Ravin modelo R 10

Una compañera excelente en la caza mayor

El origen de esta arma es incierto, aunque de todas maneras podemos afirmar que se usó posteriormente a la aparición del arco y flecha. Muchos antropólogos sostienen que la aparición de la ballesta, que lanza flechas a gran distancia y es más fácil de adquirir destreza con ella, se produjo en Asia en lo que hoy conocemos como China.

Mencionadas en manuales para la guerra 500 años antes de Cristo, aunque al igual que la aparición del arco y flecha, se cree que es un descubrimiento simultáneo, puesto que aparecieron armas similares en Grecia y otros sitios. Pero para el público en general, se las ubica en los siglos X u XI convirtiéndose en el arma militar por excelencia de la Edad Media en Europa, al tiempo que su uso se extendió al campo de la caza tanto mayor como menor.

Son sin duda una derivación del arco, ya que no es más que un arco montado en una especie de culata y un sistema de disparo para facilitar su puntería. Si bien se construyeron con mayor potencia que los arcos tradicionales ya que al disparar flechas más cortas, comúnmente llamadas virotes, era la única manera de superar la letalidad del arco grande, más conocido como el “Long Bow” o Arco Largo Inglés.

El cuerpo principal está fabricado en material ligero de aviación y es del tipo esquelética, o sea, con muchos huecos para aligerarla aún más

Además de ser fáciles de usar por personas con poco entrenamiento, la potencia de fuego, como decimos en la actualidad, es menor que la del arco tradicional, ya que son más lentas, pues para tensarlas se requerían sistemas complementarios para hacerlos más fácil.

El sistema más simple era unas cuerdas que llevaba el soldado colgando de un cinturón especial en cuyo extremo tenía un gancho para sujetar la cuerda del arco, operación que debía efectuarse doblando el torso y, al mismo tiempo, metiendo el pie en el estribo de la ballesta, por tanto, al volver a la posición vertical, el soldado montaba la cuerda en el mecanismo de disparo.Por supuesto, que para ballestas de más potencia se desarrollaron mecanismos auxiliares o montados en la misma o aquellos que mediante una palanca y una serie de poleas, lograban el mismo cometido del anterior ejemplo.

Una vez tensado su arco, la cuerda del mismo quedaba sujeta por un sistema que la mantenía en su máxima potencia y que el usuario, luego de colocar la flecha, la liberaba mediante un mecanismo de disparo a través de un disparador como en las armas modernas.

En la culminación de su desarrollo podemos encontrar elementos que luego serían incorporados en los primeros rifles de pólvora negra, tales como aparatos de puntería de hierro y miras ortópticas; sistemas de disparo mediante una cola de disparador, vulgarmente llamados gatillo; seguros para que el arma no se dispare involuntariamente, etc.

Sin duda,  muchos de preguntaran cuál era la ventaja de esta arma frente al arco convencional, ya que la ballesta era más lenta de cargar. Podemos decir que era mucho más fácil de lograr mayor precisión sin entrenamiento previo; además, se podía tener el arma montada lista para ser disparada en el momento deseado siendo de gran ventaja cuando se cazaba a caballo. Y por último, su trayectoria era más tensa debido a su mayor velocidad de salida. No menos importante era su potencia, siendo en sus versiones más tardías que usaban arcos de metal en vez de madera, con lo que  se podía perforar una cota de malla a una distancia de 150 metros. Pero, repetimos, tenía una desventaja con relación al arco simple: Su lentitud en la repetición de los disparos. Por ese motivo muchos ejércitos siguieron utilizando el arco grande o el recurvado como complemento para dar fuego de cobertura a los ballesteros. Posteriormente, con la aparición de las armas de fuego fue perdiendo importancia, quedando reservada para la caza o el tiro deportivo.

 

En la actualidad

Como era de esperar, con la aparición de las armas de pólvora negra y su lógica evolución en las de pólvora sin humo, este tipo de armas quedaron relegadas a algún festival de competición. Pero con el resurgimiento del uso de armas “antiguas” promovidas por una pujante industria norteamericana y como respuesta a un público que deseaba volver a las fuentes, es decir, que les parecía demasiada tecnología metida en el deporte de la caza, con la adopción de aparatos de puntería laséricos, miras ópticas con compensador de caída, programas balísticos, etc., haciéndola poco deportiva.

El sistema de poleas permite usar arcos de mayor potencia y por ende mayor velocidad, lográndose así una trayectoria más tensa

De modo que este tipo de arma, muy eficaz por cierto, requería cuando se usaba para la caza en solitario, no solo de gran habilidad para su manejo sino que, con respecto a las armas de fuego, posee una limitación de distancias, por lo que es considerada por esta nueva moda, como más deportiva. Aunque con posterioridad se la fue dotando de mejoras hasta terminar en el moderno arco compuesto. Otra ventaja es que si bien en el primer momento de tensarlo tenemos que utilizar un gran esfuerzo, luego de unos centímetros comienzan a actuar las poleas, facilitando mucho su total tensado, de manera tal que permite una mejor toma de puntería. De este modo, fue “redescubierta” por los cazadores puristas, pues, suele estar provista de aparatos de puntería.

Como era de esperar, este sistema de poleas también se ha incorporado recientemente a las ballestas, permitiendo usar arcos de mayor potencia y por ende mayor velocidad, lográndose así una trayectoria más tensa. Tal es el auge de estas ballestas modernas, que en los EE.UU.  dentro de la temporada de caza del ciervo cola blanca, hay unos días en que solo se puede cazarlos con ballesta. Asimismo, también se lo usa todo el año para la caza del cerdo asilvestrado o cimarrón que ha tenido una expansión territorial tremenda en los últimos años.

 

La ballesta de poleas moderna

Aunque no soy un practicante de este tipo de armas, siempre me han interesado y me pregunté si no sería una gran compañera en la caza de jabalíes en la modalidad de esperas.

Imprevistamente tuve la suerte de que aparecieran en un renombrado Coto de Caza en el Norte de Argentina, “Añuritay”, un par de americanos tejanos padre e hijo: Víctor y Tanner Breitting, los cuales trajeron una ballesta con poleas de última generación fabricada en EE.UU. de marca Ravin modelo R 10.

El arma venía en una funda que se compra como accesorio, muy compacta, gracias al diseño de este modelo. Una característica de ésta es que el arco propiamente dicho, no queda abierto como en las ballestas convencionales, sino que ambas palas se mantienen muy pegadas al cuerpo de la culata, midiendo en lo ancho no más de 20 centímetros.

Las flechas son más cortas que las del arco convencional, solo miden 48 cm. La manivela de montaje es separable

A simple vista parecería que con tan poco recorrido de las palas del arco no tendría suficiente potencia, pero en este caso los ingenieros de fábrica solucionaron el escaso movimiento con un ingenioso juego de poleas excéntricas que le dan una potencia de 270 libras, convirtiéndose así en un arma apta para la caza mayor.

El cuerpo principal está fabricado en material ligero de aviación y es del tipo esquelética o sea con muchos huecos para aligerarla aún más; de todas maneras el arma está bien balanceada.

Con la misma venía un visor telescópico de 4 aumentos, con una retícula especial con varias gradientes en la parte vertical de la cruz, para compensar la caída de la flecha de manera rápida y además con un Dot iluminado a voluntad. La misma va colocada con unos simples montajes del tipo Weaver en la plataforma que posee en la parte superior de la ballesta.

Pero veamos la otra tecnología aplicada por el cual este modelo es tan distinto a las demás, sabemos que otro de los puntos débiles de este tipo de armas es el tensado de la misma. En los modelos de entretenimiento con ambas manos podemos tensar la cuerda hasta el momento de dispararla, pero cuando estamos hablando de ballestas de más de 200 libras, se requiere de alguna herramienta accesoria para realizar esa tarea tan pesada.

Como dijimos más arriba, se recurrieron en la antigüedad a ingeniosos mecanismos para el tensado, pero en este caso se inspira en aquellos mecanismos tan molestos que se llevaban aparte, denominados “mamotretos”. Eran tan incomodos, que por extensión, esa palabra quedó como “algo voluminoso e incómodo de llevar”. Consistía en un sistema basado en una cremallera con una o dos asas que, al colocarlo sobre la parte trasera del arma y accionando las palancas, se enroscaba una cuerda que en su extremo llevaba un gancho, con el cual se sujetaba a la del arco de manera tal que se aligeraba la tarea de tensarla.

Pero en el caso de las Ravin, la cosa cambia ya que lleva integrada al cuerpo del arma una cremallera la cual mediante una manivela, removible, para que no sea tan incómoda, se la introduce en el costado de la parte trasera, previo a sujetar un sistema que engancha en la cuerda del arco, al girarla va tensándola sin esfuerzo. Una vez tensado el arco, se retira la manivela que podemos colocar en el mismo cuerpo de la ballesta para su transporte.

Preparando y probando la ballesta en el campo de tiro antes de lanzarnos a la aventura de la caza

Además, posee un sistema moderno ya que las flechas en las ballestas convencionales van apoyadas completamente en la canaleta que la sostiene; este modelo solo apoya en sus partes críticas, por lo que como resultado se logra una mayor precisión.

Sujetada la cuerda en su máxima extensión mediante un simple mecanismo, solo resta presionar la cola del disparador, habiendo previamente colocado la flecha en su alojamiento, hacer la toma de puntería y dispararla al objetivo. En caja aparte trajeron las flechas especiales, que son más cortas que aquellas para el arco convencional, ya que poseen un largo de solo 48 centímetros. Son fabricadas por la misma firma del arma. Para ellas se emplearon fibras de carbono a las que se les montaron puntas especiales de acero inoxidable muy afiladas que, al chocar contra el objetivo, se abren logrando cortes mayores que con las puntas convencionales.

 

Prueba de tiro y caza

Comprobamos en el polígono de tiro de la finca su comportamiento y centrado de la misma como también la potencia del arco compuesto, y la facilidad para tensar el arco.

Con todo en orden, salimos por la tarde en busca unos carneros cuatro cuernos y cabras salvajes en una camioneta especial, ya que la zona, si bien posee montes espesos, tendríamos que desplazarnos por los caminos en la foresta original hasta avistar los trofeos que buscábamos. La suerte estuvo de nuestro lado, ese mismo día conseguimos los trofeos que buscaba el cliente, con disparos entre 30 y 60 metros, los cuales hicieron comprobar la potencia y precisión de la ballesta y la pericia del guía y el cazador para acercarse al potencial trofeo. Fueron varias jornadas exitosas en la mayoría de las veces, dado que la limitación en cuanto a distancias de este tipo de armas hace imposible el acercamiento a pie.

La suerte nos permitió acercarnos lo suficiente como para que la ballesta (y el cazador) hiciera su trabajo con esta cabra de Catalina

Cuando le llegó una tarde el turno al ciervo axis, se le hicieron varias entradas sin poder acercarse lo suficiente para hacer un disparo certero, así que se optó por usar un puesto en alto. Sabíamos que el animal al atardecer se acercaba a una charca y llevamos, con la camioneta, al cazador y al guía a unos 200 metros del puesto y de allí caminado para no espantar la fauna.

Fueron un par de horas de espera durante las cuales pasaron cerca antílopes y otros animales, pero el objetivo era el ciervo axis. Como el cazador buscaba un trofeo récord hubo momentos de tensión para evaluar el adecuado, pero una vez elegido por el guía, Víctor, en total silencio, le disparó una flecha especial, con una punta que al tocar el animal, se abren dos filos que producen una herida casi tan importante como una bala de rifle. El axis corrió unos cuarenta metros y cayó sin vida. Cuando nos llamaron por radio para hacer las fotos y cargar al animal, pude comprobar el daño que hacen esas puntas compuestas. El animal resultó en la categoría con arco o ballesta, un récord mundial para el SCI.

Las jornadas de caza terminaron con altos puntajes no solo con el axis, sino también con un gran carnero Dorset y los típicos cuatro cuernos. El hijo del Víctor, Tanner, logró un bello trofeo de ciervo colorado pero con un rifle Browning calibre .270 Winchester y un par de carneros también con la misma arma.

 

Conclusiones finales

Esta experiencia me sirvió para comprobar la eficacia de las modernas ballestas de última generación con poleas. Si bien he visto y disparado varias de ellas, me impresionó favorablemente el sistema de cremallera para tensar la cuerda,  así como sus dimensiones tan compactas.

Las ballestas, como toda arma, son eficaces si colocamos bien sus flechas. Es cierto que poseen mucha limitación en cuanto a la distancia de tiro con respecto a las armas de fuego, pero ese mismo inconveniente la hace más atractiva a ciertos puristas, ya que hay que acercarse mucho para vencer las defensas de los animales salvajes y hacerlo con técnica e inteligencia. Aunque siempre tendremos otra limitación insalvable: la imposibilidad de repetir rápidamente el disparo.

Carlos Coto