Rifle Henry de Uberti

La magnífica recreación de un clásico

Las armas emblemáticas son aquellas que representan un momento histórico y creo que el Henry lo es, debido a que abrió el camino a una de las más famosas compañías de armas del mundo, me refiero a Winchester.

 

El génesis de una empresa

Todo comenzó con una invención de Walter Hunt llamada Rocket Ball (del inglés Proyectil Cohete) que llevaba la carga de pólvora dentro de la base hueca del proyectil. Éste permitió la aparición de un rifle totalmente nuevo: un repetidor conocido como Volitional Repeater (del inglés: repetición a voluntad). El mismo probó ser poco fiable, de hecho, nunca se produjo y sólo se conoce un ejemplar. Pero dejó claro que era posible hacer un arma de este tipo y el 24 de diciembre de 1847, el armero Lewis Jennings, que trabajaba para George Arrowsmith de Nueva York, patentó su rifle homónimo.

El 7º Regimiento de Voluntarios de Infantería de Illinois listos para marchar al frente con sus novísimos Henry.

Aunque Arrowsmith mostró interés en el arma de su empleado sería el inversor Courtland C. Palmer, también de Nueva York, quien compraría los derechos de  los rifles Hunt y también del Jennings para fabricar 5.000 ejemplares del último en las instalaciones de Robbins & Lawrence, en Windsor, Vermont. Es interesante destacar que en este edificio se encuentra en la actualidad el American Precision Museum. El jefe de fábrica era Benjamin Tyler Henry, quien posteriormente jugaría un papel fundamental en el desarrollo del rifle Henry.

El rifle Jennings era calibre .54 y llevaba un cargador tubular donde alojaba a sus proyectiles con la carga de pólvora en su base hueca y un alimentador automático del mixto fulminante por separado. Se conocen dos modelos: Primero y Segundo. Este último tuvo la intervención de Horace Smith, posterior fundador de Smith and Wesson.

Del Jennings se fabricarían unos mil ejemplares entre 1850 y 1852, pues no tuvo el éxito esperado en ventas. Era demasiado voluminoso y tenía un rendimiento balístico muy pobre.

 

Smith and Wesson  entra en juego

Debido a su contacto con el rifle Jennings, Horace Smith y Daniel Wesson, junto con su inversor Courtland C. Palmer, formarían la nueva empresa: Smith and Wesson y después, en 1855, la Volcanic Repeating Arms Company en Norwich, Connecticut. Con esta última empresa el 14 de febrero de 1854 patentaron un cierre repetidor basado en una rodilla invertida, que utilizaba un cartucho cuya carga de pólvora y pistón se hallaban en la base hueca del proyectil de plomo. Los primeros rifles fueron en calibre .30 y .38 y sólo unas 1.000 armas se conocen bajo esta marca.

Oliver Fisher Winchester

Irónicamente los modelos fabricados en 1854 de las armas Volcanic anteriores al Henry y, sobre todo, al Winchester 1866, llevaban su armazón de hierro y esto no volvió a ocurrir hasta el Winchester 1873, aunque las armas Volcanic que se produjeron entre 1855 y 1857 en calibre .38 lo llevaban de latón. También el Henry tiene una salvedad, los primeros rifles numerados del 1 al 400 llevaban armazón de hierro.

Solamente se fabricaron unos 3.000 ejemplares de las armas Volcanic y se hicieron en sólo dos modelos: una carabina y una pistola, con culata de quita y pon, llamada Navy.

Tampoco el éxito coronó a esta empresa y, aunque sus ventas fueron exiguas, se puede decir que tuvo cierta aceptación, pero la bancarrota terminó con la Volcanic. Sin embargo, uno de los accionistas de esta empresa, Oliver F. Winchester de New Haven, en 1857 adquirió el resto del accionariado, convirtiéndose en presidente de la firma. Horace Smith y su socio Daniel Wesson se concentraron en la fabricación de revólveres con cartuchos de fuego anular y, desde su primer modelo en calibre .22, obtuvieron el tan esperado éxito en ventas.

En 1857 la empresa adoptó un nuevo nombre, New Haven Arms Company, siendo Oliver Fisher Winchester el propietario de 800 de las 1.900 acciones y el dueño absoluto de las patentes. De este modo, se convirtió en presidente, dueño de las patentes y tesorero de la firma.

 

Benjamin Tyler Henry

Este diseñador de armas fue, en 1857, contratado por Oliver Winchester para rediseñar el rifle Volcanic, mientras aun se comercializaban los últimos ejemplares de estas carabinas y pistolas como para mantener abierta la compañía.

Patente del 16 de octubre de 1860 en favor de Benjamin Tyler Henry

Lo primero que observó Benjamin T. Henry en estos rifles fue que fallaba su deficiente cartucho y, por tanto, diseñó uno nuevo de percusión anular y un proyectil calibre .44 empujado por 26 grains de pólvora negra, al que llamó .44 Henry, también conocido como Henry Flat debido a su proyectil con punta truncada. El siguiente paso fue modificar el mecanismo del cierre Volcanic para que pudiera manejar y recamarar el nuevo cartucho. Con lo cual, en 1860, quedó acabado el primer rifle Henry, pero recién en julio de 1862 estuvo disponible en el mercado.

La Guerra Civil fue el detonante, ya que sin bien el Henry tenía un cartucho bastante flojo en cuanto a capacidades balísticas, permitía un fuego muy rápido, sobre todo si recordamos que durante dicho conflicto la mayoría de las armas implicadas eran de avancarga. Los sureños calificaron al Henry “como ese rifle norteño que se carga el domingo y se dispara toda la semana”.

Oliver F. Winchester tenía esperanzas de que su rifle fuese adoptado por el Ejército de la Unión, ya que el presidente Lincoln sentía  predilección por las armas de repetición, como lo demostró con el Spencer, pero el Brigadier General y Jefe del Estado Mayor, James W. Ripley, era partidario de las de avancarga. De hecho, el Ejército Americano adoptó su primer Winchester con la carabina M-1 el 15 de septiembre de 1941 un poco antes de que entrara en la segunda Guerra Mundial.

Volviendo al Henry, la ayuda vino de la mano del Secretario de Guerra, Edwin Stanton, y del de Marina, Gideon Welles, quienes presentaron los rifles Henry a todo el mundo. Oliver Winchester regaló personalmente uno al Presidente Abraham Lincoln.

El Secretario de Marina, Gideon Welles, probó el rifle Henry y dejó escrito lo siguiente: “…187 disparos fueron efectuados en 3 minutos y 36 segundos, sin contar el tiempo de recarga del arma. Un cargador completo de 15 cartuchos fue disparado en 10,8 segundos. Un total de 1.040 disparos hechos hasta una distancia de 348 yardas a un cuadrado de 45,7 cm., demostrando una impresionante precisión con sus miras abiertas.”

Entre julio de 1863 y noviembre de 1865 se vendieron a civiles y militares 1.731 rifles Henry. Aunque el Ejército Americano fue renuente, compró algunos ejemplares para varias unidades, pocos comparados con los 94.000 rifles y carabinas Spencer o las 4.600 carabinas-revólver Colt de avancarga. Otro dato importante: mientras que del .44 Henry el Estado compró 4.600.000 cartuchos, del Spencer fueron 58.000.000.

Del Henry se fabricaron unos 14.000 ejemplares, lo cual dio paso a que Oliver F. Winchester marcase una nueva época en el mundo de las armas al producir el Winchester modelo 1866, también conocido como Yellow Boy (del inglés niño amarillo por su armazón de latón).

 

Aldo Uberti

Hacia 1970 en conjunción con Val Forgett de la compañía Navy Arms, inició la producción de una réplica de gran calidad en calibre .44-40 Winchester (único punto diferencial con el modelo original que era en .44 Henry Flat de fuego anular) y que es la que traigo a estas páginas.

Sistema de cierre del Henry hecho por Uberti. Obsérvese el buen mecanizado, como así también que todo el esfuerzo de la presión se apoya en el tercer pasador que lo une al armazón

Con un magnífico cañón octogonal de 61,5 cm., pieza fundamental de esta réplica, ya que está hecho como en el original y de ahí se deviene el alto precio que el Henry de Uberti tiene si lo comparamos con cualquier otro rifle de palanca. El cargador tubular y cañón comprenden una sola pieza, amén de su sistema para amunicionar el primero, en clara herencia del sistema desarrollado por las armas Volcanic. Para llenar el citado cargador debemos recoger el muelle a través de su gancho de latón y girar en el sentido de las agujas del reloj, para que éste quede trabado y, a su vez, permita cargarlo.

El armazón, como ya he dicho, es de latón y lleva en la parte en que se junta al martillo, lo que se conoce como Recorte Henry, lo cual es inexacto, ya que éste lo tenían las armas Volcanic. El mismo llegó aproximadamente hasta los primeros 400 rifles Winchester modelo 1866, que fueron armados con armazones Henry remanentes, a los que se había dotado de la trampilla King para su amunicionado lateral, que seguiría en la firma Winchester hasta la actualidad.

En la cantonera encontramos un taladro para portar la baqueta; Winchester usaría este sistema en varios de sus modelos posteriores. En la actualidad sirve para equilibrar el peso del rifle si le introducimos, por ejemplo, bolas de plomo

El elevador pertenece a Benjamin Tyler Henry y se trata de un bloque cuadrado que sube cuando la palanca llega a su tope de apertura. Éste se siguió utilizando en los Winchester modelo 1873 y 1876, el primero que utilizaba un cartucho realmente potente: el .45-75 Winchester, aunque posteriormente se lo produjo en .45-60, .45-70 Government y .50-95, y que fue adoptado por la Real Policía Montada del Canadá. En cuanto al martillo, su diseño se aproxima más a los usados en las armas Volcanic que en los Winchester posteriores. Otro aditamento propio del Henry es el pestillo que evita la apertura indeseada de la palanca que se mantuvo en el Winchester 1873 y 1876.

La culata es de nogal americano, muy fiel a la original y mantiene el diseño de las Volcanic, presentando, también, la cantonera tipo Crescent que se utilizaría en los mejores modelos de Winchester.

En ella encontramos un taladro en su cantonera para portar la baqueta; Winchester usaría este sistema en varios de sus modelos posteriores. De hecho, y como el rifle es bastante cabezón (pues el peso del cañón se manifiesta abiertamente) en la actualidad muchos tiradores suelen colocarle bolas de plomo o cualquier cosa para tender a equilibrarlo.

 

En el campo de tiro

Esta fidelísima réplica lo es en todo, por esta razón debemos utilizar munición estándar del .44-40 Winchester, y si la recargamos no debemos excedernos, ya que el cierre de rodilla invertida es muy flojo para soportar presiones. Es decir, aquí debemos hacer justo lo contrario a lo escrito en el artículo “Otra mirada al .44-40 Winchester” publicado en la revista Armas y Municiones nº 350, página 60, donde comentaba que en los rifles Winchester 1892, Remington a trombón y Marlin podíamos usar cargas más elevadas llevando al cartucho .44-40 W. al nivel del .44 Remington Mágnum, pero NUNCA en los Winchester y en los Oviedo modelo 1873. Tampoco en esta réplica de Henry.

Excelente diana lograda a 50 m. con 200 grains de proyectil Remington y 5 grains de BA-10

Por tanto, con una recarga específica de .44-40 Winchester de pólvora negra: 200 grains de proyectil y 5 grains de BA-10 me dirigí al campo de tiro. Esta carga con un Henry Trapper con cañón de 42 cm. me dio una velocidad inicial de 310 m/s (1.017 p/s) y con este Henry con cañón de 61 cm. llega a 342 m/s (1.122 p/s), lo cual no está mal. Si usted cree que es poco, debe pensar en otro rifle y en otro calibre y no en potenciar o estresar un arma como este Henry de Uberti, que si bien utiliza materiales mucho mejores que los originales de época, su sistema de cierre no resiste presiones de, por ejemplo, un .44 Remington Mágnum.

Teniendo en cuenta el peso 3,5 kg. del arma, el Winchester modelo 1892 pesa 2 kg. y que la recarga es de por sí suave, la prueba de tiro se llevó a cabo sin retroceso, apenas un leve empujón.

El conjunto de miras está compuesto por un alza con regulación hasta las míticas 800 yardas y un punto de latón. Como puede verse en la foto su agrupación es excelente, por tanto, es un rifle ideal para tiradas de Cowboy Action Shooting o en Núñez de Castro de Cartucho Metálico. Para quien desee cazar con él, diré que los animales que cazaban nuestros abuelos no se han endurecido, siguen siendo los mismos, aunque suelen estar a distancias mayores que entonces.

El Henry fue un rifle eficiente a pesar de su cartucho original .44 Henry Flat que oponía a su escasa potencia la no menos despreciable cantidad de 15 cartuchos, sobre todo en una época en que el 99,99% del resto del mundo usaba armas de avancarga. En la actualidad, esta réplica de Uberti lo sigue siendo al recrear todo el sabor de una época pasada.

Saúl Braceras