Anton Sodia calibre 9,3x74R

Un monotiro atípico y excelso

Esta antigua firma de Ferlach, Austria, es muy conocida en España debido a la gran cantidad de armas de exquisita calidad que circulan por el territorio nacional. Hoy traigo a estas páginas una muy particular por varios motivos, a saber.

 

Un poco de historia

En 1869 Anton Sodia se trasladó de Unterferlach en Boheiner Feistritz, donde trabajaba como artesano metalúrgico y después de su matrimonio, en 1870, fundó su empresa armera. Tuvo seis hijos, uno de ellos fue Franz, quien se mudó a Ferlach en 1910 para crear su propia compañía en Schulhausgasse 14, donde  produjo rifles de caza de diferentes tipos y modelos.

El producto semiacabado se adquiría a la Cooperativa de Armeros de Ferlach. Durante la Primera Guerra Mundial tuvo que hacer el servicio militar durante algunos meses que pasó sin sobresaltos durante al contienda.

Los grabados florales tienen más influencia británica que germana

Pero para el año 1929 la empresa tomó una magnitud tal, que le permitió colocarse por cuenta propia. En un gran pabellón colocó la nueva maquinaria necesaria y, a partir de entonces, la producción de las armas de caza se realizaba desde el principio hasta el fin en su propia fábrica.

Después de su fallecimiento en el año 1935, su hijo Franz asumió la dirección de la empresa en la que ya había trabajado al lado de su padre para el crecimiento de la misma durante la crisis mundial económica, que si bien se había iniciado en 1929, durante la década de 1930 aún mantenía a Austria en una grave situación financiera.

Durante la Segunda Guerra Mundial la compañía fue requerida para la industria de armamentos. En mayo de 1945, sobre el final del conflicto bélico, la empresa fue ocupada por partisanos eslovenos y posteriormente devuelta en propiedad a Franz Sodia por las fuerzas de ocupación inglesas.

Como anécdota, el comandante de la guarnición inglesa era un cazador apasionado y amante de las armas que permitió generosamente asumir la producción de carabinas de aire comprimido. Pasado algunos años fue autorizado para la producción de armas de todo tipo, que en este caso eran de caza. La demanda acumulada después de la Segunda Guerra Mundial y de la desarticulación de la producción de armas alemanas le permitió a la empresa un gran auge económico, y en 1951 y 1952 se erigieron dos pabellones para albergar nuevas máquinas.

El visor Khales Helia CSX de 3-12×56 con retícula nº 4, que está adosado al arma mediante un montaje Akah

La empresa volvió a crecer en 1958 con otro taller, donde posteriormente se trasladó la escuela para la formación de aprendices y más tarde tuvo otro desarrollo importante con la compra de la parte de un edificio en la ciudad de Salzburgo y la construcción de una armería para atención al público en 1961. Diez años más tarde se adquirió otro edificio con tienda en St. Pölten.

El 31 de diciembre de 1973 este conglomerado de fábricas, talleres y armerías se dividió para ser dirigidas por los tres hijos de Franz: Werner Sodia en Salzburg, Klaus Sodia en Pölten y Franz Sodia en Ferlach, siendo transferidas a su propiedad. El primero de enero de 1974, Franz Sodia (3º) asumió la empresa de Ferlach.

Entonces la exportación ascendía aproximadamente entre el 70 al 75% de la producción, siendo su destino casi todos los países europeos y a muchos de ultramar. Los clientes eran en mayor parte armeros, tiendas especializadas y revendedores. En el año 1981 la empresa celebró el 110º aniversario con la asistencia de notables personalidades de la economía y política, unidos en un homenaje a los colaboradores.

En Agosto del 1981 el Ministro de Comercio Austríaco le otorgó a la empresa la Condecoración de Distinción Estatal, el Decreto para llevar el escudo del Estado Austríaco en el comercio. Los nietos de Franz Sodia (1910-1982) Werner y Reinhold Sodia, con sede en Salzburgo, continúan desde 1989 con la tradición en la producción exclusiva de armas de caza.

 

Un monotiro atípico

La principal diferencia de este rifle es su calibre, pues el 9,3x74R, muy popular en exprés y drillings, no lo es tanto en un monotiro. Evidentemente, fue un encargo para realizar aguardos o recechos de animales como el jabalí y/o cérvidos de mediano y gran porte. Utiliza un cierre doble Kersten y se puede desarmar su pletina mediante un tornillo con asa tipo Holland and Holland. Llaman la atención sus grabados florales de influencia muy británica, como también la filosofía de la culata; aunque su segrinado en escamas de pez lo encuadra en algo híbrido al gusto germano.

Munición RWS KS de 16 gramos

El sistema de disparo se basa en un juego doble, muy habitual en este tipo de armas. El disparador normal tiene una salida de 2 kg. y con el pelo, tal cual, ha llegado a mis manos 1,2 kg., aunque aún le queda un poco más de regulación. Es un rifle, con una longitud de 110 cm. gracias a su largo cañón de 66, fue probado en Ferlach en 1978, según sus marcas. Al igual que la mayoría de estos rifles está dotado de extractor, aunque, siempre hay una rareza, yo tengo uno hecho por Springer en 7×65 R que a diferencia del resto, es expulsor.

Un detalle que lo distingue es su cañón mitad octogonal y mitad redondo. Sobre él descansa un sistema sencillo de alza y punto de mira, tipo torpedo. Evidentemente, la precisión del arma se alcanza con el visor Khales Helia CSX de 3-12×56 con retícula nº 4, que está adosado mediante un montaje Akah. Éste, aunque más caro que otros, es mi preferido sobre todo para armas que salen de lo normal, pues les da un punto más en refinamiento y, sobre todo, en prestaciones.

La culata es de nogal y lleva una chimaza rematada por un schnabel de ébano. Como todos estos rifles basculantes se divide en dos partes al quitarle la chimaza que lleva un cierre tipo Deeley. Sobre el segrinado en escamas de pez, que puede gustar o no, pero debo decir que tiene un mérito y es que no hay lugar para el error por parte del artesano al realizarlo.

 

La prueba

Excelente diana a 100 metros con munición RWS 9,3×74 R KS de 16 gramos (246 grains)

El retroceso es recio, sobre todo con proyectiles de 286 grains que en un arma  de 3,2 kg., más el visor, se siente, razón por la cual me decidí, para disfrutar de la prueba usar munición RWS KS de 16 gramos ó 246 grains, que al pesar menos me permitiría hacer más disparos certeros. Tal vez porque uno está acostumbrado a rifles de esta guisa en calibres medianos como el 7x65R y al estar en un 9,3x74R nos descoloca.

Si utilizamos munición como la citada RWS KS y lo regulamos + 5 cm. a 100 metros obtendremos un 0 a 150 y una caída de -5 cm. a 200, con lo cual su trayectoria no deja de sorprender. En cuanto a energía, nos aporta toda la contundencia de este viejo y venerable cartucho que ya tiene más de 109 años de edad. Como vemos en la foto que publico su precisión es absoluta, pues esta diana se obtuvo a 100 metros.

Saúl Braceras