Revólveres Winchester

Una fugaz y fracasada historia

“Su carta del día 10 ha sido recibida. Parece que Winchester ha enviado una pistola a Turquía del calibre .44 de fuego central y ha recibido una buena impresión, tenemos entendido que le han ofrecido un contrato por 30.000 armas. De inmediato podemos recamarar nuestro revólver del ejército para tal cartucho y enviarlo de forma inmediata. Mientras tanto, sería interesante que escribiera a su corresponsal en Turquía para conocer más sobre nuestro rival. Sabemos que la nueva pistola de Winchester es un revólver de seis disparos. Este aspecto es importante. He sabido que el modelo de Winchester ha sido mostrado al Sultán. Cuánto hay de cierto, no se más al respecto”. Esta breve carta remitida por el general Franklin, presidente de Colt, fue recibida el 23 de Marzo de 1877 en la Colt´s London Agency, a la atención de Frederick Von Oppen, por aquel entonces el representante de Colt en el Reino Unido y buena parte de Europa.

Frederick Von Oppen había estado enviando ejemplares del Colt Single Action Army “Peacemaker” a todas las naciones civilizadas del momento, desde Prusia, pasando por Canadá y acabando en España. Este hombre, que será parte fundamental en la historia de la compañía Colt durante el resto del siglo XIX (no en vano gracias a sus sugerencias verán la luz los primeros revólveres Colt de doble acción modelo 1877 y 1878) fue el encargado de vender a países no civilizados, las decenas de miles de obsoletos revólveres de avancarga que, a mediados de la década de 1870, estaban almacenados en el Colt Armory. De hecho, a finales del año 1876 estaba intentando colocar buena parte de estas armas de avancarga (principalmente el modelo Colt 1851 Navy calibre .36) en Turquía. Es entonces cuando su agente de ventas local, Mr. Stevenson, se entera de que la compañía Winchester, por aquel entonces no solo un afamado fabricante, sino el mayor exportador de los EE.UU. de todo tipo de armas, había vendido a los turcos un importante lote de rifles de repetición.

Pero Mr. Stevenson estaba equivocado, los rifles que Winchester vendió al Sultán no eran modernos modelos 1873 en calibre .44-40 WCF, y es que siguiendo la pauta de Colt, Winchester buscó mercados de segundo orden fuera de los EE.UU. para deshacerse de su parque de armas obsoletas, por aquel entonces ya lo era en buena medida el Winchester modelo 1866 en calibre .44 anular.

Así pues, los tres primeros Colt Single Action Army en calibre .44-40 WCF, que salen hacia Londres el 26 de Abril, deberán ser reemplazados el 24 de Mayo por otros revólveres en calibre .44 Henry Anular.

En cualquier caso, tanto los esfuerzos de Colt como de Winchester, por conseguir un contrato de revólveres con el Sultán fracasaron, será S&W el que consiga vender unos pocos miles de. Aunque  es verdad que Colt consiguió vender a los turcos buena parte de los mencionados y obsoletos modelos 1851 Navy de avancarga, y por ello continuó intentando conseguir un contrato hasta mediados de 1880, cuando se envían al Sultán ejemplares del modelo Colt 1878 Frontier de Doble acción.

Pero no todo en esta historia es negativo, gracias al fracasado intento de conseguir el contrato turco, Colt decide comercializar el Colt Single Action Army en calibre .44-40 WCF, que posteriormente será conocido como “Frontier Six Shooter” y será el compañero inseparable del Winchester modelo 1873 en el mismo calibre. En cualquier caso, la pregunta asalta al lector ¿Qué eran estos misteriosos revólveres Winchester?

 

Wetmore-Wells, el primer revólver de Winchester

Winchester Wetmore-Wells Número 1, el primer revólver desarrollado a mediados del año 1873

En junio de 1872, William W. Wetmore, eminente diseñador de armas de S&W, es contratado para dirigir la oficina de nuevos diseños de Winchester. En sus memorias afirma que realmente fue contratado para diseñar un nuevo revólver de cartucho metálico de armazón enterizo. Sin duda, el éxito de Smith & Wesson con el contrato ruso del año 1871, las perspectivas de ventas a Turquía y Japón, y el hecho de ser Winchester ya por entonces un reputado fabricante de rifles de repetición con un mercado nacional e internacional, les llevó a pensar en un revólver para complementar sus afamados rifles.

Acompañando a Wetmore, estaba Charles S. Wells, también un antiguo empleado de S&W. Juntos desarrollaran a lo largo del año 1872 un diseño de revólver de simple acción de cartucho metálico. Wetmore se ocupará del diseño externo y mecanismos de operación y Wells del mecanismo de extracción de los cartuchos.

El primer modelo Wetmore-Wells, se desarrollará en calibres .50 y .38 incorporando un mecanismo de extracción simultánea operado por el accionamiento del martillo, que no resultará eficaz. Posteriormente, se realiza una palanca externa para la extracción de los cartuchos situada en el costado derecho del armazón. Wetmore y Wells continuarán trabajando durante años en el diseño del revólver, llegando a ser mostrado en la exhibición internacional de Filadelfia del año 1876. Será éste, un Wetmore-Wells, en calibre .44 Henry anular, el arma que Winchester ofrecerá al Sultán de Turquía.

 

Wetmore-Wood,  modelo 1877 y 1879

Winchester Wetmore-Wood modelo 1876 con tambor oscilobatiente, el prototipo que servirá de base para el modelo definitivo 1877

En Julio de 1876, se une a la pareja de diseñadores Wetmore-Wells, el ingeniero Stephen W. Wood, para desarrollar un revólver con tambor oscilobatiente y extracción simultánea, que será conocido como el modelo 1877 y sometido a prueba por la US Navy en Diciembre de 1876. Sin ningún éxito, ya que al final la US Navy se decidirá por las baratas conversiones a cartucho metálico de los modelos de avancarga Colt Navy 1851 y Colt Army 1860, continuando con estos modelos hasta finales de siglo cuando serán sustituidos por el Colt New Navy Model of 1895 calibre .38 Long Colt. El trío Wetmore-Wells-Wood continuará con sus trabajos de diseño, y en el año 1879 aparecerá el primer revólver de doble acción de la saga. Tras siete años de estudio y desarrollo, los Wetmore jamás serán producidos en serie.

 

Winchester modelo 1883

Corre el año 1882, Winchester introduce un nuevo calibre en el rifle modelo 1873, hablamos del .32-20 (.32 WCF), con una carga de 20 grains de pólvora y una punta de 80 grains, que posteriormente se ampliará con puntas de 100 y 115 grains. La demanda por este modelo de rifle está en máximos, se fabrican poco más de 200 ejemplares al día mientras que la demanda supera las 400 unidades por día. Por una cifra astronómica para la época, Winchester contrata a William Mason, que durante 20 años fue superintendente del Colt Armory y principal responsable del diseño del Colt Single Action Army. En pocos meses Mason reforma la factoría Winchester, consiguiendo que la producción supere los 600 rifles por día sin un gasto sustancial en maquinaria. Pero William Mason, jugará un papel crucial en la corta y fracasada historia de los revólveres Winchester.

El modelo 1883, un revólver de simple acción, calibre .44-40 WCF, copia del Colt SAA, desarrollado por William Mason. Solo se fabricó un ejemplar

Temerosa de que Winchester quisiera entrar en el lucrativo mercado de los revólveres tras fichar a su superintendente, Colt comienza con el desarrollo de un rifle de palanca basado en las patentes Burgess capaz de competir con el Winchester 1873, hablamos del excelente Colt Burgess modelo 1883 calibre .44-40 WCF. Tan pronto llega a oídos de Winchester, su vicepresidente, Bennett, ordena a William Mason (y no a Hugo Borchardt que por aquel entonces se encontraba ya fuera de los EE.UU., concretamente en Budapest) el desarrollo de un revólver capaz de competir con el Colt Single Action Army, uno que nada debía tener que ver con los anteriores diseños de Wetmore, y que fuera capaz de asustar a Colt.

William Mason crea uno de simple acción del calibre .44-40 WCF que es una copia interna y externa del Colt SAA. Y aquí es donde tenemos que hacer un alto y explicar correctamente la historia, ya que la mayor parte de las versiones publicadas no son correctas.

 

El acuerdo Colt-Winchester

La historia del pacto entre Colt y Winchester, por el cual Colt abandonaba la producción del rifle de palanca Burgess 1883 y a su vez Winchester no entraba en la producción de revólveres, es cierta, pero en el 99% de los casos, está mal contada. Como decía más arriba, la auténtica razón de Winchester para contratar a William Mason, fue mejorar la capacidad productiva de la compañía, no desarrollar un revólver para asustar a la dirección de Colt, esto simplemente sobrevino.

El motivo por la cual Colt llega a un acuerdo con Winchester para no interferir en sus respectivos mercados está en que Winchester, que por aquel entonces no solo era un gran fabricante de rifles, sino el principal importador y exportador de armas de los EE.UU., amenazó seriamente el mercado de revólveres de pequeño calibre (modelos House-New Line) y escopetas de Colt mediante la importación masiva de los Bulldog procedente de fabricantes ingleses a través de su oficina de importación y exportación de New York. Así pues, el modelo 1883 desarrollado por William Mason, y del que solo se fabricó un ejemplar (también hizo una copia del rifle de accionamiento por trombón Colt Lightning patente  Nº. 278,987, junio 5, 1883) fue un farol que no asustó mucho al general Franklin, presidente de la compañía Colt, entre otras cosas, porque el Colt SAA por aquel entonces ya estaba asentado en el favor del público y, difícilmente un revólver de Winchester, que nada nuevo ofrecía podría haber hecho mella en Colt. De la misma manera que el Remington 1875, otra copia del Colt SAA no pudo competir con el modelo del potro rampante. Dicho esto, es cierto que tal revolver modelo 1883 fue mostrado al presidente de Colt.

 

Rescatados para la posteridad por el Buffalo Bill Historical Center

La historia de los revólveres Winchester, fugaz y tristemente fracasada, está rescatada para la posteridad en la colección Winchester que ahora se exhibe en el museo Buffalo Bill Historical Center, institución sobre la que el mes pasado tuve oportunidad de escribir, y que alberga muchas más interesantes historias que espero poder desarrollar en futuros artículos.

Javier García Rodríguez