Maxam RubinSabot de Brenneke

Mayor precisión y poder de detención

Cuando me inicié en la montería el 95% de los cazadores usaban escopetas y algunos pocos llevábamos rifles. Entonces se utilizaban muchos tipos de balas para los cartuchos de armas de ánima lisa y todos funcionaban de forma mejor o peor, pero el problema vino con la especialización y cuando empecé a hacer pruebas sobre blancos a distancias conocidas, vi con asombro que la precisión era errática, había incluso algunos proyectiles que quedaban de lado, etc.

 

Wilhem Brenneke

Este cazador hannoveriano, nacido en 1855, decía que “si uno mataba debía hacerlo de la forma más humana posible”. Su primer arma la hizo a la edad de trece años con un tubo de cañería, alambre y un mecanismo de reloj, la probó rellenando el supuesto cañón con pólvora negra y al disparar sólo quedaron pequeños trozos de metal.

Este fue sólo el comienzo, y a la edad de 30 años abrió la fábrica homónima de Armas y Municiones en Leipzig.En 1897 patentó su primer proyectil de rifle con un núcleo duro por detrás y uno más blando por delante para lograr una expansión controlada, lo que hoy llaman novedosamente “doble núcleo”.

Fue entonces, cuando puso en el mercado su primer cartucho, el 8×64 homónimo, y toda su saga: 7×64 y 7x65R que tuvieron más éxito.

Entonces se centró en las escopetas que aún muchas usaban balas redondas iguales a las de avancarga y desarrolló un proyectil con seis estrías o costillas y le añadió un taco atornillado para que el peso fuese más hacia delante y así lograr que fuera más estable, de este modo nació en 1898 el primer Brenneke, que al igual que otros inventos, como la Gillete, han servido para denominar a toda una serie de accesorios. Tuvo un éxito rotundo, obteniendo una precisión y potencias desconocidas en un cañón liso. Su peso de 492,8 grains en el calibre 12 desarrollaba una energía de 2.400 p2/libras en la boca y aportaba una agujero de entrada y salida en el cuerpo de una pieza de caza muy grande, que si ésta no moría de inmediato era fácil rastrearla. A pesar de la devastación del primer gran conflicto, Brenneke supo sobrevivir con su empresa, aunque con un terrible coste, ya que perdió sus dos hijos.  El primer gran desarrollo sobre el proyectil de escopeta se realizó hacia 1920 al incrementar el número de costillas a 12 y sumándole una punta cónica de plomo endurecido que añadió gran penetración al conjunto.

En 1930 producía 750.000 proyectiles por año, pero en 1935 se rediseñaron dichas costillas haciéndolas más pronunciadas.

La Segunda Guerra Mundial trajo aún más dolor a la familia, ya que su nieto murió en el frente ruso; asimismo su fábrica fue destruida por los bombardeos. Con el final del conflicto pudo escapar de la zona rusa hacia Berlín Oeste y a la edad de 80 años, reabrió su empresa, aún vivió seis años más para ver que ésta volvía a estar donde le correspondía por la calidad de sus productos.

En la actualidad la compañía produce más de diez millones de proyectiles al año y, un bisnieto de Wilhem Brenneke dirige la empresa, el Dr. Peter Mank. En 1995 se creó Brenneke USA.

Un proyectil para el siglo XXI

El RubinSabot en el 12/70 obtiene una velocidad en boca de 460 m/s y puede ser utilizado en cualquier tipo de escopeta, inclusive con un choke cerrado. Como vemos en las fotos el proyectil tiene un diámetro próximo a 16 mm, lo que equivale a uno del 20, por tanto, puede pasar por un full choke sin problemas, ya que el sabot, que es el encargado de estabilizarlo no levantará presiones peligrosas, sino que se mantendrá dentro de las normales.

En el momento de salir por la boca del cañón, a los pocos metros, el sabot se desprende del proyectil, ya estabilizado, para dejarlo seguir camino. De hecho, la tecnología de uso del sabot ha sido llevada a máquinas de guerra como el tanque Leopard, que utiliza un cañón de 120 mm. con ánima lisa con proyectiles de esta guisa.

Además, al usar un proyectil más pequeño tiene una trayectoria más tensa y con sus 16 mm. de diámetro un poder de detención más que suficiente, y más si lo comparamos con otros proyectiles que utilizan sabot, veremos que éstos son del calibre .50” (12,7 mm.). Asimismo, con el uso del sabot se incrementa la velocidad inicial de forma notable y consecuentemente su energía sube hasta un 10% más que otro a 50 metros de distancia y con esto también aumenta su penetración, aún más si tenemos en cuenta el uso de una aleación de plomo endurecida.

 

Lo importante es la precisión

Todo lo dicho está muy bien, pero si no es preciso no interesa en lo más mínimo y por ello, decidí probarlo en un campo de tiro en las afueras de Madrid con cien metros de distancia. Esto es para una escopeta realmente una prueba de fuego y más para la que utilicé, que entiendo que es del tipo de las normales; es decir, con un mirín o punto de mira, sin alza.

El retroceso es más agradable que los Brenneke normales, se parece más al de una del 16 que al de una 12. Pero lo notable es cuando vemos que sus proyectiles comienzan a agruparse de forma inusual.

El blanco que publico es uno obtenido a 100 metros, son 8 disparos y están en un cuadrado de 12 x 10 cm. La pregunta nace inmediatamente: ¿qué hubiera pasado de haber utilizado una escopeta con alza y punto de mira o, aún mejor, con visor telescópica? Casi con seguridad que hubiera obtenido la precisión de un rifle de grueso calibre.

Saúl Braceras