Pistolas Le Page de percusión

Para el campo del honor

Existe una gran confusión a la hora de hablar de pistolas de duelo, ya que para la mayoría, cualquier estuche con dos armas cortas lo son. Y esto no es verdad, por tanto, es mi deseo poder desentrañar un poco el tema dado que muchas, y me atrevería a decir, la mayoría de las pistolas de percusión que podemos encontrar en un estuche no son de duelo sino de tiro.

 

El duelo

En sus estuches se usaban maderas nobles como: nogal, roble o ébano y allí encontramos todos los útiles para su carga y limpieza, como así también para fundir sus proyectiles, usualmente esféricos, y en ese caso, muchas llevaban sacabocados para cortar los calepinos.

Su historia abarca desde los albores de la Humanidad, ya que siempre los hombres, cuando no hemos llegado a un acuerdo,  dirimimos nuestras diferencias de forma violenta. Pero, a medida que la civilización fue haciendo mella en nosotros, se ha buscado formas de reglamentar lo que antaño era una pelea callejera en un duelo entre caballeros. Evidentemente, las armas blancas fueron las primeras en ser utilizadas y nunca han dejado de serlo.

Un duelo es un tipo formal de justa y se ha practicado desde el siglo XV hasta el XX en las sociedades occidentales. Es un combate consensuado entre dos caballeros y utilizan armas mortales de acuerdo a reglas explícitas o implícitas que se respetan bajo palabra de los contendientes, secundados por padrinos. En la actualidad, un duelo se considera un acto ilegal, tratándose de asesinato en primer y segundo grado en la mayoría de los países. Esto no es nuevo, ya que en general, y aún en las sociedades donde transcurrían siempre se los consideró como fuera de la Ley, aunque se los toleraba.

El objetivo del duelo no era matar al oponente sino lograr una satisfacción para lavar un agravio y se desarrollaba por voluntad de una de las partes, el desafiante. Las sociedades decimonónicas y anteriores consideraban que sólo los aristócratas o adinerados tenían un honor a defender, y por esta razón, la clase social alta era la única que podía realizarlo.

El origen del término duelo se remonta al siglo XV en Europa. La palabra deriva del latín duellum, que en latín clásico se escribía bellum, con el significado de ‘guerra’. El vocablo evolucionó y se asoció a duo (dos), resaltando la acepción de «combate uno contra uno».

Los duelos judiciales fueron abolidos por el IV Concilio de Letrán en 1215, pero se sabe que aún en 1459 se mantenía este criterio como vigente.

El primer código de duelo, Code duello, nace en el renacimiento italiano, si bien reconoce varios antecedentes, incluyendo la vieja ley germánica. No obstante, el primer código regulado a nivel nacional fue el francés, y recién en 1777, se redactó en Irlanda un código que, debido a la emigración masiva, sería el de más amplia influencia en los Estados Unidos.

Tanto el desafiante u ofendido como el ofensor elegían un representante o padrino, quien acordaría el «campo de honor», un sitio aislado para impedir interrupciones. Los padrinos tenían calidad de Testigo de fe, verificar las armas, las reglas y en caso de que su representado falleciera, hacerse cargo de su cuerpo para ser entregado a sus familiares, dar parte ante la autoridad y, en general, jurando que había sido un accidente.

La parte ofendida podía elegir el carácter del duelo, a saber: 1º) “A la primera sangre», finalizaba en cuanto uno de los duelistas resultaba herido, aún si la herida era leve. 2º) Hasta que uno de los duelistas fuese severamente herido y se encontrase físicamente incapacitado para continuar.  3º) «A muerte».

La llave es interna, aporta mayor velocidad al sistema de percusión, acortando el lock time que una clásica de muelle delantero

Con el advenimiento de las armas de fuego, a partir de 1650 éstas fueron incluidas en los duelos, al principio con desgano y, posteriormente, con interés. Los motivos de un duelo eran por de más variopintos, se sabe de un duque napolitano que mantuvo 14 duelos para sostener que Dante era mejor poeta que Ariosto. Un lenguaje airado o un gesto impertinente solía saldarse con un encuentro en el campo de honor.

Y con la aparición de las pistolas de duelo nació otra variante, se trataba de que ambas partes disparaban un tiro y aunque ninguno acertara, si el ofendido se consideraba satisfecho, el duelo finalizaba. No obstante, un duelo a pistola podía continuar hasta la muerte o herida de uno de los participantes, pero nunca se realizaban más de tres disparos.

Teniendo en cuenta esta singularidad, ambas partes podían intencionalmente errar el disparo con el objetivo de cumplir las formalidades del duelo sin pérdida de vida u honor, práctica habitual de algunos duelistas que recibía el nombre de deloper. Esta modalidad fue expresamente prohibida por el Código de duelo de 1777. No obstante, la parte ofendida podía detener el duelo en cualquier momento, si creía satisfecho su honor.  En caso de que el ofensor disparase primero y fallase, el ofendido o desafiante podía guardarse su turno de disparar para cualquier momento en que lo creyera oportuno, dejando implícita una condena a muerte sobre el ofensor.

En un duelo de pistolas, ambos contendientes se colocaban de espalda con sus armas cargadas, por uno de los padrinos y verificada por el otro, en la mano, caminaban un número estipulado de pasos, se volvían y disparaban. Cuanto más grave era el insulto, menos eran los pasos a caminar. En general, éstos se llevaban a cabo a una distancia de 10 ó 12 pasos, ambos se enfrentaban de lado y metiendo el estómago dentro para minimizar le blanco, contrariamente a lo que se ve en las películas, donde le duelista extiende su brazo, como un tirador deportivo, algunos desarrollaron una forma de empuñar el arma con el brazo recogido para que los huesos de éste opusieran resistencia al posible impacto del proyectil del contrincante.

La empuñadura es cómoda y permite un asimiento muy bajo

Con cualquier regla social, hubo muchas interpretaciones, pero lo dicho era la norma más común.

Hacia el final del último tercio del siglo XVIII y primero del siglo XIX es cuando más afición hubo sobre esta forma cruenta de finalizar un desacuerdo. De hecho, es cuando comienzan a producirse armas para este caso en concreto. Debían ser cómodas de empuñar, precisas y contundentes, para ello se valía de un calibre grande, como veremos más adelante.

Quien disparaba primero tenía una clara ventaja en el caso, claro está, de acertar…

Se sabe que en Europa y más en Francia e Italia, proliferaron los duelistas profesionales, quienes por un emolumento de dinero se batían por cuenta ajena. Y es hacia entonces, cuando se produjo un cambio, pasándose, muy rápidamente, en las pistolas de duelo de la llave de chispa a la de percusión. Los historiadores británicos, con su habitual humor, dicen que si dos ingleses naufragaban en una isla solitaria, rápidamente comenzarían a apostar por esto o aquello, pero si eran franceses se batirían a duelo.

Qué duda cabe que ha sido el continente europeo el que más ha producido este tipo de armas y dentro de éste podemos dividirlo en dos sectores: continental y británico. Nuevamente, hay una gran divergencia entre la mentalidad del uso y otros conceptos, no sólo es que conducen por el otro lado de la carretera o, como dirían los británicos, por el lado erróneo.

 

¿De tiro o de duelo?

En el caso de las pistolas de percusión una forma sencilla de saberlo, es por su calibre. Aquellas que tienen uno pequeño para las armas de avancarga, como el 9 mm. entran de lleno en la categoría de un arma deportiva y, por tanto, no son de duelo. En general, si son pistolas continentales tendrán un calibre de 11 mm. o superior y cañones estriados, pero si son británicas serán como poco de 13 mm. y tendrán cañones lisos. Aunque también, las hicieron con estriado ciego, es decir, que finalizaba éste pocos centímetros antes de la boca para que pareciera que el cañón fuese liso. Claro está que siempre habrá excepciones y encontraremos armas británicas de duelo con cañón estriado, pero serán las menos. Y en el caso de las continentales, aquellas que veamos con cañones lisos, sin duda, estaban pensadas para el mercado británico. Usualmente llevaban un cañón grueso, pesado, octogonal o redondo, pero de más de 20 centímetros de longitud.

El lado izquierdo, al ser de llave interna nos parece raro

Hacia la misma época se produjeron otras pistolas que se llamaban de viaje y que entran de lleno en la descripción de una de duelo, a excepción de dos diferencias: primero, éstas llevaban baqueta y segundo, una más notable era que en las primeras, como en la mayoría de las armas de avancarga se utilizaba el latón, alpaca o la plata para el guardamonte, el cabezal de la baqueta, etc.; en las de duelo no, y su motivo era evitar posibles reflejos que ayudaran al contrario.

En sus estuches se usaban maderas nobles como nogal, roble o ébano y allí encontramos todos los útiles para su carga y limpieza, como así también para fundir sus proyectiles, usualmente esféricos, y en este caso muchas llevaban sacabocados para cortar los calepinos.

Tal vez el duelo más famoso fue por los favores de la gran artista de la ópera de París, Mademoiselle Tirevit, y que opuso a dos caballeros, M. de Grandpré y M. Le Piquet. Se llevó a cabo en las Tullerías, pero a diferencia de otros, los duelistas se embarcaron en sendos globos y sólo podían disparar a éstos.  En este caso no se usaron pistolas sino trabucos, para desgarrar mejor la tela del aeróstato. Con ello se demostraba que ambos hombres eran de gran inteligencia, pues pensaban que el aparato se desinflaría de a poco y permitiría aterrizar sin mayores inconvenientes. Ambos globos se elevaron a unos 800 metros de altura y se cortaron las cuerdas que los cautivaban. El viento era moderado y cuando estuvieron a unos 30 metros uno de otro, M. Le Piquet abrió fuego y falló, pero M. de Grandpré acertó de lleno desgarrando la tela que se hizo trizas de inmediato, precipitando a M. Le Piquet  a tierra, donde halló la muerte.

 

Los mejores fabricantes

En Gran Bretaña, Henry Nock, Rigby, Westley Richards y Joseph Manton se especializaron en este tipo de armas. En Francia hubo muchos, pero sin duda, Nicholas Noël Boutet (1761 – 1833) junto con Henry Le Page (1792 -1854) fueron los mejores y más acreditados armeros.

Nicolás Noël Boutet fue armero de la Manufacture a Versailles, de la que era director artístico hacia 1780, realizó trabajos para Luis XVI y posteriormente, para Napoleón.

Henry Le Page pertenecía a una familia con rancia tradición representando una dinastía de armeros franceses que durante los siglos XVIII y XIX, fue el grado más alto de perfección, siendo armeros reales e imperiales. La casa Le Page se fundó hacia 1790 en París y hacia 1930 se estableció en el 26 de la calle de Agustinos, Lieja, Bélgica, como Le Page Manufacture d´Armes.

Henry Le Page fue arcabucero de Luis XVIII, Carlos X y Luis Felipe, en 1817 inventó un arma impermeable al agua y en 1829, una llave mixta de chispa y percusión y fue quien realizó la pistola que traigo hoy a las páginas de Armas y Municiones.

 

Pistolas para un caballero

Este juego de duelo se realizó entre 1830 y 1840. Lleva una llave de percusión interna que daba gran velocidad al martillo, superior a la típica de muelle delantero. No olvidemos que tanto en el tiro, y más en el duelo, la velocidad de ignición del disparo podía significar muchísimo.

Su cañón octogonal tiene 26 cm. de longitud, lleva seis estrías y es calibre 12,7 mm., es decir, .50” En éste encontramos un alza fija y un punto de mira regulable en deriva, ambos elementos muy bajos para minimizar el error de ángulo de puntería. Hacia la boca y en su parte exterior es ligeramente atrabucado.

Detalle del alza fija y del punto de mira regulable, ambos de bajo perfil

El cañón se halla unido a la empuñadura mediante un tornillo superior y un pasador en la chimaza. Sobre éste encontramos una leyenda en oro:  LE PAGE ARQer. DU ROI (arcabucero del Rey) y Acier fondú o acero fundido. Esta técnica fue descubierta por el relojero inglés, Benjamín Huntsman (1707-1776)  y se desarrolló en 1740, para la fabricación de muelles y resortes de relojería, armas y en la cuchillería a partir de 1770.

Su disparador está regulado a 600 gramos y toda el arma está en perfecto estado de uso y conservación. Esto es usual en la mayoría de las armas finas, ya que por más que el tiempo o las circunstancias las apartaran del uso, sus dueños sabían que eran elementos de gran valor y de ahí su necesidad de estar bien cuidadas.

Le empuñadura es de nogal de una sola pieza y, como era perceptivo en las pistolas de duelo, carece de baqueta de carga. Tanto en el canto de la empuñadura, como en la terminación de la chimaza lleva un adorno tallado en la propia madera que asemeja una concha.

 

La prueba

Para llevarla a cabo, hablé con mi amigo Carlos Martínez que de avancarga sabe un rato largo para saber con qué carga de pólvora Suiza nº2 comenzaba. Me dijo que siendo un calibre .50 con bola y calepino debía comenzar con 20, 25 y 30 grains.

Sin más y con la alegría de probarlas me dirigí al campo de tiro, donde la distancia es de 25 metros. Después de secar bien los cañones de cada una con baqueta y trapo, hice un disparo con taco de fieltro para mayor seguridad.

La primera carga me pareció débil y espurreó los disparos aleatoriamente. Con 25 grains la cosa mejoró, pero con 30 ya podía meterlos en el negro y estoy seguro que cualquiera de los tiradores de avancarga que conozco lo hubieran hecho mejor. Pero, creo que el blanco dado es muy aceptable; además, de contundente. Y así salvé mi honor de… tirador.

Saúl Braceras