Pardus Mod. PX D Cal. 12

Una escopeta táctica

España fue un país fabricante de armas en grandes cantidades y en algunos casos de alta calidad, hoy tenemos una industria pequeña gracias a las reglamentaciones absurdas, aunque aún se mantienen pocas firmas, pero importantes. Nos ha tomado el relevo Turquía, aspecto que no deja de sorprender porque las noticias que nos llegan de este país no parecen muy halagüeñas en el sentido de Derechos Humanos. Parece una contradicción, pero si vemos nuestra historia, cuando en España había un gobierno totalitario nuestras fábricas de armas iban bien. No creo que haya relación directa porque en otros países de nuestro entorno la producción de armas no ha descendido.

La producción de armas de uso civil en Turquía nació hacia 1916, cuando se instalaron varios talleres de mediana capacidad para producir escopetas, por tanto, que a las puertas del Tercer Milenio los turcos produzcan ingentes cantidades de estas armas de buena calidad y sorprendentes desarrollos no nos debe tomar por sorpresa.

 

Un escopeta táctica

Aunque su fisonomía es la de un arma semiautomática, no lo es. Utiliza un sistema de corredera que la hace casi tan rápida en la repetición de disparos como aquellas. Debemos pensar que el retroceso del disparo y la tensión que ejerce la mano no tiradora sobre la chimaza facilita la apertura de forma inmediata, y lo único que resta es empujar hacia adelante y ya tenemos un nuevo cartucho en recámara.

Su transporte es cómodo gracias a su asa tipo M-16.

Pardus PXD (arriba) comparada con la Pardus PS que también es de corredera.

 

 

 

 

 

 

 

No en vano después de tantos años desde la introducción de escopetas semiautomáticas, muchos cuerpos de seguridad y de diferentes ejércitos siguen prefiriendo las de corredera. Tal vez, esto se deba a la renuencia que tienen estas instituciones a lo nuevo, pero es así.

Los cargadores de petaca están hechos en acero y tienen una capacidad de 5 cartuchos.

La conjunción de una chimaza grande y un guardamanos nos permite repetir con facilidad los disparos sin quemarnos por la temperatura que coja el cañón.

 

 

 

 

 

 

 

En el campo de la caza mayor y menor las armas de corredera encuentran en los Estados Unidos su principal usuario. En España, comienzan a aparecer, aunque el público en general se decanta por las semiautomáticas. No obstante, en las esperas nocturnas de la caza mayor las armas de corredera unidas a visores tienen mucha cabida.

La culata en su posición más recogida.

El carril Picatinny corre por encima de la acción y permite adosar cualquier ayuda para la precisión.

 

Su apariencia nos lleva a la plataforma M-16, pero como ya advertí es de corredera. No obstante, guarda muchas de las ventajas de aquella, ya que su culata es extensible en tres posiciones y su asa facilita el transporte.

Además, gracias a su perfil con un encare tan recto, la relevación del retroceso se ve disminuida al mínimo, para ello también contamos con su asimiento compuesto por empuñadura de pistola y una chimaza de grandes proporciones. Por último, la culata sintética está rematada por una cantonera de goma que hace su trabajo.

La culata telescópica tiene tres posiciones.

Hablar de retroceso y rapidez de disparo nos conduce a otro tema: la capacidad de munición. Sabemos que en una semiautomática no debemos llevar más de dos cartuchos en el cargador y uno en recámara; en este caso, al ser de corredera, podemos usar cargadores metálicos de petaca de 5 o más cartuchos. Aquí cabe agregar que en una escopeta táctica no me parece de recibo que utilice un cargador tubular, cuya recarga es lentísima; lo propio es lo que nos ofrece esta Pardus PXD: un cargador de petaca de alta capacidad y un asa de mando de grandes proporciones para su recambio.

Detalle del alza y su corrección lateral. Con girarla cambiaremos el tipo de ésta.

El apagallamas es de buenas proporciones.

 

 

 

 

 

 

 

Sobre la acción entramos un carril Picatinny que nos permitirá adosar cualquier elemento o ayuda a la precisión. Su cañón de 46 cm. es cilíndrico, como es de esperar en un arma de estas características, y finaliza en un apagallamas de buenas proporciones.

El guardamanos de material sintético que recorre todo el cañón por encima nos protege del calor.

El sistema de miras está muy desarrollado, ya que cuenta con un alza con regulación en altura y deriva gracias a un anillo o corona roscada; además, se puede cambiar su perfil. El punto de mira también ofrece la posibilidad de cambiar el perfil para estar acorde con el alza. Ambos cambios se realizan con un simple movimiento giratorio.

Un detalle de arma bien pensada y que me gusta mucho, pues en una escopeta como ésta cuando disparamos, tiramos muchos tiros, y se trata de un guardamanos que recubre todo el cañón. Pues no debemos olvidar que un arma del calibre 12 se suele calentar mucho y puede llegar a quemarnos la mano no tiradora.

El seguro es el típico de las armas de corredera un botón transversal por detrás del disparador.

Su peso aprox. es de 3,600 kg. Descargada.

 

Pegando tiros

La ventana de expulsión es amplia y permite una extracción fácil.

Hice varias pruebas con diferentes cartuchos que podemos comprar en cualquier armería y todos funcionaron bien en cuanto a una extracción positiva. La precisión disparando con bala me pareció buena, pues una vez regulados los aparatos de puntería no me salía de 8 con balas Brenneke.

Si está buscando una escopeta táctica para tiro práctico, le recomiendo que pruebe una Pardus PXD, que le ofrecerá mucho más de lo que cuesta.

Nota: agradecemos a Armería Izquierdo, C/Muñoz Grandes, nº6, 13630 Socuéllamos (Ciudad Real), tel: 926 53 11 46, la cesión del material para la redacción de este reportaje.

 

José Cid