Karl Hauptmann 7x75R

Un rifle de rececho

El rifle monotiro de cartucho metálico es la continuación lógica de las armas de avancarga. A partir de entonces, los armeros del segundo tercio del siglo XIX comenzaron a diseñar los mecanismos más simples o rocambolescos para dotar a sus armas de mayor poder de fuego. Pero la idea de las que utilizaban un cartucho perduró en la mente de cazadores y tiradores. Ambos buscaban munición potente y, sobre todo, armas de gran precisión.

 

El valle de la rosas

Este enclave de Carintia es muy conocido por nuestros lectores, ya que en muchas ocasiones hemos hablado de los diferentes armeros radicados en Ferlach. En la actualidad, quedan varias casas armeras de gran excelencia en esta localidad, como: Ludwig BorovnikHambrusch, Peter Hofer, Johann Fanzoj, Josef Just, Koschat, Outschar, Scheiring y, por supuesto, Karl Hauptmann Jagdwaffen.

Una empresa familiar

Al igual que muchas de las casas de la región ésta fue fundada por un armero, Karl I Hauptmann, en 1939. Se trataba del hijo de uno muy hábil, pero que nunca quiso independizarse. A Karl le entusiasmaban dos cosas: las armas y la caza, por tanto se decidió a producir todo tipo de rifles y escopetas basculantes, como así también rifles repetidores. De hecho, muchos de los trofeos de caza de Karl Hauptmann presiden el local  de Bahnhofstrasse 5, A-9170 Ferlach.

El fundador falleció en 1964 y su hijo, Karl II, se hizo cargo de la empresa, ya que desde joven había trabajado con su padre demostrando gran maestría en el dominio de las artes armeras. Al igual que su progenitor, es un apasionado cazador y, dada su afición a la caza peligrosa, comenzó la producción de rifles express y de cerrojo de gran calibre.

Debido que la filosofía de la firma Hauptmann es “cada cazador es diferente”, tan desigual como cada tipo de caza o terreno cinegético, sus armas deben ser distintas. De este modo, en las de doble cañón la combinación de cada uno, el sistema de enganche, etc., deben ser hechos especialmente a preferencia del cliente.

En 2005 Karl II decidió que era hora de dar paso a la tercera generación y la firma quedó en manos de su hijo Gerd quien, como Karl II, había hecho toda su carrera de armero en la compañía. No obstante, Karl II no ha decidido retirarse del todo, y con más de 70 años es el primero en abrir el taller y el último en cerrarlo. Además, mantiene intacta su pasión por los corzos.

 

Un monotiro muy especial

La culata es de inspiración centroeuropea

Este rifle, según su fabricante, fue acabado en 1988  a pedido de una compañía Heinrich Münch, de Aquisgrán, Alemania. En la actualidad dicha firma ya no existe.

Se trata de un arma para rececho, muy ligera, ya que con visor no llega a 4 kg.; otra de sus ventajas y donde más radica el hecho de su utilización es en su calibre: el 7x75R vom Hofe. Tanto a este cartucho, como a su diseñador Ernst August vom Hofe lo vimos en el artículo sobre el rifle de Max Heym del número anterior de esta publicación.

En cuanto cogemos el rifle y apuntamos con él, nos advierte que estamos ante algo bien hecho, muy equilibrado, y que permite una toma de miras perfecta para una persona de complexión media.

Al abrir el arma, comprobamos que utiliza un doble cierre en los enganches, suplementado por dos orejetas del tipo Kersten. También son notables los labios de refuerzo lateral que hallamos en la báscula. Todas las partes metálicas han sido grabadas con motivos florales perfectamente ejecutados.

Tanto la lista como el rampón donde descansa el punto de mira son solidarios al cañón

Su largo cañón de 65 cm. cumple a la perfección con los requerimientos del cartucho para dar lo máximo de sí. Como es previsible en este tipo de armas, las miras metálicas son testimoniales, ya que por su filosofía está pensado para utilizar un visor telescópico, en este caso un Zeiss Diavari VM 3-12×56 T* de gran luminosidad, lo cual nos permitirá hacer aguardos nocturnos. Su retícula es como una 4, pero en centro de la cruz fina está interrumpido en sus cuatro brazos. Este elemento óptico, en conjunción con el Karl Hauptmann con doble disparador de pelo regulable, en 7×75 R vom Hofe, es el desiderátum como arma de rececho. Además, al ser basculante podemos transportarlo en una pequeña y cómoda maleta, con la salvedad de retirar siempre el visor en el caso de viajar en avión, ya que sabemos que las compañías aéreas al ver el “ZZZ” se esmeran en destrozarlas.

Como todos los 7 mm., mi preferencia siempre recae en el uso de proyectiles de 140 grains; evidentemente, si vamos en pos de un alce o de un eland, será más adecuado utilizar 175 grains. Pero para la caza en España o en Europa de fauna mediana o pequeña, como puede ser desde un venado a un corzo, los 140 grains harán maravillas y nos permitirán disparar a grandes distancias. El 7×75 R vom Hofe es un cartucho excelente para los tiros en montaña o en las grandes llanuras. Veremos que tiene una rasante espectacular y gran poder de detención. El único problema que aporte el uso de este cartucho en España es la escasez o dificultad de encontrar munición; no así en Europa, que como siempre en el tema de armas y municiones, con este continente nos separa geográficamente los Pirineos, y en cuanto a reglamentaciones el Sáhara.

La madera, no podía ser de otra forma, proviene de un buen escalaborne de nogal al que le han dado unas formas muy centroeuropeas, con su habitual lomo de jabalí con hojas de libro por carrillera, un pistolete muy acusado con tapa de ébano al igual que su schnabel.

Excelente agrupación de 5 disparos a 100 metros

 

La prueba de tiro

Habida cuenta la escasez de campos de tiro con una distancia apropiada tuve que salir de la comunidad de Madrid para probarlo a 100 metros. Utilicé la munición austriaca de Karl Hascka en dos tipos de pruebas; si disparamos rápidamente con un rifle basculante de cierre con enganches inferiores, aunque tenga orejetas tipo Kersten, veremos que a medida que tiramos uno y otro cartucho los impactos se desplazarán hacia arriba. Por otro lado, si lo hacemos dejando descansar y enfriar el cañón, tendremos un grupo muy apretado como el que publico.

¡Buena caza!

 

Saúl Braceras