trap-door”, se fabricaron fusiles y carabinas totalmente nuevos, con el Snider británico ocurrió algo similar, no en la misma escala, pero se produjeron algunos ejemplares a partir de cero. En el caso de España sólo se modificaron al sistema Berdan los fusiles Minie, lo cual es más lógico, en tanto, se buscaba un arma nueva y definitiva.

En el caso del mosquetón con que ilustramos este artículo fue utilizado por fuerzas iraníes, ya que la numeración del alza está en parsí y no en número arábigos

Los Snider convertidos del Enfield de avancarga llevaban cañones de hierro y los nuevos hechos en acero se denominaron Mark III. A éstos se los dotó de un cierre más fuerte, que contaba con una pequeña asa coaxial en la parte superior que evitar su apertura mediante un eje central que se retraía a su voluntad. Este vástago lograba la obturación cuando la trampilla estaba en su sitio y se introducía en la parte trasera del cassette. Muy similar a la solución del Wanzel austríaco, aunque en éste dicho eje acompañaba al movimiento del martillo.

Tuvo una gran distribución en el ejército inglés y en el de la Compañía de la India, asimismo fue copiado por gobiernos amigos y enemigos. En el caso del mosquetón con que ilustramos este artículo fue utilizado por fuerzas iraníes, ya que la numeración del alza está en parsí y no en números arábigos.

En Afganistán fue copiado durante años por el pueblo pathan como arma reglamentaria de sus milicias.

El final teórico como arma bajo bandera le sobrevino con al adopción del Martini-Henry modelo 1871 en calibre .557/.450, un arma totalmente nueva y con grandes adelantos técnicos para su época, ya que con un solo movimiento del asa de apertura inferior se abría el cierre, expulsaba el cartucho usado y se montaba el percutor. No obstante, y como siempre ocurre, siguió mucho más tiempo en servicio y en algunas dotaciones de la India fue relevado directamente por el Lee-Metford de cerrojo en .303.

 

Su cartucho

El .577 Snider o Boxer, por usar este sistema de encendido patentado por el coronel británico E.M. Boxer para armas de fuego central hacia 1865, utilizó en primera instancia una vaina fabricada de una hoja de latón enrollada (en inglés coiled), esto en países húmedos, como la misma Gran Bretaña o la India, tuvo un sinfín de problemas en el encendido del pistón o de la misma carga de pólvora.

De izda. – dcha.: .577 Snider, 14,7 mm. Berdan Español, .577/.450 Martini-Henry y .45-70 Government

Utilizaba un proyectil de base plana de 480 grains empujados por 70 y hasta 73 grains de pólvora negra obteniendo una velocidad de boca del cañón de unos 1.250 p/s. y una energía de 1.660 lbs/p2.

Este cartucho sufrió más transformaciones y variaciones que ningún otro, pues finalmente con el Mark IX se arreglaron todos sus problemas; claro está que faltaba muy poco para la adopción del Martini-Henry, al que curiosamente sus primeros cartuchos también fueron de hoja de latón enrollado. Comparándolo con el del Berdan nº 5 Español, vemos que el nuestro llevaba un proyectil tipo Minié, igual que cuando era un fusil de avancarga y una carga de unos 60 grains de pólvora negra. De hecho, podemos disparar los cartuchos Berdan en el Snider, ya que es como hacerlo con .38 Especial en un .357 Mágnum. Esto en general no conviene hacer un uso extendido porque marca la recámara y con el tiempo dicha señal irá horadando un surco, aunque de forma casi imperceptible, pero molestará en la extracción, pues tenderá a sujetar la vaina servida.

 

Realizamos la prueba

Con proyectiles Nei de 462 grains y 23 grains de Tubal 2000 con un taco de fieltro de 15 x 15 mm. tiraba muy alto, y quemaba mal la pólvora, pero al subir a 26 obtuve una precisión adecuada a 50 metros, de unos 55 mm., aunque debía apuntar a pie de diana, pero nunca la potencia que con la misma punta y 70 grains de pólvora negra portuguesa.

Fue muy utilizado en la India por cazadores de tigres y en Canadá para el oso, ya que aportaba un gran de poder de detención a corta distancia, no olvidemos que su trayectoria era y es muy parabólica.

En la actualidad, es un placer disponer de uno para la práctica de tiro, la caza mayor en montería o simple colección.

Saúl Braceras