Monotiro Anton Sodia cal. .243

Ideal para corzos y antílopes

Estamos ante un rifle que sabe conjugar la gloria del pasado con los adelantos del presente. Se trata de uno conocido en Austria como Franz Josef, es decir, Francisco José, su último emperador. De esta guisa se denomina a los monotiro basculantes con llave de perrillo.

 

Antigua saga de fabricantes

En 1869, Anton Sodia, se trasladó de Unterferlach en Boheiner Feistritz, donde trabajaba como artesano metalúrgico y después de su matrimonio, en 1870, fundó su empresa armera. Tuvo seis hijos, uno de ellos fue Franz (I), quien se mudó a Ferlach en 1910 para crear su propia compañía en Schulhausgasse 14, donde  produjo rifles de caza de diferentes tipos y modelos. El producto semi acabado se adquiría a la Cooperativa de Armeros de Ferlach. Durante la Primera Guerra Mundial tuvo que hacer el servicio militar durante algunos meses, que pasó sin sobresaltos durante la contienda.  Pero para el año 1929 la empresa tomó una magnitud tal, que le permitió colocarse por cuenta propia. En un gran pabellón colocó la nueva maquinaria necesaria y, a partir de entonces, la producción de las armas de caza se realizaba desde el principio hasta el fin en su propia fábrica. Después del fallecimiento de Franz (I) en el año 1935, su hijo, del mismo nombre, asumió la dirección de la empresa en la que ya había trabajado al lado de su padre para el crecimiento de la misma durante la crisis mundial económica, que si bien se había iniciado en 1929, durante la década de 1930 aún mantenía a Austria en una grave situación financiera.

Todo un referente de calidad

Durante la Segunda Guerra Mundial la compañía fue requerida para la industria de armamentos. En mayo de 1945, sobre el final del conflicto, la empresa fue ocupada por partisanos eslovenos y posteriormente devuelta en propiedad a Franz (II) Sodia por las fuerzas de ocupación inglesas. Como anécdota, el comandante de la guarnición inglesa era un cazador apasionado y amante de las armas, que permitió generosamente asumir la producción de carabinas de aire comprimido. Pasado algunos años fue autorizado para la producción de armas de todo tipo, que en este caso eran de caza. La demanda acumulada después de la Segunda Guerra Mundial y de la desarticulación de la producción de armas alemanas permitió a la empresa un gran auge económico, y en 1951 y 1952 se erigieron dos pabellones para albergar nuevas máquinas. La empresa volvió a crecer en 1958 con otro taller, donde posteriormente se trasladó la escuela para la formación de aprendices y, más tarde, tuvo otro desarrollo importante con la compra de la parte de un edificio en la ciudad de Salzburgo y la construcción de una armería para atención al público, en 1961. Diez años más tarde se adquirió otro edificio con tienda en St. Pölten. El 31 de diciembre de 1973 este conglomerado de fábricas, talleres y armerías se dividió para ser dirigidas por los tres hijos de Franz: Werner Sodia en Salzburg, Klaus Sodia en Pölten y Franz Sodia en Ferlach, siendo transferidas a su propiedad. El uno de enero de 1974, Franz Sodia (3º) asumió la empresa de Ferlach. Entonces la exportación ascendía aproximadamente entre el 70 al 75% de la producción, siendo su destino casi todos los países europeos y a muchos de ultramar. Los clientes eran en mayor parte armeros, tiendas especializadas y revendedores. En el año 1981 la empresa celebró el 110º aniversario con la asistencia de notables personalidades de la economía y política, unidos en un homenaje a los colaboradores. En Agosto del 1981 el Ministro de Comercio Austríaco le otorgó a la empresa la Condecoración de Distinción Estatal, el Decreto para llevar el escudo del Estado Austríaco en el comercio. Los nietos de Franz (I) Sodia (1910-1982) Werner y Reinhold Sodia, con sede en Salzburgo, continúan desde 1989, con la tradición en la producción exclusiva de armas de caza.

 

El arma

Sobre la báscula encontramos diferentes grabados del tipo floral, en la pletina lleva un rebeco y, del mismo lado en la báscula, un venado, y en el lado contrario un corzo. Como dije, este modelo Franz Josef utiliza un cierre tipo Kersten de doble orejeta y apertura superior. Lleva una contrapletina en el lado izquierdo, encastrada entre la báscula y la culata.

En la báscula, del lado izquierdo, un corzo se escabulle entre los grabados florales

El disparador es de doble juego regulable, lo cual permite hacer disparos muy precisos. En la actualidad existen otros tipos de elementos similares y más sencillos, pero el doble disparador sigue siendo utilizado, entre otras cosas, por estética.

Tiene un largo cañón de 67 cm., al que le han retranqueado la boca con una corona. Su longitud total es de 110 cm. Está recamarado a un cartucho excelente, como el .243 Winchester. En su lista lleva alza de librillos y, sobre un rampón embellecido, descansa el punto de mira tipo Partridge, no muy usual en estas armas. Sobre éste han colocado un montaje Akah que, a pesar de su elevado precio, es  el más elegante y correcto para este tipo de rifles. Su visor es un Swarovski 6x con retícula 4.

El martillo tiene un sistema que no permite que éste avance si no se oprime el disparador, ello evita que cualquier golpe lo precipite sobre el percutor.

 

Las partes nobles

La culata es de nogal de gran belleza, con una estética típicamente centroeuropea como lo advierten su lomo de jabalí y las hojas de libro en la carrillera. Lleva una cantonera, mal llamada de tipo Holland and Holland, pues éstas son naranjas y no rojas. Es destacable su pistolete afilado, con un ángulo muy pronunciado, parece estar preparado para un calibre mayor. La chimaza lleva un cierre tipo Deeley, muy común, en estas armas por su probada eficacia. Está rematada por un schnabel de ébano.

 

La caza del corzo

A las puertas de la temporada de este cérvido, el Anton Sodia se perfila como un arma ideal por varios motivos, a saber: 1º La precisión, como veremos es excelente. 2º Calibre del arma: el .243 Winchester ha demostrado ser uno de los mejores cartuchos pequeño-mediano con un gran potencial, inclusive para animales mayores como el venado. 3º Ligereza: debido a los recechos que se suelen hacer por la mañana, donde las largas caminatas son comunes, se agradece un rifle que pese por debajo de 3 kg.

Una excelente agrupación a 50 m., con munición Remington

 

En el campo de tiro

Utilicé munición Remington de 100 grains por dos motivos, es fácil de conseguir, económica, y da unos resultado excelentes en precisión y en expansión.

Tuve la ocasión de probarlo a 100 metros de distancia en un polígono de tiro, a pesar de tener un cañón muy fino, lo cual lo hace proclive a calentarse rápidamente. Al ser un monotiro ya de por sí hay un espacio temporal entre disparo y disparo, aspecto que anula, o al menos disminuye, los problemas que del calentamiento se derivan, y que suele hacer que armas con cañones finos tiendan a caminar hacia arriba en la diana con los sucesivos disparos.

El disparador al pelo estaba regulado sobre los 700 gramos y en su posición normal a 1.500. Asimismo, el visor de 9 aumentos aúna esfuerzos junto con la munición Remington para dar la diana que publico.

¡Buena caza!

Saúl Braceras