Lynx TD15 Black

Un rifle take-down  con un cerrojo rectilíneo seguro

El cerrojo es el corazón del Lynx

Hace unos veinte años aproximadamente en el IWA me encontré con unos rifles muy curiosos y muy bien acabados. Aportaban a su buena construcción un cerrojo de accionamiento rectilíneo, cuya asa recordaba a los fusiles suizos Schmidt-Rubin, no así el sistema que se aproxima a una versión adulta del Browning T-Bolt calibre .22 LR.

 

Una historia de rifles escandinavos

Hablar de Lynx es hablar de Torsti Laaksonen, un armero cuya pasión, las armas, le ha motivado toda su vida. Nació en 1934 en una zona rural de Finlandia. A los seis años ya cazaba y con ello ayudaba en esos duros años de la Segunda Guerra Mundial a la economía familiar.

Después del conflicto, con 20 años, fue llamado a filas y admitido en la Escuela Militar de Armas del Ejército Finés. Entre los años 1954 y 1955 desarrolló varios tipos de armas, como así también la tecnología para su fabricación. La carrera profesional del Sr. Laaksonen comenzó en Tampereen Asepaja Oy (del finés Fábrica de Armas de Tampere Ltd). Sus comienzos fueron como empleado y llegó a ser nombrado armero en 1964, bajo la guía de Nilo Lahtinen, propietario de la empresa que, desgraciadamente, falleció al poco tiempo. Torsti Laaksonen se convirtió en Director Técnico y socio de la misma en 1968.

El primer rifle diseñado por Laaksonen fue el Caribú, en 1970. Se trataba de un rifle de acción de corredera calibre .22 LR de tiro deportivo con una meta: el jabalí móvil. A éste lo siguió el Wildboar (del inglés jabalí). En 1975 la empresa lanzó al mercado el rifle Lakelander TAP en calibre .308 y .30-06, diseñado por Laaksonen y su socio Jali Timari, que fue todo un éxito vendiéndose 4.000 ejemplares, entre 1975 y 1979 y, posteriormente, se trasfirió la patente y fue producido en Konsgberg, Noruega.

Los socios continuaron con su cooperación y produjeron, en 1976, el segundo rifle de cerrojo rectilíneo en calibre .22 LR FinnBiathlon, diseñado para el equipo finés de este deporte, muy popular en Escandinavia. Con él se podía cerrojear de forma rápida y eficiente y, si se deseaba, con solo dos tornillos se cambiaba la batería de disparo. Más de 3.500 ejemplares fueron vendidos entre 1977 y 1984. A pesar de los éxitos conseguidos en Tampereen Asepaja Oy, el señor Laaksonen soñaba con crear el rifle perfecto de caza y en 1979 dejó esta empresa para crear la propia, Pirkan Ase Oy.

A través del gran conocimiento adquirido con el diseño y fabricación de rifles calibre .22 LR de acción rectilínea, nuestro hombre vio los beneficios que ésta ofrecía y creó un tercer rifle para el mismo cartucho, que patentó y vendió en Suecia; a partir de éste nació en él la idea de hacer uno en fuego central y de gran potencia.

En 1989 nació el primer prototipo del Lynx rectilíneo y recamarado para cartuchos de caza. Pasaron los años y el perfeccionamiento dio origen al Lynx 94 (año de su puesta en el mercado). Este rifle, que tuvo una producción moderada, demostró su potencial y que realmente era una obra maestra bajo cualquier prisma. Su cerrojo contaba con sólo seis piezas y era indestructible. Los estudios continuaron y en 2010 surgió una nueva patente.

La ciudad de Orivesi a 200 km al Norte de la capital, Helsinki, es donde está afincada la empresa. Cabe agregar que todos sus rifles son producidos artesanalmente y probados uno a uno, para así lograr su meta de precisión total.

Torsti Laaksonen sigue siendo socio de la firma, pero ha dado lugar a una nueva generación, en este caso a su sobrino, Harri Laaksonen, quien siguió sus mismos pasos al graduarse en la escuela Militar de Armas, como aquél hizo hace 37 años. De esta forma, Harri Laksonen fue nombrado Maestro Armero en 2000 y, posteriormente, Director General de la empresa.

Llama la atención su maletín de gran calidad que permite llevar todo lo necesario para el uso del arma

El Lynx en la actualidad

Evidentemente, el nudo central del Lynx es su cerrojo. De accionamiento rectilíneo, es totalmente seguro, pues utiliza un tetón rectangular de gran superficie que se interpone entre el cuerpo del éste y su armazón. Es rápido, suave y confiable.

Otro activo de este rifle es que el cerrojo solo tiene siete piezas y todo el rifle menos que la sumatoria de todos los elementos que componen otros rectilíneos. Esto cumple con un postulado que dice: a menos piezas menos problemas. El asa de apertura que, como dije, nos recuerda la forma de los Schmidt-Rubin, realiza cinco acciones diferentes, a saber: abre y cierra el cerrojo, traba con su pasador rectangular el cierre, al abrir el sistema monta el percutor y, dada su forma y tamaño, ayuda a extraer cualquier cartucho que se encuentre en recámara.

Los rifles Lynx tienen un seguro de tres posiciones: si está avanzado permite hacer fuego, en la central accede a descargar el arma con cartuchos cargados sin riesgo y en la trasera asegura el sistema de disparo.

Importante: si el cerrojo no está totalmente cerrado y se aprieta el disparador, podremos sentir un clic, que nos advierte que el percutor ha sido desarmado, pero nunca permitirá que haga fuego.

Existen varios modelos del Lynx TD15:

Black, es el que ilustra este artículo.

  • Silver, con cañón de acero inoxidable y culata sintética color naranja.
  • Classic, con culata de nogal de gran calidad.
  • Light Hunter, diseñado para batidas. También está disponible con culata de madera laminada y cañón de acero inoxidable.
  • English, con culata recta y pistolete con incrustaciones.
  • Target, especialmente diseñado para competiciones con blancos móviles.

 

Lynx TD15 Black

Lo primero que llama la atención es su maletín de gran calidad, que permite llevar todo lo necesario para el uso del arma. El Lynx TD15 Black que tuve la oportunidad de probar estaba recamarado al europeísimo cartucho del 7×64 Brenneke. Es uno de mis preferidos, porque todo aquello que al 7×57 Mauser le puede quedar un poco grande, el 7×64 lo consigue con sobrada eficacia.

El distribuidor, A2 Sales Managment, le había montado un visor Minox de 3-15×56, con retícula iluminada. Para unir ambos elementos, rifle y visor, se valió de un montaje extraíble Reck Nagel giratorio.

El Minox aporta una gran cantidad de puntos con diferentes intensidades de iluminación para la retícula

Para aprovechar con éxito las capacidades balísticas del 7×64 Brenneke, el Lynx TD15 Black utiliza un cañón de 57 cm., lo que da al conjunto, cuando está armado, una longitud de 108 y al desarmarlo en dos partes es de tan solo 82 cm. Su peso sin visor es de 4,1 kg.

Para introducir el cerrojo debemos tirar hacia abajo de una pieza agujereada, para facilitar su asimiento con los dedos pulgar e índice. Para quitarlo el procedimiento es el mismo.

Su disparador es ajustable en un rango de 500 a 1.200 gramos y para regularlo a nuestra entera satisfacción, procederemos de la siguiente manera: retiramos el cerrojo y con una llave Allen de 2 mm. la introducimos en el tornillo; si deseamos una mayor resistencia, la giraremos en el sentido de las agujas del reloj y para suavizar la tensión en su contra.

Otro aspecto importante en la precisión y en el tiro en general es dónde está colocado el disparador. En el Lynx podemos modificar su situación de 0 a 15 mm. Con una llave Allen de 1,5 mm. lo aflojamos y así podremos reubicarlo donde más nos guste y lo ajustamos en la nueva posición.

El percutor tiene un recorrido mínimo acortando el lock time a milésimas de segundo, aspecto que incrementa la precisión en grado sumo. Esto nos da instantaneidad en el disparo.

La culata, como advertí, es en dos partes y está fabricada en material sintético de superficie rugosa, muy adherente. La chimaza es un émulo de ésta.  Además, en nuestro rifle su culata sintética es desmontable y permite dividirla en dos. Esto se logra de una forma similar a la utilizada por Holland and Holland, donde el cañón y el cerrojo nunca se separan. En el de la casa británica se retira toda la culata, en el Lynx solo la parte trasera, ya que la chimaza queda en el conjunto cerrojo-cañón. Esto es positivo, ya que como el visor va montado en el cerrojo y al ser éste un todo con el cañón, no hay posibilidad de que se desajuste. Sé que en la actualidad hay sistemas muy precisos que permiten quitar y recolocar el cañón, pero creo que es un activo el que ni siquiera tengamos que pensar en ello.

Para montar la culata, pues el rifle viene desarmado en su estuche de transporte y presentación, sólo tenemos que utilizar la llave hexagonal, introduciéndola por un agujero que tiene la cantonera de goma. Quitamos a la culata su protector y la encastamos en el armazón del cerrojo, atornillamos con la citada llave y ya está.

 

La prueba

La precisión a cien metros con munición Sellier & Bellot de 139 grains ha quedado demostrada.

Teniendo la oportunidad de probarlo a 100 metros no lo dudé y con munición Sellier & Bellot de 139 grains SP y sin hacer grandes cábalas el resultado fue obvio y se puede ver en la foto.

Resulta muy rápido de recargar y muy suave operarlo. Es cien por cien instintivo, no tenemos que hacer ninguna práctica para habituarnos a él. Solo debemos practicar el tiro para mejorar nuestras dotes, ya que con saben aquellos que me siguen, siempre abogo por la práctica del tiro deportivo como paso inicial y constante entre nuestras salidas de caza.

Estamos ante un rifle importante, bien hecho, que aporta mejoras y es por encima de todo muy seguro para su uso bajo cualquier condición.

¡Buena caza!

Saúl Braceras