Mauser Parabellum

Un retorno efímero

Luger, P08, Parabellum ¿Cuál es la diferencia? Los tres nombres hacen referencia a una de las armas cortas más famosas de la historia, querida y conocida por todos los aficionados.

La Parabellum 06/73 con su cañón de 4.5 pulgadas, su aspecto externo es muy similar al original DWM de 1906, que llevaba seguro de empuñadura

El nombre Luger con el que se conoce a este arma en los Estados Unidos deriva del hombre responsable de su diseño, el genial Georg Luger. De hecho, la denominación “Luger” se convirtió en marca registrada del importador de estas armas en Estados Unidos, la no menos conocida compañía Stoeger, mientras que en Europa, principalmente en Alemania, la famosa pistola es conocida como “P08” o “Pistole 08” en referencia a su adopción por el ejército alemán en el año 1908. Pero curiosamente, el nombre oficial en factoría fue siempre “Selbstladepistole Parabellum”. De la misma manera que el Colt Single Action Army se conoce en la factoría hasta el día de hoy como Model P.

A decir verdad, la denominación Parabellum aplicada solo a la pistola P08 no es del todo correcta, ya que DWM, el fabricante original, también produjo y comercializó la ametralladora Parabellum, una versión mejorada de la Maxim. De hecho, Parabellum significaba más bien una marca registrada que hacía referencia a las armas fabricadas por DWM que la propia pistola de Georg Luger. Nadie sabe cuándo DWM dejó de utilizar la denominación Parabellum para sus productos, pero siempre estará relacionada con la famosa pistola Luger. El nombre Parabellum volvería a ser utilizado cuando Mauser emprendió su fabricación en la década de los 70, ya que la denominación Luger seguía estando registrado en los EE.UU. por Stoeger.

 

El retorno de la Parabellum

“The Parabellum is back” lo que se traduciría por “la Parabellum ha vuelto” fue el logo empleado por la compañía americana Interarms para anunciar la vuelta al mercado de la famosa pistola Luger a principios de los años 70.

El 06/73, sería el modelo de producción final para el mercado americano. Todos salían de factoría con “test target”

Interarms, fundada por Sam Cummings, comenzó sus operaciones comerciales a finales de la Segunda Guerra Mundial, importando grandes cantidades de excedentes de armas militares de países europeos.  Por aquel entonces, gran parte de los países europeos del bloque occidental habían iniciado una política de desarme, en especial el Reino Unido, que desde principios de la Primera Guerra Mundial había implantado una legislación muy estricta con el objeto de evitar una revolución social al estilo de la ocurrida en Rusia con la llegada de millones de soldados tras el conflicto, sin esperanzas de encontrar trabajo. Tras la derrota del III Reich, el Reino Unido quería volver a tener a su población civil desarmada.

El negocio de Interarms floreció hasta finales de la década de los años 60, cuando el Gobierno Federal de los Estados Unidos impuso una nueva y restrictiva regulación sobre la importación de armas militares, en gran medida auspiciada por los fabricantes americanos que veían amenazada su cuota de mercado por la llegada masiva de estos excedentes europeos. El hecho de que el presidente John F. Kennedy fuese asesinado por Lee Harvey Oswald usando una carabina Mannlicher-Carcano procedente de Italia, fue aprovechado por el lobby de los grandes fabricantes americanos para forzar a Washington la implantación del “Gun Control Act” de 1968. Con esta nueva ley federal básicamente se acaba con la importación de armas militares de Surplus, pero no se decía nada sobre aquellas de armas de fabricación actual.

La mayor parte de las piezas menores en la Mauser Parabellum eran microfundidas, entre ellas la palanca del seguro que, por cierto, en la Mauser Parabellum funciona de manera contraria a una P08, al incluir seguro de empuñadura

Sam Cummings, anticipándose a los hechos, se había puesto a principios de la década de los años 60 en contacto con Waffenfabrik Bern, Walther y Mauser para estudiar las posibilidades producir varios modelos de armas cortas alemanas anteriores a 1945, hablamos de la PP/K, la Luger y la HSc. Como resultado de estas gestiones de Interarms, la compañía Mauser comenzó el estudio de la producción de la pistola Parabellum a finales del año 1962, aunque la decisión formal no se tomaría hasta mucho más adelante. Parece ser que no sólo Interarms estaba interesada en la vuelta a la producción de la P08; el general Puyana, en Colombia, quería conseguir una partida de 10.000 armas y las compañías Calic, de Suecia, Photo Agencies en África del Sur y Borchers, en España, veían a la P08 como la posible candidata para servir de arma de dotación en sus fuerzas militares y policiales. El anuncio oficial de Mauser de la vuelta a la producción de la pistola Parabellum se hizo oficial el 21 de febrero de 1967, tras casi cinco años de gestiones y planificaciones.

 

La influencia suiza

Cuando los ingenieros de Mauser empezaron a estudiar el proyecto pensaron que sería una tarea fácil, ya que el encargado de la supervisión de la producción de la P08 antes y durante la segunda guerra mundial, August Weiss, había salvado los planos originales de su destrucción por los franceses cuando desmantelaron la factoría Mauser en Oberndorf. Pero estos planos no se ajustaban a los modernos estándares alemanes. Así que decidieron acudir directamente a la factoría suiza Waffenfabrik, de Berna, que había estado fabricando su propia versión de la pistola P08 denominada 06/29, también conocida como modelo 1929, hasta el año 1949, y mantenía capacidad de producción para dicha arma. Las negociaciones con los suizos comenzaron el 24 de octubre de 1967, y el 29 de diciembre del mismo año se firmó un contrato mediante el cual los alemanes recibían planos de construcción y diseño del modelo 06/29, galgas y tres pistolas completas: un modelo 1906 alemán de DWM, un modelo 06/24 y un modelo 06/29 suizo. Además, Mauser compró otras 15 pistolas modelo 06/29 en el mercado civil suizo. Con todo ello, el equipo de Mauser se sintió optimista para poder fabricar la pistola en el corto plazo y presupuesto indicado por Interarms, pero descubrieron que los planos de los suizos eran también incompatibles con las modernas normas de fabricación de la industria alemana, también conocidas como normas DIN.

El armazón de la Parabellum, es forjado y, como no podía ser menos, presenta una excelente y cuidada mecanización

La presión por parte de los americanos era fuerte, necesitaban presentar la nueva pistola Parabellum en el Show NSGA y NRA del año 69. La oficina de desarrollo de Mauser fabricó dos prototipos que entrarían en pruebas, pero no disponían de modelos de producción final para las citadas ferias americanas, así que los ingenieros de Mauser decidieron tomar varias de las pistolas suizas 06-29 que habían comprado y retocarlas para que pareciesen los nuevos prototipos de Mauser Parabellum.  Se borraron las cruces suizas y se grabaron las leyendas “Original Mauser” al tiempo que se estampaban los números de serie a mano. Pero tiene que quedar claro que al margen de estos problemas de producción iniciales y de que se usaron armas suizas como modelos de presentación, las Mauser Parabellum no se fabricaron empleando maquinaria suiza, tal como dice la leyenda popular. Mauser empleó el modelo suizo 06-29 solo como referencia, ya que los suizos habían optimizado el diseño original y era un buen punto de partida para fabricar el producto a un precio razonable.

 

Un producto bandera de la nueva Alemania

Tan pronto se inicia la producción de la nueva pistola Parabellum, la compañía Mauser decide que todo el proceso debe quedar dentro de la familia de compañías que compone Mauser, el grupo Quandt, y se consigue, pero los intentos de hacer que sea un 100% alemana fracasa, ya que los cañones vendrían de los Países Bajos de la mano de Nederlandse Wapen, en Munitiefabrieken N.V., también conocida como Kruithoorn. Los seguros de empuñadura y los cargadores (finalmente solo los tubos de esos cargadores) serían hechos por Holanda, y posteriormente por Metaalwarenfabrick Tilburg N.V.

La producción de la Parabellum en tiempos actuales se puede dividir en dos partes: la primera de ellas va desde el año 1969 al año 1986, el periodo en que se construyen las armas y sus piezas esenciales. En una segunda etapa, que va desde el año 1986 hasta el año 1999, será la menos interesante, dado que ya no se producen piezas esenciales y simplemente se ensamblan armas completas a partir de remanentes de factoría.

 

La nueva Parabellum, los modelos  29/70, 06/72 y 06/73

Podemos distinguir varios modelos de producción a lo largo del primer período arriba mencionado. Las primeras pistolas Parabellum de moderna manufactura se conocerán como modelo 29/70, son muy fáciles de reconocer por su similitud con el modelo suizo 06/29. De hecho, muchas partes, incluidas las cachas, son intercambiables. Este modelo no será muy bien recibido por el público americano que favorecía el original de P08. De hecho, Interarms solicita a Mauser que se cambie el cañón, el punto de mira, las ranuras de asimiento del cierre, la aleta del seguro y el botón de liberación del cargador. Se llegan a criticar hasta las leyendas que aparecen en las pistolas, y razón no les faltaba a los americanos, ya que los alemanes llegaron a marcar en esta primera serie pistolas en calibre 9mm Parabellum (conocido como 9mm Luger en los Estados Unidos) como .38 Luger.

Despiece básico de la Parabellum. Fabricada con excelente calidad, sus piezas menores son microfundidas. Realmente su diseño está basado en el modelo suizo 06/29, con pequeños cambios cosméticos para parecerse exteriormente al modelo P08

Siguiendo las recomendaciones de Interarms aparece a finales del año 1972, un nuevo modelo de Parabellum, esta vez bajo influencia de los diseños originales de la P08 de August Weiss. Se cambia la forma de la empuñadura, así como la aleta del seguro para que se parezca más a la original P08. De hecho, este nuevo modelo es muy similar al original DWM de 1906, que llevaba seguro de empuñadura y se conocerá como 06/73. Como es natural, en todas las factorías se emplea el material existente aunque sea obsoleto, y a finales del año 1972 y bien avanzado el 1973, Mauser ensambla varias pistolas que combinan partes del antiguo modelo 29-70 y del nuevo 06-73. Los expertos en pistolas Parabellum denominan a este modelo de transición como 06-72.

Más adelante vendrán los conmemorativos como el producido para Renato Gamba, el famoso fabricante italiano, en calibre .30 Luger. Los deportivos, que se comenzaron a producir en 1975 en muy pequeñas cantidades, se caracterizaban por tener miras micrométricas y cañones pesados. Los modelos conmemorativos: el modelo búlgaro, el modelo ruso, el modelo suizo, el modelo artillería-LP08, el de la marina alemana, la carabina K, el modelo American Eagle, el modelo Cartridge Counter, equipado con una réplica del Powell’s Cartridge Indicating Device; el codiciado P08, que se fabricó en los últimos años de producción entre 1985 y 1986 (posiblemente se empleó en este caso, armazones excedentes del modelo Sport que no llevaba seguro de empuñadura), sin olvidar los experimentales en calibre .22, calibre .45 ACP y los diminutos Baby.

 

La nueva P08 de Krieghoff

El año 2000 marca el final de la producción actual de la pistola Mauser Parabellum, una de las mejores y más hermosas armas fabricadas, simplemente los nuevos dueños de Mauser ya no tenía interés en mantener dicha arma en producción.

La Mauser Parabellum junto a una Mauser P08 de 1939

Pero el final de la Parabellum no estaba todavía escrito. Bien avanzado el año 2000, la compañía alemana Krieghoff, uno de los fabricantes originales de la pistola P08 y ahora solo conocido por sus excelentes escopetas y rifles de caza, produjo unas 200 unidades en serie limitada del modelo P08, numerados entre 18001 y 18200. Ésta, mucho mejor construida que la Mauser Parabellum, alcanzó precios astronómicos (superando los $18.000 USD) y, por tanto, fuera del alcance de la mayor parte de los aficionados.

Quizá algún día alguien decida retornar a la producción de ésta y otras míticas armas como la C96. Se alega un alto coste de producción, pero puedo asegurar que hay muchos compradores que no se mueven en el sector de las armas de plástico y están dispuestos a pagar por un arma bien hecha, tal como se hacían las cosas antaño, es decir, con calidad, mientras tanto solo queda la esperanza.

 

*Dedicado a mi gran amigo José Ignacio García Sastre, en agradecimiento por su inestimable ayuda durante la realización de este artículo.

 

Javier y César García Rodríguez