Johann Outschar cal. .470; .375 H&H Mg. y 20 Mágnum

Barroquismo total

A lo largo de mi vida he tenido oportunidad de ver gran cantidad de armas, pero sin duda ninguna tan especial como este Johann Outschar, pensado para ofrecer al cazador africano todas las posibilidades de munición para diferentes animales y tipos de caza y con una decoración desbordante. Se trata de un arma muy centroeuropea como veremos en este breve escrito.

 

Una historia interesante

La firma Outschar se fundó en Ferlach, Austria, en 1864 y desde entonces ha pertenecido a esta familia, generación tras generación. Es por tanto, una tradición artesanal entremezclada con varios aspectos en los que se desgaja el trabajo armero de precisión, materiales de calidad y una innovación tecnológica completa de armas y a esto se suman los requisitos especiales que los clientes introducen en cada arma y que sus maestros armeros dan vida.

En esta firma se hacen, sobre pedido, cualquier tipo de arma de caza, pero me atrevería a decir que están más especializados en rifles exprés y monotiros (tanto de bloque descendente como basculantes).

Algo que los armeros de Outschar prestan mucha atención es a los detalles que hacen de cada arma algo único. Creo que la que hoy traigo es más que una muestra de ello.

 

 

Un arma especial

Dentro de un estuche de cedro y piel encontramos a este Johann Outschar con sus tres juegos de cañones, dos visores telescópicos, todos los elementos de limpieza y conservación, como así también, los alivia-muelles del .470, .375 y del 20/76. Debido a su gran contenido es voluminoso, como cabe de esperar.

En la actualidad estos estuches, que a mí me encantan y valorizan el arma en general, han quedado desfasados por otros más modernos y de una factura más durable, económica y que protege mejor al arma. Es impensable darle un estuche o maletín de esta categoría a una línea de aviación, pues le pasarían con un Jumbo por encima, en el caso que el comandante accediese a llevarla. Así están las cosas.

Lo primero que llama la atención de este rifle exprés/escopeta es su culata grabada, algo muy usual en las armas anteriores al siglo XX, en especial en las de avancarga y con sistema de rueda; dicha moda paulatinamente se fue dejando de lado, para así mostrar la belleza de las vetas de este noble material. En este exprés se recupera esa tradición de forma voluptuosa, me atrevería a decir, hasta exagerada.

La madera es de nogal y está completamente labrada con escenas de caza africana donde los elefantes, jirafas y rinocerontes se pasean entre una selva fabulosa. Al tener tres cañones (.470; .375 y 20), con buen criterio el rifle tiene dos chimazas: una para los cañones de .470 y 20 Mágnum y otra para los de .375 H&H. Éstas utilizan un sistema de anclaje Deeley, que es el más usado en armas basculantes.

En el pistolete encontramos un colotro bellamente grabado y un punto de mira extra para disparar de noche. Finalmente, la culata está rematada por una cantonera de goma forrada con piel de elefante.

 

Las llaves

Utiliza las llamadas tipo Holland and Holland con muelle trasero, que son las que mejor resultado dan, ya que el lock time del percutor disminuye mucho al ser éstos más cortos y ubicados por detrás. También, aportan una mayor durabilidad al ser más robustos. Como es lógico en un arma que utiliza cartuchería recia, el disparador derecho lleva rebondissant para evitar los molestos golpes que pueda dar éste en nuestro índice cuando disparamos con el izquierdo. Al igual que la culata dentro de una selva de fantasía, encontramos en la pletina derecha una estampida de búfalos de oro y en a izquierda una manada de elefantes con cría incluida.  Por debajo de la báscula un león ha capturado a una gacela. Otros detalles destacables los vemos en las fotos, como: el búfalo dentro del asa de apertura o el áureo leopardo en el arco del guardamonte.

 

Los cañones

Todos llevan lista de tres cuartos y en ella en los del .470 y en los del .375 encontramos un alza fija con dos librillos y solamente un mirín en los de escopeta. Los de rifle tienen una longitud de 65 cm., mientras que los del 20 Mágnum llegan a los 71. Un detalle de agradecer es que los cañones del 20, al ser más largos y un poco más gruesos de lo normal, hacen que cuando uno apunta no sienta que el arma, en su configuración de escopeta, sea cabezona como suele ocurrir.

Como es de esperar en un arma de caza peligrosa lleva expulsores automáticos, un verdadero reaseguro para el cazador avezado. Para aquellos que llevan los cartuchos en el bolsillo da igual, pero no para quienes saben manejar un exprés como se debe. En los dos cañones de rifle hallamos las bases para sendos visores telescópicos Zeiss Diavari de raíl ZM 1,5 a 4 x T+ retícula 4. Sobre este particular, prefiero los de más aumentos, sobre todo, para los del .375 H&H, por ejemplo, 3 a 9x, porque con los de 1,5 y 2 x se suelen ver los cañones y es molesto apuntar. Además, entre tirar con aumentos de 1,5 ó 2 ó alza y punto de mira, para mí es igual ya que aún los veo, pero para otros cazadores entiendo que prefieran éstos, no obstante el utilizar como mínimo 3 les daría más juego.

 

En el estribo

A modo de finalización de estas notas diré que no pude probar el arma en ninguna de sus configuraciones, pero doy por sentado que su funcionamiento debe estar en total concordancia con la calidad intrínseca de ésta. Debo agregar que por su barroquismo no es el rifle de mis sueños, con esto no desmerezco en nada a este excelente Outschar, ya es estoy hablando de gustos, no de calidad. Particularmente, prefiero las armas más sobrias, aunque hay detalles que me encantan como el asa de apertura con la cabeza de un búfalo y la relación del metal precioso con el acero, ya que sus incrustaciones son las justas. El trabajo realizado en las maderas, me parece excesivo, pero seguro que quien lo encargó en su momento estaba orgulloso… y de eso se trata.

Buena caza.

Saúl Braceras