Sig Sauer P232 SL

Compacta y efectiva

La Sig Sauer 232 SL es una pistola elegante y bien hecha.

A diferencia de muchas de las pistolas actuales, la Sig Sauer modelo 232 no es de polímero, esto tiene sus puntos a favor y en contra. A favor, es su gran durabilidad y más en este caso cuyo material principal es el acero inoxidable. Además, el uso de este material es muy bueno para un arma que suele estar muy próxima al cuerpo y su humedad. Esto nos pone ante un arma corta bien hecha, aunque después al desmenuzarla para su estudio veremos algunas contradicciones.

En contra, al no ser de polímero, es que pesa un poco más y al estar hablando de un arma de back-up, puede ser importante para ciertos usuarios. No lo es para mí, porque me gustan las pistolas y, armas en general, de acero.

La principal diferencia con la modelo 232, a secas, es la corredera de acero, mientras que su armazón es de aleación y en la SL está hecha totalmente de acero inoxidable. Es destacable que en su producción se han esmerado en aspectos tales como su acabado y belleza. Por tanto, diré que es un arma hecha para un caballero que tenga que ir armado, más que una mera herramienta.

 

El modelo 232

Para desarmarla, no se tira de su guardamonte, sólo debemos girar un asa

Heredera de la 230, que a su vez debemos buscar su ancestro en la Sauer 38H que compitió, en cierta medida, con la Mauser HSC y con la número uno, la Walther PP y toda su saga. No obstante, la Sauer 38H supo hacerlo, y más en momentos tan difíciles como la Segunda Guerra Mundial. De hecho, estuvo en producción hasta que la fábrica fue capturada por los Aliados en 1945.

La modelo 232 inició su carrera en el mercado en la década de 1970 y logró sumar algunas variaciones interesantes como: pavonada, bicolor, y la que traemos en esta breve nota en acero inoxidable. También hubo un modelo mucho más raro de corredera pavonada en azul y armazón en negro.

 

 

Nuestra P232 SL

La pistola viene en un cómodo y elegante maletín de transporte.

Como era de esperar en un arma como la 232 que funciona a bloque abierto, está recamarada al 9 mm. Browning Corto (.380 ACP). Su capacidad en el cargador es de 7 más uno en recámara; sé que a muchos les puede parecer poco, pero en un enfrentamiento es difícil de pasar de los cinco disparos. Y esta conformación la hace muy delgada en contrapartida a las armas con cargador bifilar.

La pistola dentro de su maletín y con los accesorios que la acompañan

Me gusta su línea, que inevitablemente recuerda a la Walther PP, aunque su sistema de desarme sea diferente, no se tira de su guardamonte, sólo debemos girar un asa para conseguirlo. Está diseñada para ser portada entre la ropa y por ello no encontramos ángulos que puedan servir para engancharse. En este punto, creo que hubiera sido deseable un martillo redondo y no con forma de espolón, que aunque de muy reducidas dimensiones, asoma un poco de la corredera.

Sus cachas son de material sintético negro y de gran adherencia, por ello y, también gracias al cartucho, como veremos en la prueba de tiro, es fácil doblar los disparos. Sus aparatos de puntería están basados en los de tres puntos. Al igual que muchas pistolas de su nivel, el alza tiene corrección en deriva, pero debemos usar un botador y martillo. Esto en los años 20, cuando salió la Walther PP, podía estar bien, hoy creo que poco hubiese costado poner un alza regulable en todos los sentidos y de perfil bajo.

Sin embargo, sus aparatos de puntería son cómodos y tiene buenas luces para un disparo rápido y certero.

 

En el campo de tiro

No me pareció demasiado precisa, pero el hecho de que tuviera que usar guantes no ayudó mucho a la precisión final

En la actualidad hay muchas empresas de munición que producen cartuchos en 9 mm. Browning Corto excelente y con gran poder de detención. En Estados Unidos: Remington, Hornady y Federal lideran dicha producción. En Europa, Fiocchi.

Llama la atención que la corredera es más suave que en otras de su tipo y esto hace que el retroceso del disparo también sea más acompasado.

En el manejo del arma, al igual que en muchas pistolas Sig no tiene seguro sino un de-cocker, lo cual es una ventaja. No así el cambio de cargador, que en vez de tener una retenida al uso, de un botón, mantiene una vieja rémora como es el gancho en la parte inferior de la empuñadura. Esto en la actualidad carece de criterio.

Como ya advertí, sus cachas de material sintético negro aportan gran adherencia, que sumada a la escasa relevación del cartucho, nos ayuda a doblar los disparos.

Una recomendación, antes de disparar con la P232 SL debemos cogerla de más abajo, pues tiende a “mordernos” con la corredera. Para evitarlo usé guantes de cuero. Otra solución es colocar un botón de goma, como los que se usan en las escopetas cuando el guardamonte nos golpea en el dedo medio.

No me pareció demasiado precisa, pero el hecho de que tuviera que usar guantes no ayudó mucho a la precisión final. Creo que es un arma confiable, aunque la dificultad del cambio de cargador la limite un poco. Está bien hecha, tiene una línea muy elegante y durará por los siglos de los siglos.

 

Saúl Braceras