Carabina Werder Modelo 1869/72

Cartuchos RWS: R-50, R-100 y Rifle Match

Su nombre oficial fue el de Rückladungsgewehr M/1869, pero al sistema Werder se le colocó el sobrenombre de Blitzgewehr, arma relámpago, por su velocidad de recarga. Su sistema se lo debemos a Johann Ludwig Werder, director de Cramer-Klettschen Établissements en Nuremberg, quien lo patentó en Junio de 1868. Se trataba de un mecanismo de bloque pivotante, que dio lugar originariamente a sólo dos armas: fusil y carabina modelo 1869; con posterioridad se hizo otro conocido como fisl de gendarmería.

El martillo a medio montar sirve para el transporte del arma cargada, ya que inhibe a que un golpe precipite a éste contra el cartucho. Tanto en esta posición como en reposo, se puede abrir el cierre mediante el asa de apertura que se halla dentro del arco del guardamonte. Y si lo montamos, cerramos el cierre automáticamente

Su producción corrió a cargo de varias fábricas civiles y de arsenales militares, como Auguste Francotte de Lieja, Handfeuerwaffen Productionsgenossenschaft en Suhl, Maschinenfabrik Landes de Munich, y el arsenal de Amberg en Alemania. La firma Österrreichische Waffenfarbiks Gessellschft de Steyr, Austria, produjo varios miles, que fundamentalmente acabaron en manos de las tropas bávaras, y un pequeño porcentaje fue vendido a Montenegro. Auguste Francotte de Lieja, Bélgica, fue quien posteriormente produjo un tercer modelo, que ya he adelantado y conocido como fusil de gendarmería. Esta transformación era muy simple, ya que se trataba una carabina de caballería con enganche para bayoneta.

Las autoridades bávaras decidieron ponerlo a prueba con el fusil Werndl austriaco, con sistema de cierre rotativo y martillo a la vista. Contra ésta aportaba menos piezas, por tanto, mayor facilidad de producción a menor coste. Esto es algo importante en las armas militares. Demostró ser más preciso y rápido de cargar que aquél y fue adoptado el 1 de julio de 1869.

Su calibre original era el 11,5×40, que también usaron las armas de von Dreyse deportivas al pasar a utilizar cartucho metálico.

El 5 de junio de 1875, en el arsenal de Amber, se hizo un cambio de calibre para estandarizar el armamento de lo que sería la futura Alemania y se la conoce como Aptierte (del alemán: modificación)  M/1869, a partir de entonces se utilizó el cartucho 11×60 mm. Mauser.

Primero fueron un cientos de armas y después su totalidad, más de 120.000, denominándoselas 1869 Nues Muster (nuevo modelo).

Carabina 1869/72

A diferencia del largo fusil, la carabina presentaba cañón muy corto, de menos de 48 cm., siendo su longitud total de 81. De los tres modelos que traigo a las páginas de Armas y Municiones, una es de las producidas por Auguste Francotte y las otras dos en el arsenal de Amberg.

Irremediablemente, en 1882 fueron dadas de baja, pues ya en 1877 se había remplazado a este material por el sistema Mauser 1871. Gran cantidad de este armamento fue a parar a las colonias de África como Tangañika y Togo, pero volvieron a las manos del ejército regular, sobre todo a las milicias durante la Primera Guerra Mundial.

 

Un mecanismo interesante

El asa delantera, a modo de disparador invertido, permite la apertura del cierra

Basado en un bloque pivotante similar al Peabody-Martini, que se accionaba al empujar el asa delantera, con forma de disparador invertido, y que enfrenta a éste. Al igual que un Martini al bajar la parte frontal del cierre dejaba a la vista la recámara, expulsando la vaina servida, si la había. Se introducía el nuevo cartucho y para cerrar el mecanismo solamente había que montar el martillo, quedando el arma presta. El transporte del arma cargada se hacía con el martillo a medio montar, que inhibía la posibilidad de que un golpe fortuito lo disparase.

Su cañón es cilíndrico, aunque su recámara es octogonal en el fusil, y sólo esbozado estas formas en la carabina. A diferencia del largo fusil con cañón de 88 cm., era uno de los más largos de su época, la carabina era una de las más cortas. Hacia el final de la acción, donde está la rosca para el cañón, encontramos un alza con hoja fija y una rebatible.

La culata era de nogal de una sola pieza y sólo poseía una anilla portafusil para llevarla en bandolera.

Todas las armas Werder tienen gran interés para los coleccionistas dado su extraño, aunque eficiente mecanismo.

José Cid