Ludwig Borovnik calibre 9,3x74R

Un exprés superpuesto y… mucho más

Quienes me conocen saben de mi pasión por los rifles de doble cañón yuxtapuestos, pero teniendo en consideración el fabricante y la pieza en sí, creo que este superpuesto tiene más que ganadas algunas líneas. Bromas aparte, todo en este rifle que vamos a analizar cumple a la perfección el lema de la empresa: “cada una de nuestras precisas armas se convierte en una obra de arte.”

 

Todo comenzó en 1848

En esta fecha el joven Ludwig Borovnik abrió su armería en Ferlach, su producción era escasa, pero ya mantenía los patrones de las que vendrían con el tiempo. No obstante, el negocio durante la dirección de su hijo, Ludwig II, se mantuvo en el mismo plano, siempre dedicándose a las armas finas y de precisión. Desgraciadamente, todo se perdió cuando Ludwig Drago Borovnik III y su familia fueron expulsados por los nazis en 1942, y sólo pudieron volver a Carintia tres años más tarde con el final de la guerra.

Durante la post-guerra Europa estaba arrasada, más allá vencedor o perdedor, pero gracias a sus conocimientos de varios idiomas, pudo comenzar a promocionar sus armas en el extranjero. Al mismo tiempo vio una posibilidad más que interesante en Yugoslavia para comerciar con maderas de nogal para culatas. Fue entonces cuando conoció a Helmut Horten, un cazador apasionado y un verdadero as de los negocios, y a su esposa, Heidi, creándose una amistad que duró años. A lo largo de éstos, aquellos ordenaron 125 rifles, lo cual significó un gran despegue para la compañía armera. En 1986 su hijo, Ludwig IV, se unió a la empresa familiar jugando un papel preponderante en su éxito al ser elegidos por Su Majestad Don Juan Carlos I, Rey de España, en su visita a Ferlach para encargarle algunas armas de caza. De esta forma, la empresa volvía a su nivel de ser la elegida por los monarcas europeos. En la actualidad, al frente de la empresa se halla Ludwig V, quien ha sabido sumar a ésta su visión del sector. Los armeros de Borovnik cursan cuatro años en una escuela técnica de armería, siempre dirigidos por maestros con años sobre sus espaldas. De este modo son manos muy expertas, la herramienta principal de un armero, que llevan muchas generaciones dedicadas a la armería, en pocas palabras es lo que ha hecho a Ferlach famosa en todo el mundo.

Esto hace que las armas Ludwig Borovnik se realicen en un 90% de forma artesana, una a una, por tanto, el tiempo de entrega es de unos dos años. Durante este lapso el cliente se involucra totalmente en la creación de su herramienta de caza en cada etapa de la manufacturación, elección de maderas, calibres, sistemas de cierre, etc. Por supuesto, los grabados y muchas más cosas van de acuerdo con los deseos de éste y el saber de los armeros de Ludwig Boronik. No debemos olvidar que el grabado es la tarjeta de presentación de un arma, lo primero que nos llamará la atención. Y es en esa personalidad intrínseca a cada una donde hallaremos historias de caza, faunos, hadas, etc. que reflejarán el alma de su propietario.

En todos estos años Borovnik se ha especializado en rifles exprés de dos y tres cañones, monotiro, cerrojos y escopetas.

 

Un rifle más que especial

Lo que más destaca de este modelo es su barroca decoración en alto grabado. Las escenas y su estilo son totalmente centroeuropeos. También el hilo de oro ha ido en ayuda del grabado que, sin pasarse en su utilización, está presente. Los animales que lo ilustran son todos europeos: jabalíes y venados en sus pletinas, alce en la parte inferior de la báscula y un oso en la tapa del pistolete.

El grabado en alto relieve es típico de Centroeuropa. Obsérvese su calidad y el buen uso del oro

No obstante, es un rifle muy personal; me recuerda en cierta forma al Marcel Thys que vimos en la entrega anterior, que sin ser tan barroco, también iba bien surtido del metal precioso. Particularmente, lo encuentro un rifle demasiado personalizado, pues me parece muy cargado en su decoración; sin embargo, la ejecución de la misma es perfecta. Por tanto, es responsabilidad de quien lo encargó su resultado final que, insisto, es impecable.

Estamos ante un arma que utiliza pletinas de muelle trasero, tipo Blitz, y con pelo en el primer disparador, lo cual es lógico. Nunca olvidaré un rifle exprés que vi en Armería del Águila, de origen alemán de perrillos, calibre 8 bore, y con pelo en ambos disparadores… ¡de terror! Imaginemos por un segundo que el tirador monta ambos disparadores al pelo… ¡en un 8 bore!

La seguridad, como en todas las armas basculantes, corre a cargo de un botón deslizante en la garganta del pistolete, pero en la mayoría de los casos el seguro actúa sobre los disparadores, en este caso no, atranca los martillos internos, mucho mejor.

El sistema de cierre se apoya en un anclaje inferior más dos orejetas laterales que recuerda al sistema Kersten. En su asa encontramos la marca del fabricante en oro. Lleva unos cañones de 65 cm. de longitud, tal vez un poco largos para el cartucho del 9,3x74R, pero no desentonan con el arma, al contrario, le dan un aire más longilíneo, más estilizado. Sobre éstos encontramos una lista de tres cuartos donde se encastra el alza fija. También el arma ha sido dotada de un montaje Akah para su visor Zeiss Diavari de 1,5-6×42 de carril, con retícula nº8. Sobre este sistema de sujeción del visor, el carril, particularmente me gusta, pues se puede montar con un perfil muy bajo que ayuda al encare del arma. Lo dicho es importante sobre todo en este tipo de rifles pensados para monterías o batidas, donde el tiro a tenazón es vital y por ello se debe encontrar con facilidad la cruz de la retícula. Su peso, con 4,3 kg., es masivo y más adecuado para un rifle de calibre mayor, como un .400 Jeffery, pero en esto también tiene que ver el gusto de su propietario, ya que como sabemos, esto disminuye el retroceso.

 

Las maderas

Culata de lomo de jabalí

La chimaza recuerda a las Merkel al ser de tres partes, una central y dos placas laterales. Junto con el pistolete, en la culata, encontramos un segrinado en forma de escamas de pez, el cual, además de ser muy vistoso y difícil de llevar a buen puerto en su ejecución, da una excelente sujeción. La chimaza tiene un sistema de cierre Deeley, uno de los más populares.

La madera es de un nogal centenario de tonos rojo sangre y vetas negras de gran vistosidad. Por último, una cantonera metálica, que también ha sido grabada, concluye la culata.

 

Final a toda orquesta

Si tenemos en cuenta, la pasión de los armeros de Borovnik en la realización de cualquiera de sus armas, como la que presento en estas páginas y en las que en general, sus grabadores emplean unas 3.500 horas de trabajo para convertir un trozo de acero en una obra maestra, podremos entender su filosofía donde la ambición se transforma en necesidad de crear un trabajo perfecto.

¡Buena caza!

 

Nota: agradezco la cesión del material a Joh.Springer´s Erben Handels GmbH, Weihburggasse 27, 1010 Viena, Austria,Tel: +43-1-5127732, Fax: +43-1-5120309 www.springer-vienna.com

Saúl Braceras