MP-40

Abrió una nueva era

A instancias de los pioneros de la guerra mecanizada (Guderian, Manstein y Rommel) se desarrolló este subfusil para dotar a las unidades de granaderos de la infantería mecanizada (Panzergrenadier), como consecuencia de un cambio radical en la forma de hacer la guerra.

Blitzkrieg o Guerra Relámpago fue el nombre popular para denominar la táctica de ataque desarrollada por los estrategas alemanes antes de la Segunda Guerra Mundial. Ésta implicaba un bombardeo inicial, seguido del uso de fuerzas móviles atacando con velocidad y sorpresa para impedir que el enemigo pudiera llevar a cabo una defensa efectiva. Los principios básicos de estos tipos de operaciones fueron desarrollados en el siglo XX por varias naciones, y se adaptaron años después de la Primera Guerra Mundial, principalmente por la Wehrmacht, para incorporar armas y vehículos modernos como un método para evitar la guerra de trincheras y aquellas en frentes fijos en futuros conflictos. No muchos conocen un detalle interesante, y es que esta visión del conflicto basado en la movilidad de blindados la había esbozado un joven coronel francés, Charles de Gaulle.

Los aliados tuvieron que esperar hasta 1942 para que nacieran armas similares al MP-40, de arriba abajo: M3A1 (EE.UU), Sten Mark 2 (Canadá), Sten (G.B.) y MP-40 (Alemania)

Básicamente, la blitzkrieg se valía de formaciones de blindados, infantería motorizada, ingenieros, artillería y cazabombarderos. Siendo vital que mantuviesen en condiciones operativas el equipo y la movilidad de los carros. De este modo, la Wehrmacht evitaba el combate directo con el fin de obstaculizar las comunicaciones, toma de decisiones, logística y reducir el estado de ánimo del enemigo. En el combate, la blitzkrieg dejaba sin opción a las fuerzas defensoras, más lentas, y que iban desmembrándose en bolsas aisladas, que posteriormente eran rodeadas y destruidas sistemáticamente.

La invasión de Polonia es un claro ejemplo de la blitzkrieg, donde muestra por primera vez los cambios en la estrategia militar respecto a la Gran Guerra de 1914. En primer lugar, la guerra aérea como factor fundamental y en segundo, los tanques, que si bien éstos debutaron en la Primera Guerra, lo hicieron como apoyo de la infantería. En la campaña de Polonia lo efectuaron como punta de lanza de la invasión, formando movimientos de pinzas. El rápido avance de las columnas motorizadas y blindadas permitieron un ataque devastador, conocida técnicamente como «Operación Fall Weiss», que se inició el 1 de septiembre de 1939 y las últimas unidades del ejército polaco se rindieron el 6 de octubre de ese mismo año.

Los ataques contra Dinamarca y Noruega estuvieron seguidos de cerca por otros contra los Países Bajos y luego contra la propia Francia. La blitzkrieg se saldó con derrotas incontestables de las tropas aliadas: 2.000 soldados alemanes entrenados para luchar en invierno forzaron la retirada de un ejército aliado de 13.000 hombres en Troudheim, Noruega y, aún más importante, el avance alemán requirió la evacuación de 338.226 soldados aliados de las playas septentrionales de Francia en Dunquerque entre el 28 de mayo y el 3 de junio de 1940.

Y para este tipo de guerra se necesitaba un armamento ligero y de gran poder de fuego, para ello se utilizaron masivamente subfusiles MP-38, que fue mejorado con la versión MP-40, que es la que tratamos en este artículo.

 

Nace una nueva  generación de subfusiles

Con el advenimiento de Hitler, en 1933, se desarrolló un programa de rearme en todos los niveles. De este modo el Heereswaffenamt (HWA, Oficina de Armamento del Ejército), vio la necesidad de un subfusil, adecuado para el uso por tripulaciones de vehículos blindados y paracaidistas.

En esta foto vemos el desfase filosófico y de fabricación industrial entre el MP-40 y el subfusil británico Lancaster modelo 1940, copia del Bergman modelo 1928

En 1938, Berthold Geipel, director de Erfurter Maschinenfabrik G.m.b.h, más conocida bajo su nombre comercial, Erma, fue llamado a Berlín para que acelerara el desarrollo de esta nueva arma. En sólo unos meses, el MP38 sería aprobado por el alto mando alemán. En comparación con otros subfusiles de la época, era mucho más fácil de fabricar y más económico debido a los materiales y método de producción, como el uso de chapa estampada para sustituir el mecanizado de bloques de acero.

Es importante destacar que el nuevo subfusil no partía de cero; era una evolución de un arma prototipo poco conocida, provisionalmente designada como Erma MP-36, una versión compacta del conocido subfusil Erma EMP 35.

Una aclaración: el MP40 fue llamado frecuentemente Schmeisser por los aliados, por el diseñador de armas Hugo Schmeisser, pero él no diseñó el MP40, sí colaboró con el MP41, el cual era en esencia un MP40 con una culata de madera.

El MP40 (Maschinenpistole 40) fue diseñado por Heinrich Vollmer, de Erma, siguiendo las especificaciones del HWA y se fabricó hasta el final del conflicto. Este subfusil destacaba en el combate a corta distancia, no obstante, debido a su calibre, el 9 mm. Parabellum, era menos efectivo a campo abierto por su escaso alcance y de esta lección nació del genio de Hugo Schmeisser el Stg-44, el predecesor de los modernos fusiles de asalto, con un cartucho intermedio, el 8 mm. Kurz, entró en el campo de batalla hacia finales de 1943, pero debido al aumento del peso no tuvo aceptación y hoy en día se lo tiene como un ejemplar de colección que aporta cierta rareza. Vovliendo al MP-40, en su época era un arma compacta, dado que con la culata extendida medía unos 83 cm. y plegada 63, con un cañón de 25. Era pesado ya que sus 4 kilos no desmienten el aserto. Utilizaba un sistema de automatismo basado en un largo cierre inercial que le daba una cadencia de fuego de 500 disparos por minuto y estaba dotado de un cargador de 32 cartuchos. Su lenta ráfaga lo hacía un arma más estable y precisa, también ayudaba que en el momento del disparo su sistema de fuego enviaba el pesado bloque de cierre hacia delante, equilibrando más las fuerzas.

Muesca para el seguro

Fue innovador en cuanto al uso de chapa estampada y materiales sintéticos para su empuñadura y chimaza, pensemos que cuando salió el MP-40 los británicos fabricaban el Lancaster, que era una copia del Bergman MP28 con piecería mecanizada y culata fija de madera, y tuvieron que esperar hasta 1942 para producir el Sten.

Un detalle que sirve para individualizar a los MP40 producidos inicialmente, es que el brocal del cargador tenía los costados lisos, mientras que en la versión posterior llevaba estrías para fortalecerla y dar un mejor agarre.  Con todas las armas en la historia, del MP40 se hicieron varias versiones, como la del MP-40/I a la que se dotó con doble cargador de 32 cartuchos, a modo de respuesta al subfusil soviético PPSh-41. Los cargadores estaban uno al lado del otro y al acabarse la munición del primero, se deslizaban horizontalmente para hacer uso del siguiente.

Un detalle interesante es la protuberancia próxima al final del cañón que fue diseñada para permitir a los soldados fijar el MP40 en las troneras de los blindados y evitar que durante el fuego se pudiera meter dentro.

Cuando finalizó la guerra se habían fabricado alrededor de 1.047.000 subfusiles MP-40, fueron varias las empresas lo produjeron, pero quizás las más importantes fueron: Erma, Haenel y Steyr-Daimler-Puch AG.

Cientos de miles de estos subfusiles fueron capturados por el Ejército Rojo y reutilizados en conflictos posteriores como las guerras de independencia en África, la Revolución Cubana o en Indochina, tanto por los franceses como por los vietnamitas. Un detalle de su buen hacer es que permaneció en servicio entre las tripulaciones de tanques del ejército noruego hasta la década de 1980.

Nota: agradezco la cesión del material para la confección de este artículo a Jean Luc Cotillard.

José Cid

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